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Non potest cor duos eligere, quantum vult, quantum dolet, quantum scriptum est.

Aut an verum est quod amoris claustra frangit?





Berlín:

—Me traicionaste, Berlín —culmina de hablar tomando asiento en una silla cómoda blanca y de tapices mientras me mira —fue la primera vez que probé el mal sabor de boca que es darle todo el amor a alguien y que esa persona te traicione solo por tener un puesto nuevamente allá arriba.... Conozco lo que es tener comodidad pero también conocí el amor y creí por un segundo que tú, me escogerías.

Me ha contado tantas cosas que aún tengo la mente en blanco. Me a dicho que soy una Arcangel creada por Dios, que fuí hecha después de él para sustituirlo pero que de algún modo ni siquiera yo fui tan fuerte por querer el trono de Dios y fuí desterrada también, de la misma forma que él... Me cuenta que en algún tiempo atrás (millones tal vez) el y yo nos enamoramos arduamente pero que nos dimos cuenta que todo nuestro propósito en aquel entonces era una farsa. Que el nacer era un tipo de propósito malévolo por Dios y que incluso que nos corrompieramos también. Según él cuando nos dimos cuenta de eso juramos venganza pero el no podía subir por motivos simples de que había sido borrado del libro de las existencias y yo no. Así que subí después de prometer que volvería con una explicación, con una salida para nosotros y nuestro amor pero no volví... Por algún sentido que obvio, desconozca, me quedé; lo traicioné.

—Pasaron tantos años y de nuevo volviste porque no pasaste, nuevamente, la trampa de nuestro padre y quedaste por completo exiliada, para siempre, para jamás volver y caíste a mis brazos una vez más aunque es obvio princesita, conociendo mi alter ego —lleva una mano a su pecho sonriendo de medio lado con una gran cantidad de ego que no me molesta, más bien me causa gracia —no te acepté así que anduviste poseyendo cuerpos humanos durante algún tiempo, sobreviviendo entre las tinieblas de la noche y un día, aún lo recuerdo como si fuera ayer, padre bajó —sonríe de medio lado levantando la cabeza y cerrando los ojos —diciendo que por más que años y años pasaran seguiría siendo el hijo desviado que tomaba desiciones de la izquierda y al no verte conmigo enfureció tanto que iluminó todo este lugar quemando mis demonios. Te buscó y te trajo de vuelta aquí pero no eres tan sumisa princesita, recuerdo como si fuera ayer que lo enfrentaste diciendo que te había mentido y que nuevamente todo era parte de un plan, estabas tan enojada que tus alas, las que el te había cortado por bajar de allá arriba, volvieron a resurgir entre los huesos rotos y dijiste »No volveré a tu reino padre, me has mentido tantas veces que incluso dejé a Lucifer solo por ti, por lo que supuestamente me habías ofrecido ¿Para que? ¿Para de nuevo mentir? ¿Acaso este es otro de tus planes?« y me dí cuenta. Siempre fuiste consiente de dejarme y aún así, lo hiciste.

Sus palabras suenan molestas pero al mismo tiempo en un tono entre tristeza y recuerdos... La voz que poseemos cuando pensamos en algo tan lejano que aveces esta se confunde con un toque de melancolía. Así, justo así tiene la voz y su mirada perdida en el algún rincón del lugar. No tiene una pizca de malicia más bien es como si fuera un hecho doloroso o incluso en algún punto placentero. Quisiera no creerle pero sus palabras rebotan de su boca hasta con una inocencia que no creí que Lucifer Estrella de la mañana podría tener. Soy consiente que es el diablo, que su nombre es sinónimo de engaño pero es que con mi magia puedo sentir su aura, no lo dice, no hay un tipo de doble sentido y es lo que más me asusta.

—Y entramos en pelea tú, él y yo aquel día. Aquí... En mi infierno, frente a mi padre y al ver que ya no había amor en nosotros y que yo no quería tener una conversación contigo de ningún tipo y que tú estabas molesta con él por todo lo que habías dejado por él. De verdad que me dolió ver cómo te hundías en el enojo con el pretexto de que el te había mentido y que era otra prueba nada más pero jamás me miraste y dijiste algo sobre mí. Berlín —me llama y nuestros ojos blancos se chocan haciendo que un tipo de vergüenza se produzca en mi —no sabes lo mal que me sentí... Aún quisiera preguntarte aunque es obvio que no lo recuerdas ni lo sabes, si esa primera faceta tuya me amó.

Profecías De Príncipes Solitarios: Origines Ocultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora