Capítulo 19 Saga de OldWorld: ¿Quién carajos es Charles Irving Smith?

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Después de una noche ajetreada por el matrimonios de Kiros y Mra que duró hasta tarde con el acompañamiento de Zastrozz y algunos allegados como las virtuosas, eruditos, maestres y nobles que colaboraban con migo, me fui a mi cuarto mientras los novios y demás terminaban su fiesta. Yo me recosté y proseguí con el libro que encontré sobre ese hombre llamado Charles Irving Smith.

"Me enliste en un barco llamado El Exilio a mis 19 años, y discutí con Robert varios aspectos de las teorías progresistas de la teología natural que en esos tiempos apoyaban la idea de John Terry sobre la idea de una taxonomía estática y sin cambios. Tenía que aprovechar todo este tiempo para hablar con él después de mi viaje en el Nimrod que fue una pesadilla náutica cuando nos relataron del Kraken. Y no podía yo parar de pensar en que era lo que tenía tan asustados a eso balleneros. Pero después de mi descanso del primer mes; me embarcaría de nuevo en ese barco ballenero que se dirigía al pacifico para casar cachalotes, mi amigo Robert me había prestado algunos libros sobre la ciencia natural de Henslow, Herschel, y Humboldt... "— No puede ser, esta hoja...

Busque la hoja que concordara con la que había leído en el principio.

He encontré una hoja que se acercaba a la página que contaba lo de Bristol.

"Después de mi largo viaje en las costas de Patagonia que duro 2 años, me encontré con un viejo amigo del orfanato que me contó sobre un viaje que iba hacer a cuba para contrabandear ron, y me pedio que me uniera a él para viajar a España para que iniciáramos juntos una aventura en el otro lado del mundo. Pero me negué inmediatamente porque quería reunirme una vez más con Fryda. Esperaba a que siguiera trabajando en la panadería de su padre y de que no se hubiera casado. Pero mi amigo saco provecho de mi estupidez para golpearme y dejarme tirado en un basurero mal herido. Aún seguía siendo un escuálido y un idiota para la pelea. Ese hijo de perra me engañó para hacerme salir y apuñalarme en el costado y dejarme tirado en esas calles frías y mojadas.

Cuando abrí mis ojos, me encontraba vendado en un cuarto que olía a perfume barato que se mesclaba con el penetrante olor a cigarrillo.

Era una prostituta que me ayudó y curo mis heridas.

Su nombre era Chardi, trabajaba en un burdel llamado el zapato feliz, cuando desperté me contó lo malherido que estaba en ese callejón, era hermosa, de tez blanca y cabello negro y rizado, era de mirada fría y dominante, sus labios rojos y sus ojos fijos ahuyentaron la duda en mi sobre quien era.

En ese momento me sentí un poco aliviado de no haber muerto y de que Chardi apareciera para salvarme.

Ella abre las piernas y se sube en mí, escupiendo el humo de su cigarro en mi cara.

Ella era bastante mayor y un tanto fría, yo era un muchacho en ese entonces virgen y un poco idiota, me sentía excitado por sentir los muslos desnudos de una mujer, y en todo ese tiempo en que yo me desperté, ella no pronunciaba palabra alguna. Ese cuerpo maduro y bien sujetado por el corcel rojo y negro, sus pechos que brotaban de su escote, y el perfume de su piel, me hicieron sentir un escalofrió erótico. Y acerca su rostro hermoso al mío y me besa.

Esta parte la omito porque me llevaría horas describir todo lo que sucedió después, esa noche perdí mi virginidad.

Chardi se levantó primero y me dejo la ropa limpia en una silla con una nota que decía que me fuera.

Con mi vendaje cambiado y después de salir de ahí, me fui directamente a la casa de Frida, pero lastimosamente me fue informado que ella ya se había casado con un marques de la provincia.

Al otro lado del lago.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora