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XXXVII

Donghyuck siguió dejando besos por mi cuello para después pasarlos al otro lado de este, por mi parte estiré mi cabeza hacia el lado contrario para de ese modo dejarle mejor accesibilidad para besarme, cerré los ojos disfrutando de aquel tacto sobre mi piel sensible.

-¿Te sigo pareciendo infantil?- me preguntó y no pude evitar mirarle algo sorprendido al ver que seguía con aquel tema.

-¿De verdad sigues con eso?- le pregunté para después apoyar una de mis manos en su nuca lentamente para poco después besar sus labios en un beso algo más rápido que el anterior.

-Creo que deberíamos bajar el tablero del parchís de la cama- me dijo y asentí mientras soltaba una pequeña risa.

Donghyuck se apartó unos segundos de mí para dejar el tablero del parchís en la mesilla y después comenzó a besarme de nuevo, por mi parte pasé mis piernas por su cintura haciendo que nuestros cuerpos rozaran, el coreano apoyó sus codos en la cama para de ese modo estar más cerca de mí y más cómodo. Pasó una de sus manos por mi cabello mientras que con la otra dejaba suaves caricias en mi mejilla derecha, llevé mi mano libre a su espalda para comenzar a hacer pequeños círculos con uno de mis dedos sobre su camiseta. Apoyó una de sus manos al lado de mi cabeza para separar un poco nuestros cuerpos pero sin dejar de besarme. Me sorprendí cuando comenzó a bajar la mano, que anteriormente tenía sobre mi mejilla, por mis hombros hasta llegar a mi abdomen, pude sentir escalofríos por todo mi cuerpo cuando introdujo su mano debajo de mi camiseta, no pude evitar soltar un pequeño jadeo por aquella sensación.

Ejercí algo más de fuerza en su nuca para profundizar más aquel beso que comenzaba a tornarse algo desordenado, inconscientemente clavé suavemente mis uñas en su espalda aún cubierta por su camiseta al notar como iba levantando poco a poco mi camiseta y dejaba suaves caricias por mi abdomen ya descubierto. No pude evitar apartar mis labios unos centímetros de los suyos para soltar un gemido al notar como pasaba suavemente su mano por mis costillas. Fue cuando me quedé mirando sus pupilas dilatadas, me fijé en su respiración agitada dándome cuenta de que yo estaba igual que él, su pelo estaba algo despeinado y su vista estaba fija en la mía esperando a ver qué iba a decir o hacer. Apoyé suavemente la mano que tenía sobre su nuca en su barbilla para acercar de nuevo su rostro al mío y dejar un beso algo duradero en sus labios, poco después me separé un poco de él pasando la mano a su mejilla derecha.

-Hace unos días fui al supermercado con mi madre y me obligó a coger preservativos y lubricantes- le dije viendo como me miraba entre confundido y divertido por lo que le acababa de contar -Me dijo que quería estar segura de que nos cuidabamos- le conté comenzando a dejar pequeñas caricias en su mejilla para desviar la vista a sus labios al no poder seguir haciendo contacto visual con él.

-¿Por qué me cuentas eso ahora?- me preguntó comenzando a apartar lentamente su mano de mi abdomen, pero con la mano que tenía en su mejilla sujeté su muñeca impidiendo que apartara su mano.

Donghyuck me miró intrigado por mi acción algo desesperada, fijé la vista en la suya y mordí mi labio inferior nervioso y avergonzado por lo que iba a decirle a continuación.

-Están en el primer cajón de la mesilla en la que has dejado el tablero del parchís- le dije, y sin dejarle hablar le interrumpí -Si quieres y te sientes preparado podemos utilizarlos- le dije sorprendiendome a mí mismo, tragué saliva nervioso esperando a que dijera algo.

-¿Y qué pasa con Somi, Taemin y Johnny?, que yo sepa están en casa- me preguntó con su vista fija en mis labios, lo cual me sorprendió un poco.

Giré mi rostro para ver la hora en el pequeño reloj que se encontraba en una de las mesillas para después fijar de nuevo la vista en Donghyuck.

-Ahora mismo están comprando ropa algo lejos de aquí, a la mañana me habían dicho para ir con ellos pero les dije que no me apetecía- le comenté viendo como tragó saliva nervioso -Si no quieres no pasa nada, puedo esperar- le dije dedicándole una pequeña sonrisa para poco después dejar un casto beso en su mejilla izquierda.

-¿Estás seguro de que no están en casa?- me preguntó, a lo que asentí ladeando un poco mi cabeza hacia un lado.

-Si quieres podemos comprobarlo- le dije fijando la vista en sus ojos.

Al ver que no respondía me senté con ayuda de Donghyuck quedando sobre su regazo, pasé mis manos por su nuca notando como él apoyaba sus manos a cada lado de mi cadera. Dejé un beso que duró unos segundos en sus labios para después apoyar una de mis manos en su hombro, apartarme unos centímetros de él y alcanzar mi móvil, el cual estaba sobre la mesilla.

-¿Qué haces?- me preguntó algo confundido.

-Voy a llamar a mi padre para preguntarle dónde está, no quiero moverme de aquí- le dije dejando un casto beso en su frente.

Puse el móvil en mi oreja esperando a que Taemin respondiera la llamada mientras yo mantenía la vista fija en la de Donghyuck y con mi mano libre le peinaba un poco.

-Papá- le llamé al escuchar su voz al otro lado de la línea -¿Estáis mamá, Johnny y tú en el centro comercial?- le pregunté sin apartar la vista del chico en frente mía, quien parecía disfrutar de que le peinara -Oh, estoy bien, solo llamaba para saber a qué hora vendriais, y de paso para ver si podías comprarme una sudadera ancha- una vez terminé la conversación con mi padre le colgué y dejé el móvil sobre la mesilla.

-¿Y bien?- me preguntó Donghyuck con un brillo especial en sus ojos.

-Son las siete, llegarán sobre las nueve a casa, y no van a comprarme ninguna sudadera- le dije haciendo un puchero, viendo como el coreano soltaba una pequeña risa por mi expresión -Hyuck- le llamé viendo como me miraba atentamente -Si no quieres está bien, podemos hacer otra cosa, como ver alguna película o salir a dar una vuelta por donde sea- le dije rozando mi nariz con la suya de forma cariñosa mientras una sonrisa se formaba en mi rostro.

-No, está bien, quiero hacerlo- me dijo y no pude evitar mirarle algo emocionado y nervioso a la vez.

-¿Estás seguro?- le pregunté para asegurarme de que era lo que realmente quería.

-Estoy completamente seguro- me dijo comenzando a subir lentamente sus manos por debajo de mi camiseta haciendo que de nuevo sintiera un escalofrío por todo mi cuerpo al sentir sus manos sobre mi piel -¿Y tú?, ¿Estás seguro de esto?- me preguntó dejando sus manos quietas mientras esperaba una respuesta de mi parte.

-Lo estoy- le dije para poco después acercarme lentamente a su rostro para juntar de nuevo nuestros labios.