Me despierto, es un alivio que nadie estuviera cerca. Observo atentamente donde me encuentro y recuerdo que estaba en mi habitación cuando todo esto sucedió, mi desconcierto me asusta un poco por al ver tantos libros regados, y es cuando escucho golpear la puerta y Mra anunciándose.
— Su divinidad Alizes, la comida esta lista.
Yo me levanto y me recompongo, con esta es la segunda vez que me desmayo.
¿Qué me estará pasando?
Abro la puerta e invito pasar a Mra, que traía comida.
— ¿Se encuentra bien su divinidad?
— No me llames divinidad, solo llámame por mi nombre.
Me masajeaba los ojos, como si de una larga siesta se tratara, Mra me ve muy cansada y me dice.
— ¿Estas segura de que estas bien, Alizes?
— Si, por favor no me prestes atención, deja la comida ahí, ya comeré.
— Como usted diga.
— ¿Puedo hacerte una pregunta Mra?
— ¡Claro!
— ¿alguna vez... alguna vez te has enamorado?
Esa pregunta la sorprendió, y desde ese fleco rubio pude ver sus ojos dorados, que se abrían mostrando algún tipo de culpabilidad, y se sonroja.
— ¿Por qué hace esa pregunta Alizes?
— Bueno, sabes que tengo un chico que me está buscando ¿no es así?
— ¿Se refiere al Dark assas?
— Si, ciento un intereses algo afectivos hacia él, al principio no puedo negar que me molestaba, pero luego demostró que no era como los otros... creo que estoy hablando de más.
— No su divi... digo, Alizes por favor prosigue.
— No sé su nombre todavía, él se sentaba todas las tarde a verme, y creí que era de eso típicos chicos que se sentaban a molestarte, pero él no hacía nada y yo no me atreví a preguntarle que quería.
— ¿Por qué?
— No lo sé, yo solo quería estar sola, vivir mi vida tranquilamente, pero siempre hay alguien que no te deja estar sola, incluso pensé que podía morir sola y librarme de tanta maldad, pero él me siguió hasta aquí, si lo encontrara no sabría que hacer o que decirle, ¿tú qué piensas?
— Bueno, no sé qué decir, aquí es un problema amar a alguien de cabello y ojos negros, pero ya que entre dioses no se afectan yo diría que usted y él deberían estar juntos, si lo ves bien, un hombre que es capaz de venir y cruzar el continente luchando contra grandes obstáculos, es un hombre como para recibirlo en gloria y festejo.
— Eso mismo pienso yo, pero la tormenta de media noche dice que vendrá con guerra y destrucción.
— Leí hace mucho que el amor siempre trae tragedias, si no fuera así entonces no sería amor.
— ¿Dónde leíste eso?
—Alguien me regaló un libro muy hermoso.
— Entonces si te has enamorado, dime ¿Quién es?
Ella se retrae un poco por que se avergonzaba de que supiera que el chico que le gusta es un conocido.
— Es Kiros.
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Al otro lado del lago.
FantasiRaynard Boldorg salta hacia un misterioso lago en un intento para salvar a la chica de sus sueños después que el destino les hiciera una mala jugada, pero para su sorpresa, ella no se encontraba en él, y antes de perder la consciencia su mano traspa...