Después de comer aquel Domingo en la casa de Renjun cada uno se fue a su casa, al vivir cerca del coreano le dije que le iba a acompañar, esperaba un rechazo de su parte, por lo que me sorprendí cuando aceptó mi compañía.
-¿Has seguido jugando con la partida que creamos en los Sims de tu ordenador?- me preguntó a mi parecer para tener un tema de conversación.
Tragué saliva al recordar que mi sim y el de Donghyuck habían comenzado una relación amorosa. En mi defensa debía decir que fueron ellos solos quienes comenzaron a coquetear, pero debía admitir que yo les ayudé, bastante.
-Creé un sim cerca de tu casa y se han hecho amigos, nada del otro mundo- dije intentando ocultar mi nerviosismo.
-¿Estás cuidando bien a Daegal?, porque como llegue a tu casa y vea que mi preciosa perrita no está te las verás conmigo Canadá- me dijo y fijé la vista en la suya viendo como me miraba de forma amenazante.
Inconscientemente dejé que una pequeña sonrisa se formara en mi rostro.
-No sonrías, es un momento serio- me dijo sin cambiar su expresión.
-Claro que lo es, lo siento- dije soltando una risa, viendo como el coreano me miraba algo indignado por mi reacción.
-No te reirás tanto cuando tu sim desaparezca de la partida- dijo sonriéndome con una sonrisa triunfante.
-Para que eso ocurra tendrás que jugar a los Sims en mi ordenador, y sabiendo tus intenciones no te dejaré jugar de nuevo- le dije encontrando la excusa perfecta para que no descubriera que había hecho algo más que cuidar de Daegal en aquella partida.
-Le diré a tu padre que no me dejas jugar- dijo levantando los hombros -Taemin me adora, estoy seguro de que hará algo al respecto-
-Eso es chantaje- dije empujandole con mi mano suavemente en el hombro.
-Oye, me has pegado- dijo posando su mano derecha sobre su hombro izquierdo fingiendo llorar.
-Dramático- le dije fijando la vista al frente con una sonrisa.
-Nací así- dijo y nos quedamos un rato en silencio -Mark, en unos días será el cumpleaños de mi padre- me dijo casi susurrando -Iré al cementerio para cambiarle las flores, aunque sean de plástico también se estropean- dijo soltando una pequeña risa -¿Quieres venir conmigo?- me preguntó de forma casi inaudible.
Le miré viendo como tenía la vista fija en el suelo mientras daba pequeñas patadas a una piedrecita que se había encontrado por el camino.
-¿Puedo preguntar porqué quieres que vaya?- le pregunté curioso.
-Siempre voy solo y me ha parecido buena idea que por una vez vaya acompañado de alguien- dijo comenzando a jugar con sus manos -Si no quieres venir no pasa nada- dijo algo avergonzado -Quiero decir, no le conocías, y seguramente sea incómodo para ti el- no le dejé terminar de hablar.
-¿Cuándo es su cumpleaños?- le pregunté viendo como su vista se fijaba en la mía.
-El miércoles- dijo apartando la vista de la mía mientras tragaba saliva.
-Iré- le dije viendo como se sorprendió por mi respuesta.
-¿De verdad?-
-Claro, quiero darle una buena impresión- dije viendo como una pequeña sonrisa se formaba en su rostro.
-El miércoles a la tarde vendré a buscarte Hyuck- me dijo el canadiense cuando abrí la puerta de mi casa.
Me giré para verle y asentí, se despidió con su mano y se dio la vuelta para bajar los pequeños escalones del porche de mi casa.
-Mark, espera- le dije y este se giró.
Me acerqué a él quedando enfrente suya, tragué saliva nervioso viendo como él estaba de igual modo que yo. Mordí suavemente mi labio inferior para después dejar un beso, que duró unos segundos, en su mejilla.
-Hasta mañana- le dije viendo como sus orejas estaban un poco rojas, no pude evitar que una sonrisa se formase en mi rostro.
-Sí, hasta mañana Hyuck- me dijo sonriendo de igual modo para poco después continuar el camino a su casa.
Una vez le perdí de vista entré a mi casa cerrando la puerta a mi paso. Apoyé mi espalda en la puerta y mordí mi labio inferior intentando evitar que unas extrañas risas salieran.
-Parece que alguien ya tiene pareja y aún no nos lo ha presentado- dijo Taeil captando mi atención.
Mi hermano se encontraba apoyado en el umbral de la cocina con una sonrisa en su rostro.
-No tengo pareja- dije aclarando mi garganta mientras me incorporaba intentando parecer tranquilo cuando mi corazón estaba por salirse por mi boca.
-¿Y ese de fuera quien era?, nunca le he visto- dijo ganándose una mueca de mi parte.
-¿Sabes lo que es la privacidad?- le pregunté notando como mis orejas comenzaban a calentarse al saber que mi hermano nos había visto a Mark y a mí.
No habíamos hecho nada del otro mundo, de hecho solía ser muy cariñoso con mis amigos, pero por alguna razón cuando se trataba de Mark siempre me ponía nervioso.
-Como si no me conocieras pequeño, yo me entero de todo- dijo -Absolutamente todo- dijo levantando las cejas varias veces, dándome a entender que había un doble sentido en aquella frase.
-¿Qué sabes?- le pregunté casi tartamudeando.
-Por darte un ejemplo te diré que alguien muy cercano a mí ha dado su primer beso y no me ha contado nada sobre eso- me dijo y abrí los ojos como platos al saber que mi madre me había traicionado.
Solo ella sabía sobre aquello.
-No sé de que hablas- dije desviando la vista de la suya pasando una mano por mi pelo para después subir las escaleras a mi habitación.
Me tumbé en la cama boca arriba y abracé un cojín ocultando mi sonrisa con este. Nunca me habría imaginado de aquel modo por un chico. Y eso que solamente le había dado un beso en la mejilla.
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˚‧º·єριℓєρѕу‧º·˚
Fanfiction°𝙼𝚊𝚛𝚔 𝙻𝚎𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚋𝚊 𝚎𝚗𝚊𝚖𝚘𝚛𝚊𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝙻𝚎𝚎 𝙳𝚘𝚗𝚐𝚑𝚢𝚞𝚌𝚔, 𝚞𝚗 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚘 𝚜𝚞𝚢𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚘𝚌𝚒ó 𝚊 𝚙𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚙𝚒𝚘 𝚍𝚎 𝚌𝚞𝚛𝚜𝚘 𝚍𝚎 𝚌𝚞𝚊𝚛𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙴𝚂𝙾° ➡️𝙃𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖 100% 𝙢í𝙖. ➡️𝙍𝙚𝙨𝙥𝙚𝙩�...