XXXI

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-Los chicos quieren quedar para ir a la playa después de comer- me dijo Mark y aparté la mirada de la pantalla del ordenador para girarme y fijar la vista en el rubio teñido, quien se encontraba tumbado en la cama mientras leía el libro que había ...

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-Los chicos quieren quedar para ir a la playa después de comer- me dijo Mark y aparté la mirada de la pantalla del ordenador para girarme y fijar la vista en el rubio teñido, quien se encontraba tumbado en la cama mientras leía el libro que había dejado anteriormente en la mesilla.

-¿Después me acompañas a mi casa?, tengo que preparar una bolsa para llevar a la playa- le dije viendo como dejaba el móvil y asentía.

-Yo no me meteré al agua- me dijo y le miré confundido.

-¿Por qué?, hace un día estupendo-

-Lo sé, pero no me apetece, tomaré el sol y ya- dijo levantando los hombros sin darle demasiada importancia al asunto.

Por mi parte sabía que era por algo más que eso, guardé la partida de los Sims y apagué el ordenador para sentarme al lado de Mark.

-¿Qué ocurre?- me preguntó fijando la vista en la mía.

-Te conozco, y sé que te pasa algo- le dije, y sin dejar que dijera nada le abracé dejando un casto beso en su cabeza -Si necesitas algo estoy aquí para tí-

-Lo sé- me dijo dejando el libro a un lado para corresponder mi abrazo -No quiero preocuparos, eso es todo- me dijo aferrándose algo más a mí.

-¿Por qué dices eso?- le pregunté suavemente comenzando a dejar caricias en su cabeza.

-El médico nos dijo que las pastillas podrían tener efectos secundarios, sí es cierto que los síntomas de mi enfermedad no aparecen muy seguido, pero últimamente me mareo, pierdo el equilibrio, tengo espasmos musculares y me desmayo- dijo en un hilo de voz -No quiero que me pase nada de eso mientras estoy con vosotros, incluso tengo miedo de que me ocurra algo en estos momentos- se apartó un poco del abrazo para fijar su vista en la mía -No quiero preocupar a nadie Hyuck- me dijo con sus ojos cristalizados.

-Mark, ya te dijimos hace tiempo que te ayudaríamos en todo lo que pudiéramos, sabemos perfectamente que no es algo que puedas controlar- le dije secando con mis pulgares las lágrimas que comenzaban a resbalarse por sus mejillas -No pienses de ese modo, ¿De acuerdo?- le pedí viendo como cerraba los ojos con fuerza y apoyaba su frente contra mi pecho intentando dejar de sollozar.

-Lo siento, no quería ser un estrobo- me dijo abrazandome con algo más de fuerza.

-No lo eres Mark, no eres un estorbo- le dije dejando un beso que duró unos segundos en su cabeza -Te amo- le dije suavemente notando como el cuerpo del canadiense se tensaba -Solo quería que lo supieras- le dije proporcionándole pequeñas caricias en su cabeza.

-Te amo Hyuck- dijo abrazandome más fuerte mientras se acomodaba mejor en la cama para esconder su cabeza en mi cuello.

Por mi parte no me esperaba para nada que Mark me dijera aquello, quiero decir, se lo había dicho porque llevaba un tiempo buscando el momento adecuado para decírselo, simplemente no me esperaba una respuesta de su parte; pero debía admitir que me sentía muy bien al escuchar aquellas palabras.

˚‧º·єριℓєρѕу‧º·˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora