¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mark tenía epilepsia.
El resto de aquel día me lo pasé a su lado para asegurarme de que no le ocurría nada. Claro que le di su espacio, no quería agobiarle. Me había contado que su familia le trataba como si fuera de cristal, y que no me había dicho antes sobre su epilepsia por miedo a que me comportara como ellos.
Renjun, Ten y Shotaro se enteraron en el segundo recreo de lo que le sucedía al canadiense. Ellos, al igual que yo iban a ayudarle en lo que pudieran.
Por otra parte Mark y yo seguíamos incómodos entre nosotros. Y era de esperarse, después de enterarme de que me había utilizado no podía comportarme de la misma manera con él aunque quisiera.
Una vez salimos del Instituto Johnny se ofreció a llevarnos a nuestras casas, Ten y Shotaro se fueron andando ya que sus casas quedaban al lado contrario de las nuestras. Renjun y yo íbamos en los asientos de atrás, mientras que Mark iba de copiloto y Johnny conduciendo el coche de Taemin.
-No te sientes mareado ni nada, ¿Verdad?- le preguntó Johnny a Mark, quien suspiró algo cansado de que su hermano le preguntara a cada rato.
-Ya te lo he dicho, estoy perfectamente, deja de preguntarme a cada rato-
-Vale, lo siento, pero me preocupo por ti- le dijo Johnny.
-Pero tampoco hay que llevarlo al extremo- dijo Mark murmurando, tal vez esperando a que su hermano no se molestara.
Johnny no comentó nada, simplemente suspiró y continuamos el trayecto en silencio. Un silencio incómodo cabe aclarar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Renjun y yo habíamos vuelto a quedarnos a comer en la casa de Mark, al inicio me negué, no quería estar tanto tiempo con el canadiense; pero simplemente no podía negarme a la insistencia de Somi.
-Tengo entendido que este fin de semana vais a estar en la casa de Renjun, solo espero que no comais tantas chucherías esta vez- dijo Taemin haciéndome recordar que efectivamente aquel fin de semana habíamos quedado para hacer una pijamada en la casa de Renjun.
-Puedes estar tranquilo, mi padre me dijo que se encargaría de las compras- dijo Renjun con una mueca en su rostro -Seguramente comeremos ensalada durante las dos noches- dijo captando mi atención.
