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-Me parece injusto que a él le prepares el desayuno y a tu queridísimo hermano no- dijo Jungwoo algo indignado cuando se sentó junto a nosotros a desayunar.
-No te quejes tanto, seguramente nos sobrarán tostadas, coge alguna si quieres- le dijo Donghyuck viendo como Jungwoo hacía puchero mientras cogía una tostada.
-Gracias- dijo casi murmurando.
Estuvimos charlando durante un rato, no pasó mucho cuando Haneul entró a la cocina y se juntó a nuestra charla. Me parecía increíble lo cercano que me sentía con la familia de Donghyuck, recién les había conocido el día anterior y no habíamos hablado mucho, pero podía notar lo cómodos que nos encontrabamos todos juntos.
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Donghyuck y yo dejamos de jugar a la partida de los Sims que el coreano había creado hacía unas semanas y bajamos a comer junto a Haneul y Jungwoo.
-Vaya, el bizcocho tiene muy buena pinta- dije una vez me senté en una de las sillas frente a la mesa de la cocina-comedor.
-Muchas gracias Mark, debes de ser el único que aprecia la comida que he preparado con mis propias manos- dijo mirando a sus hijos viendo como estos la miraban con indignación -Cuando terminemos de comer os daré un trozo de bizcocho a cada uno- dijo sirviendo la comida.
-Quiero un perro- dijo Jungwoo mientras comíamos.
-Jungwoo, cariño, ya hablaremos de eso en otro momento, pero ahora estamos comiendo- dijo Haneul concentrada en terminar su comida.
-¿Le podemos llamar Daegal?- preguntó Donghyuck aquella vez captando la atención de su madre.
-No te ilusiones tanto cariño, no he confirmado nada y ya le estás poniendo nombre a un perro inexistente- dijo Haneul desviando la vista a su comida dando por terminada aquella conversación por el momento.
Tiempo después Haneul nos dio un trozo para cada uno del bizcocho que había preparado.
-Está delicioso- dije asintiendo mientras disfrutaba del sabor del bizcocho.
