XIII

81 17 10
                                    

Mark también estaba allí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mark también estaba allí.

Intenté actuar con normalidad, como si todo estuviera perfecto entre nosotros. Y al parecer funcionó, nadie me preguntó nada.

Me encontraba jugando al Billar contra Renjun, mientras que Ten y Shotaro estaban jugando en la máquina de baile. No se me daba muy bien jugar al Billar, y para mi sorpresa Mark me ayudó.

-Sigues sujetando mal el palo- me dijo Mark poniendo su mano sobre la mía para enseñarme a sujetarlo bien.

Por mi parte tragué saliva por su cercanía, su mejilla estaba a pocos centímetros de distancia de mi rostro, y por si fuera poco su cuerpo estaba muy cerca del mío.

-Vale, ya sigo yo- le dije algo nervioso apartándole con cuidado de mi lado.

Suspiré y tiempo después continuamos jugando a distintos juegos todos juntos.

Acababamos de acompañar a Renjun a su casa, no hacía mucho nos habíamos separado de Ten y Shotaro, ya que ellos vivían hacia el lado contrario que nosotros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Acababamos de acompañar a Renjun a su casa, no hacía mucho nos habíamos separado de Ten y Shotaro, ya que ellos vivían hacia el lado contrario que nosotros.

Solo quedábamos Mark y yo, yo intentaba mantener algo de distancia entre nosotros, no quería ver como el rubio teñido se apartaba de nuevo.

-Donghyuck, ¿Te encuentras bien?, llevas raro desde hace un rato- me preguntó Mark y fijé la vista en la suya.

-Llevo preguntándote lo mismo desde hace tiempo y sigues sin contarme nada- dije fijando de nuevo la vista al frente.

-Te he dicho muchas veces que estoy bien- me dijo y suspiré cansado de escuchar lo mismo siempre.

-Está bien, te creo- le dije sonriendo lo menos falsamente posible.

Poco después apartamos la vista de la del contrario, por mi parte la fijé en la mano de Mark, podía notar claramente como mi mano picaba al querer sujetar la mano del chico. Tragué saliva nervioso y no muy seguro de lo que iba a hacer, notaba como mis lágrimas comenzaban a prepararse para salir.

Acerqué mi mano un poco temblorosa hacia la de Mark, una vez estas rozaron el canadiense no dudó en separarse cuidadosamente y meter sus manos en los bolsillos de su sudadera.

˚‧º·єριℓєρѕу‧º·˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora