Capítulo 17 La lucha final: Parte 2.

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Sort por otro lado, mientras trataba de dominar su estado de anarquía. Siente el llamado de Alizes en su mente.

Posterga su transformación final y atiende el llamado de su ama.

Observa lo que pasa, y ve que no la tiene fácil con esa nueva contendiente que gana en batalla cuerpo a cuerpo. Y corre hacia ella dejando el frente de los ejércitos y siguiendo al Pegaso de fuego que pertenece a Rubí.

La chica de cabellos níveos se sube a la cabeza de una serpiente y la lleva hasta la cúspide de la torre, y Sort con prisa llega y lleva a Alizes volando hasta la torre donde la Matriarca Saambala había descendido. Mientras deja a su ama, este vuela y rodea toda la ciudad para observar la lucha de las víboras y cómo el ejercito dorado y rojo se desplegaban para rodearlos. Y escucha a las serpientes hablar:

— ¿Urhs has estig, un Uma Lupino? (Lupino, ¿qué opinas de lo que viste?)

— No tengo conocimiento de eso, maldita serpiente albina —Grita Sort desde los aires.

— Brota am, lique tan isr arton uk ishante (Hermano, los de su raza son unos indignos) Mench of Urka into Izra eta Darkianos quitzchen ek. (Mira lo que paso en la guerra con los darkinos, se sabe que son como ellos.)

Los ejércitos desplegados lanzaban lanzas y flechas prendidas, o el mismo poder de los soldados, pero a duras penas afectaba en algo a las enromes víboras. Que con sus largos cuerpos blancos y escamoso resguardaban las murallas y las entradas de Frotzland. Cuando el huargo negro desciende intenta transformarse de nuevo y mientras lo hacía, los ojos de esas víboras lo veían intensamente, y una de ellas le comenta a su hermano:

—Brota am, My irk tanch ut impent herzon my Brota am (Hermano, deja que luche con él y lo mate... te lo suplico hermano) Hairzen nuen am item um tauter not izr (quiero comprender si fue él quien mató a nuestra hermana) Urka uaim at ur impraklifsen (Quiero ver de cerca su aura y conocerlo)

Sifiro mira a Otomandi muy decidido, y le responde: — Hustrisch Brota am. (como gustes hermano)

Es entonces que Sort despierta su modo Anarquia: Su lomo se hace mas grande y su musculatura aumenta, los huesos de su columna truenan y chocan, crecen en una cresta cubierto de pelaje negro que es inmediatamente cubierta por fibras de musculo y piel, sus patas se alargan y se abultan, sus garras salen como cuchillas, sus dientes aumentan de tamaño, la melena asciende y engorda, cambia el color de sus ojos a un tono rojo ardiente, junto a sus garras que empiezan a emitir calor; se tornan como el color de la fundición del hierro. Aumenta el radio de calor que produce su cuerpo causando un cambio brusco en el entorno. Deja de nevar, y relámpagos aparecen en los cielos. Aquellos con el poder del trueno se alegran, y lo único que podían hacer las serpientes eran presenciar los malos augurios que representaban esas nubes negras. No dejaban de estallar entorno a las alturas las trompetas naturales y a simple vista no parecía que Sort en su grandeza fuera una amenaza contra esa serpiente, pero poseía el tamaño suficiente para hacerle frente.

Los ejércitos que notaban sus infructuosas incursiones de ataque vieron la silueta del gran lobo negro, y se mantuvieron al margen, no se involucraron. Eventualmente se plegaron y se reunieron en un punto que daba a la salida del valle. Fredys Y Ar Dumis, junto con Purpurea quienes ahora lideraban los ejércitos llegaron a crear un plan. Ya que tenían la ayuda de Sort que luchaba contra la gran serpiente de ojos azules Sifiro, tenían todo un arsenal disponible para luchar contra su hermano Otomandi. Pero fue cuando sintieron un temblor. La serpiente albina de ojos azules de un latigazo con su cuerpo enviste y envía a Sort dentro de la ciudad destruyendo las viviendas del interior.

Sort, rodaba y rodaba y la destrucción era masiva. Algunos escombros cayeron sobre él, y aun así no tardo en levantarse y con su aliento derritió todo a su alrededor y aumento su capacidad de flama hasta quemar toda una manzana de casas y establecimientos públicos. El fuego no lo alcanzaba y cuando Otomandi, el de los ojos azules observaba tal escena de destrucción este se lanza con furia gritando — ¡UK UGARDA! (Como te atreves).

