Al otro lado del lago.

Capítulo 14 La historia de Ysviel: parte VIII.

Después de haber conformado el nuevo consejo, la Matriarca Gorsiel habló con los líderes, y contó cómo había evitado la intervención de los líderes militares para defender a sus amos. Usó el mismo método para amenazar a los generales.

El miedo a los Asaburashi por las familias era tan grande que el solo hecho de decirles que estaban siendo vigilados por ellos era un motivo suficiente para que los que estaban en la sala no intervinieran en el asesinato. además, que al ser respaldada por Lu Bei, muchos de sus planes en cuestiones de chantaje podían ser resueltos, se puede decir que el control de espionaje de Lu Bei podía disolver cualquier problema de sublevación de parte de las familias afectadas por el asesinato de los líderes del consejo.

Y lo que paso en los cuatro meses de la reunión, dio tiempo para preparar la trampa. El Gotie Gratie ayudó en los planes de Gorsiel por medio de Madame Chi. Que colaboró en su red de espionaje con el repositorio.

Asi que, con los cabos sueltos resueltos, Gorsiel se propuso a contarles sus planes:

— Sabía de antemano los riesgos al convocarlos. Y de que todo esto llevara a un resultado desastroso pero necesario. Lo triste de todo esto es que Lu Bei tenía razón a decirme que es inútil una guerra sin cuartel sin contar con todas nuestras fuerzas. Era posible que Lu Bei Y Madame Chi llevara a cabo resolver el problema del consejo sin mi ayuda. Pero no tendrían la ayuda del pueblo, así que acabarían como en el principio, si ayuda de su misma raza. Y, además, aunque pudieran convencerlos de una guerra con las demás castas, no harían nada con una ejercito falto de preparación y encima sin poderes... es por eso que ante la posibilidad de una revancha pondremos todo nuestro esfuerzo en una solución algo inesperada.

— ¿A qué te refieres? —Pregunta Madame Chi.

— Tengo en mi poder el diario de mi difunto marido. Y habla sobre una posibilidad de que la raza Saambala, pueda desarrollar algún tipo de habilidad. Dándonos la opción de salir como razas parias.

— ¿Enserio? — Comenta Ocros con gran asombro.
—Si, no miento... yo mismo al ser de raza puro tengo ese poder... pudieron darse cuenta cuando mi aura soltó un gran impacto de viento. Y ese mismo poder lo tuvo también él, pero lamentablemente no era digno para controlarlo. Es por eso por lo que aplicaremos esa misma desgracia a nuestro pueblo.

— ¿Y que nos garantiza que funcionara? —Pregunta Nias.

— No hay garantías, por eso es una apuesta arriesgada. Si acertamos en esto, levantaremos un ejército que pueda rivalizar con los dorados.

— Bueno, si tu lograste obtener tan solo un mínimo de poder es posible que los demás también puedan tener ese potencial.

Madame Chi, estaba convencida de que el plan de Gorsiel iba a funcionar, y no solo eso: estaba altamente involucrada en su locura para erradicar a los débiles.

— Lo primero que haremos es muy sencillo, todo esto es altamente secreto, nada de lo que diga aquí tendrá que ser filtrado. Por eso haremos un juramento. Ni el pueblo, ni siquiera nuestros aliados sabrán lo que haremos. ¿entendido?

Todos concordaron.

Y mando a traer en una botella con agua con el veneno de la flor azul.

— Esto será una prueba — Dice Gorsiel.

— ¿Qué es esto? — indaga uno de los líderes.

— Es lo que nos dará poder. Ahora bébanlo y sabremos quienes están dispuestos en esta causa.

Sin pensarlo Lu Bei y Madame Chi lo beben. Los únicos que no se atrevieron de inmediato fueron: Elot Medrac, y Colguer Boldric.

Kroguer por el contrario lo bebió y respondió: