Profecías De Príncipes Solitarios: Origines Ocultos.

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Narrador omnisciente:

¿A quién culparemos por el futuro que viene? No hay nadie, ni siquiera podemos culparnos a nosotros mismo así que ¿Que nos queda? Aceptar. Dicen que la aceptación es un paso hacía al redención, hacía el cambio pero es tan difícil que aveces hasta los sueños se vuelven pesadillas. Todos conocen los procesos de la vida, dificultad, dolor, arrepentimiento, ira, tristeza... ¡Tantas cosas! Pero nadie habla de uno de los procesos y sentimientos más complejos de la raza humana —la negación— la negación nos lleva a comentar tantos errores, errores que no deben ser cometidos.... Errores que nos cuestan en alma y ¿Quién lo sabe? Hasta el corazón.

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—Están aquí —Belcebú fue el primero en ver através de los enormes ventanales que daban vista al area principal del castillo donde el grupo de rescatistas se encontraba.

Tenían el corazón en la mano al ver el enorme castillo cargado de una maldad tremenda, la profanidad que se respiraba era insoportable y ni hablar del aura oscura y diabólica que se palpaba. Los hombres con máscara de hierro inmediatamente y sin siquiera la necesidad de que Timor hablara le abrieron las puertas cosas que les hizo tener aún más temor y desconfianza. El castillo era enorme, los nubarrones acompañando a la torre más oscura del castillo le daba un toque tan maquiavélico por lo que todos se aferraron a sus armas y caminaron con un tipo de celos por lo que podía pasar. ¿Quién no estaría así? Cualquiera después de ver los dominios del gran amo del infierno estaría igual.

—Recuerden; el puede oler vuestras debilidades —fue lo único que dijo Timor volteando a ver a sus compañeros con una sonrisa de medio lado que le pareció a Nhamiel tan cínica que inclusive dejó de reconocerlo por unos instantes.

¿Acaso todo eso era parte de un plan desde el principio? Pensó para si mismo pero cuando intentó hablar sobre el tema con su amo lo único que Asroth dijo (sin dejarlo hablar) fue »No hay tiempo para hablar Nhamiel, ¿Acaso no sientes todo esta tiniebla?« así que se mantuvo tal vez más alerta que los demás mientras no quitaba sus ojos del vampiro.

—Ahora lo veo Belcebú—Lucifer sonrío de medio lado con una sonrisa tan oscuro y maliciosa que todos los presentes se asustaron —belhemot, necesito que los distraigas por unos minutos.

—Si mi señor ¿Qué es lo que planea usted hacer?

—¿Yo hacer? —llevó la mano al pecho con una expresión de sorpresa por las palabras del demonio —nada, de hecho la que va hacer todo es mi lindo arcangelito. Iré por ella, puede que las cosas se pongan interesantes.

—¡Por todo lo profano! Está usted con Agattiel —fue el resumen de Satán que tenían puesto una túnica oscura con una corona plateada de seis puntas —¿Desde cuando está ella aquí?

—Desde hace un par de días. Prometí que esta vez nada de lo que decía el Dios engañador lo cumpliría por lo que mis amigos, no vamos a poder gobernar el mundo con ella y mucho menos ahora. En algún momento que entiendo que será muy pronto; lo haremos. Pero no ahora primero quiero encargarme de estos... ¿Cómo decirlos? —miró con determinación hacía la parte baja del castillo donde el grupo entraba con vivacidad dando pasos apresurados y al mismo tiempo tímidos. Podía oler el tipo de miedo y celos en ellos, olían a desconfianza —niños. Son unos niños asustados que no saben en lo que se meten.

—Jugaremos muy rápido con sus mentes.

—Solo déjenme al de negro que tiene la espada enorme.

—¿Quien es él mi señor? —Asmodeos con sus ojos purpura movió sus pupilas de un lugar al otro viendo a todos.