Sort no se queda atrás y correr hasta él. Arremete con sus patas para desgarrarle, pero Otomandi lee sus movimientos y esquiva sus golpes. Al ser tan rápida, Sort no le queda de otra que acercarse, pero la víbora tan ágil y veloz se acerca y lo enrolla, lo que permite que el lobo negro la mordiera con colera con sus colmillo, estos se hunden fácilmente en las escamas, y su boca ardía tanto como un metal en el crisol. Otomandi se retuerce de dolor, deja de enrollarlo, pero, al liberar a su enemigo, Sort lo toma y con su boca lo gira y lo estrella con todas las viviendas cercanas y lo lanza fuera de la ciudad y de paso rompe los muros que protegían la ciudad.

Sifiro al notar como su hermano era lanzado, duda, sin ir ayudarle o quedarse a defender la entrada. Pero no contaba con que los ejércitos rojos se unieran para recitar un mantra con un mudra de posición de manos y mientras cantaban ese mantra, una variante del Ignis Coelum usado en masa para dirigir todo el poder de fuego en un solo punto se estaba creando. Pero esta variación era más rápida he igual de poderosa a la técnica del horno imperial.

Los soldados lanzaron un torrente de fuego. Que fue contrarrestado con aliento de hielo. Sifiro no podía creer que esas pequeñas criaturas le hicieran frente y lo hicieran retroceder.

Sort no dejo que la serpiente se repusiera del golpe. Enseguida lo ataca por detrás y lo empuja al bosque detrás de él arrasando con las arboledas. Sifiro que se imposibilitado por el poder del ejercito de fuego, mueve su colosal cuerpo y trata de aplastar toda la compañía, pero esta tan solo se retira. La caballería en tierra corre por el campo para que el cuerpo de Sifiro no los alcanzara. Mientras los que se desplegaron en aire lanzan fuego a la cabeza de la serpiente para distraerlo de su ataque. Sin embargo, algunos soldados en caballo mueren.

Ahora era la serpiente la que era lanzada por los aires, y cae dentro de la ciudad destruyendo algunas casas. Sifiro se une a él y pregunta: —Uk in tuks in brota drip lupino, pak ha ek (como no pudiste con él hermano, es un lupino más pequeño)

— Brotha ik uhr lupino, neshstensen, pur in the org(hermano, subestime a ese lupino, su ferocidad es muy elevada)

— Durg in teck brota (¿quieres mi ayuda hermano?)

Su hermano Otomandi asiente y lo ven salir del boscaje, como nunca habían visto a un lupino en su modo anarquía. Una gran ¨A¨ encerrado en un circulo adornaba su cabeza con una espiral etérea de combustión negra como una nube tormentosa se atumultuaba girando en el sentido de las manecillas del reloj. Sus ojos se tornaron negros con un brillo tenue que se asomaban en sus pupilas, que continuamente cambiaban de color, de pelaje erizado, caminaba excelso, sus enormes patas derretían el pavimento blanco, y exhibiendo sus colmillos ansiosos por triturar. Intimidaba solo su apariencia.

Las dos serpientes sintieron presión en su presencia, y disparan su aliento de hielo, pero este contrarresta su aliento con su propio fuego, haciéndole frete a los dos.

Se ven superadas por su fuego y retroceden mientras eran atacados por los fucilazos de los soldados de truenos, que lanzaban cargas a sus cuerpos blindado de escamas. La serpiente de ojos azules despierta en su interior su estado de calma. Y luego se contrae para lanzarse contra Sort. Un aliento de hielo golpea su fuego y hace que Sort se retire de su posición.

Luego Sifiro trata de morderlo, y trata de enredarse en su cuerpo. Pero Sort con sus enormes patas recordetas y con sus afiladas garras detienen el intento de agarre del saurópsido.

Los ejércitos se reúnen y atacan entre fuego y rayos. Y a pesar de todos sus esfuerzos no parecía afectarles lo suficientes como para hacerlas retroceder. Por otro lado, la resistencia de los soldados decae y se retiran para que Sort los enfrente. Sabían que le dejaban todo el trabajo, pero planeaban llegar con mas fuerza para poder derrotar tan solo a una de ellas.

Pero sin advertencia alguna, la torre que sobresalía de la ciudad de Frotzland se sacude y mucha polvareda forman nubes de partículas que salen disparada por los ventanales de la torre. Y un grito desgarrador sale de la columna de polvo. 

Al otro lado del lago.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora