XXXVI

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-Vamos Canadá, a este paso vas a perder- me dijo Donghyuck sacándome la lengua

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-Vamos Canadá, a este paso vas a perder- me dijo Donghyuck sacándome la lengua.

-No es culpa mía que os juntéis para jugar en mi contra- le dije cogiendo ocho cartas de la baraja que se encontraba en el centro de la mesa.

-Hijo, aquí nadie se está juntando para jugar en tu contra, solo tienes mala suerte- me dijo mientras miraba sus cartas para ver cual iba a tirar.

Habíamos salido dos horas antes del Instituto, Donghyuck había convencido a la directora para que llamara a Haneul, el coreano le había comentado lo sucedido a su madre y al final ella le dejó venir junto a mi padre y a mí a nuestra casa. Johnny recién me había enviado un mensaje diciéndome que Somi y él llegarían en media hora.

-Papá, cuando lleguen mamá y Johnny diles que estaré en mi habitación hasta la hora de cenar, por favor- le pedí tiempo después mientras guardabamos las cartas.

-¿No vas a saludarles?- me preguntó algo confuso.

-No quiero que me hagan preguntas a cada rato- le expliqué levantándome del suelo -Nos vemos después papá- le dije estirando el brazo en dirección a Donghyuck, quién sujetó mi mano y se levantó del suelo.

-Hazme el favor de descansar un rato- me dijo y asentí -Donghyuck, oblígale- le dijo al coreano, quien asintió mientras yo rodaba los ojos.

-Mark, tienes que descansar- le dije al ver como sacaba el libro de Inglés de mi mochila

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-Mark, tienes que descansar- le dije al ver como sacaba el libro de Inglés de mi mochila.

-Me pediste que te ayudara a estudiar Inglés, bien, pues aquí estamos- me dijo obligándome a sentarme en la silla a su lado.

-Mark- le llamé haciendo contacto visual con él, pude ver claramente como tragó saliva fuertemente.

-Solo un rato, después te prometo que voy a descansar- me pidió y no pude evitar soltar un corto suspiro.

-Media hora y después descansas- le dije recibiendo un asentimiento inmediato de su parte -Bien, veamos si logras enseñarme algo- dije viendo como una pequeña sonrisa se formaba en su rostro.

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˚‧º·єριℓєρѕу‧º·˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora