Inter periculum diaboli
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Berlín:.
El olor a sangre inundó mis fosas nasales seguido por un olor también a azufre combinado con alcohol. Una horrible combinación para alguien tan asqueroso como yo pero por todos los medios posibles (peleando conmigo misma) intenté no vomitar una cuarta vez pero sentí que sería demasiado y lo que menos necesito en este momento es verme débil. Estamos en un enorme salón donde hay un gran trono en forma de cocodrilo. Encima de la cabeza del cocodrilo hay un especie de copa de color oro. Alrededor de nosotros (los súbditos o sirvientes) todo es paredes oscuras, son hombres de máscaras de hierro y cabellos largos con espadas que siguen los pasos (principalmente de los míos) cuando me acerco aquel lugar.Todo me parece tan oscuro, las mismas paredes son de color negro. Sobre las escaleras del trono y sobre sus costados las víboras se mueven sacando cada tanto sus lenguas rojas, sus ojos son tan apáticos y fríos que aparto mi vista de ellas deteniendo mis pasos a una distancia prudente de ellas, tomando un poco de precaución sin quitar mi atención de los adefesios a mi alrededor.
Mis ojos se mueven buscando al hombre que durante tantas horas he caminado y que por un par de cosas que pasado pero no lo veo y empiezo a creer que me han traído a una farsa. Hago que una llama blanca como es el color de mi poder se amplíe e ilumine con mayor precisión todo a mi alrededor dejándome ver los extraños garabatos que se dibujan cada rato en las paredes como una oración o algo parecido. Mis ojos recorren otro par de cosas donde puedo ver lo que parece ser coronas huecas sobre un altar con un par de copas brillantes tambien.
Todos los hombres hacen una reverencia agachando sus cabezas por un par de minutos. Escucho pasos profundos y lentos provenientes del lado izquierdo del trono. Cuando por fin un cuerpo en movimiento se encamina en su dirección detengo mi vista como en cámara lenta observando desde sus pies hasta arriba. Tiene zapatos puntiagudos y negros, pantalones largos, holgados muy antiguos y hasta chistosos, no tiene camisa por lo que puedo ver su cuerpo bien trabajado pero no es un hombre joven, es justamente un hombre mayor. Tiene una barba oscura y unos ojos tan rojos que parecen naranjas.
Su aspectoes atroz, malvado y diabólico. Perpetúa un tipo de saludo con su mano derecha haciendo una señal para que todos se levanten. Cuando sus ojos se apoderan de mi cuerpo todo el calor proveniente de este lugar deja de sentirse y siento frió, tanto frío que mi cuerpo parece que en cualquier momento puede congelarse.
-Que profano y excitante cuerpo tiene usted, su alteza -toma asiento en el trono y me apunta con su dedo indice que es más bien una especie de garra -estoy admirado completamente por él. ¿Puede acercarse un poco más? Quiero oler su aroma.
Pero me mantengo en el mismo lugar no queriendo verme como una niña que pueden mover a su antojo solo porque estoy en sus dominios, quiero que me lleven directamente con el hombre que busco y punto. Ahora que tengo a Agares frente a mí, el siguiente paso es Lucifer.
-Dé un paso más -pide otra vez pero no quiero hacerlo. -¿No ha escuchado?
-Perfecto y claro. Pero no estoy aquí para que huela mi aroma o para que diga lo excitante que es mi cuerpo -aclaro uniendo mis manos sobre mi pelvis -estoy aquí por una carta y una petición de un hombre amigo que me hará avanzar en lo que necesito.
-Eso he oído -se cruza de piernas y sus ojos rojos me miran de arriba abajo -¿Puede decirme que es tan importante para que hable con mi señor?
-Es confidencial.
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Profecías De Príncipes Solitarios: Origines Ocultos.
Fantasy¿Qué tan cierto es que la oscuridad nos persigue y qué nos lleva a lugares que desconocemos? Pero la verdadera pregunta es; ¿Qué tan bueno es el mal? ¿Cuál son los secretos más oscuro que crees que sabes sobre ti misma? ¿Qué es lo que piensas de la...