VII

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Había pasado una semana, mi torpeza parecía haberse desvanecido, y estaba muy agradecido por ello

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Había pasado una semana, mi torpeza parecía haberse desvanecido, y estaba muy agradecido por ello.

Me encontraba saliendo de clase, era viernes, y tenía muchas ganas de llegar a casa. Estaba algo molesto con Donghyuck, había estado comportándose de forma extraña conmigo, él decía que no era nada, que ya me lo contaría, pero sabía perfectamente que le pasaba algo conmigo.

Me despedí de todos con la mano, fijé mi vista en la del moreno, quien solía darme un abrazo siempre que nos despedíamos, y aquel día no me lo dio.

No quise decir nada, sabía que iba a decirme "Ya te lo contaré" o "Estoy bien, no pasa nada", estaba algo harto de escuchar siempre lo mismo. Tal vez no debía molestarme por aquello, al fin y al cabo era una cosa de Donghyuck, ya me lo contaría cuando quisiera o se sintiera preparado. Pero parecía que solamente tenía un problema conmigo, con Renjun, Shotaro y Ten se comportaba muy cariñoso, en cambio, últimamente parecía que no quería tenerme ni cerca.

Me encaminé a mi casa intentando apartar la molestia de mi cabeza, no quería enfadarme con Donghyuck.

Pasé todo el día intentando alejar a Donghyuck de mi cabeza, no lo logré. Después de cenar me dirigí al salón y comencé a leer un libro, no pasó mucho tiempo cuando mi madre se sentó a mi lado y me preguntó qué me ocurría.

-Estoy bien, es solo que la protagonista me está poniendo nervioso-

Mentí, apenas había podido terminar de leer la primera página. Entre la fuerte lluvia y mi cabeza llena de pensamientos sobre Donghyuck, no podía concentrarme.

-Mark, ¿Sabes que puedes contarme lo que sea, verdad?- me preguntó mi madre, cerré el libro dejándolo sobre mis muslos y me senté bien en el sofá.

-Es Donghyuck- dije soltando un suspiro -Lleva unos días raro conmigo, parece que no quiere estar cerca mía, siempre me dice que ya me contará lo que le ocurre, pero parece que el problema solo lo tiene conmigo. Ni siquiera me abraza, y eso es raro, porque literalmente no había ni un día en el que no lo hiciera- dije dejando el libro sobre la pequeña mesa del salón.

-Dale tiempo, puede que aún no se sienta preparado para contarte lo que le ocurre- me dijo peinandome con sus manos.

-Eso intento- dije apoyando mi cabeza en el respaldo del sofá.

Estuve un rato más hablando con mi madre sobre temas varios, los dos nos miramos confusos cuando escuchamos el timbre de la entrada sonar. Mi madre se levantó y abrió la puerta.

-Siento venir tan tarde, pero necesito hablar con Mark- dijo y al reconocer aquella voz me acerqué rápidamente a la entrada.

Donghyuck estaba allí, con el pelo y la cara completamente mojadas, y no llevababa chamarra.

Aquel chico parecía querer morir de Hipotermia.

-Mark, ve a por una toalla, yo le prepararé algo caliente para tomar- me dijo mi madre, después de hacer contacto visual con Donghyuck por unos segundos espabilé y subí las escaleras para coger una toalla.

˚‧º·єριℓєρѕу‧º·˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora