Capítulo 20 Saga de OldWorld: Charles Irving Smith, Parte I.

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"Mis estudios de la evolución me han servido para aclarar mucho de este mundo. Las criaturas que habitan aquí, no son como las de mi mundo, ellas carecen de forma y taxonomía, aquí la mutación es estática y poco activa, y las posibilidades de variación son nulas, algunas parece tener vida pero mueren y renacen cumpliendo un ciclo inútil de población.

Aquí no hay una selección aleatoria en el código genético si no hay intervención, estas posible criaturas podría solo extinguirse. Algunas guías de este mundo me han dado pistas sobre la creación, pero primero, daré base a mi teoría con las teorías evolucionistas de mi amigo Robert, que incluyo en su notas sobre la mutación.

Primero. Las especies fracasan en la reproducción y por ende en la supervivencia, sin descendencia no pueden variar ni sobre-mutar, y la población de la misma se acabaría.

Segundo. Aquí no hay nuevas especies, sin la primera primicia que se cumpla no hay necesidad de una nueva, y aun estoy investigando como se podría crear la diversidad de vida sin estos primeros datos.

Tercero. Las fluctuaciones son variadas y las poblaciones por sorprendentemente que parezca, no disminuye. Aquí entra un enigma, sin cambio no hay mejoría, pero estas especies al parecer sin cambio aún sobreviven al entorno cambiante.

Cuarto. Los recursos y alimentos naturales son increíbles, es algo muy contradictorio a las mutaciones de los animales, aquí sí han tenido éxito, las variaciones son sorprendentes".

Por ahora, y antes de empezar mi investigación trazaré mi fecha de inicio y de llegada, porque cuando llegué aquí estaba totalmente perdido. Lo primero que me dejó perplejo fue que el sol sale del lado contrario, y hay cuatro lunas, y no hay ninguna constelaciones que me guie en las noches, porque todas las que conocía no las veo en el cielo nocturno. Todo es nuevo para mí.

Y de nuevo la hoja se cambia.

"Resulta que después de rescatar a los sobrevivientes del Kongul, muchos de ellos empezaron hablar con su lengua nativa, y nos advertían de algo que no podíamos adivinar. Es cuando después de 2 noches buscando sobrevivientes, encontramos a Richard Clauds, él si hablaba nuestro idioma.

El hombre era viejo, canoso, de ojos azules muy vivos y relucientes, de ropas viejas y mal olientes pero de aspecto muy pirata, este pedía ron: el hombre toma ron y luego se sienta para contarnos lo que ha pasado.

— Piratas.

— ¿Qué pasa con ellos?— Pregunte mientras esperaba a que me dijeran que fueran ellos, pero no resulto ser así.

El hombre se quedó inmóvil y callado por un instante, pero retoma la conversación con un sorbo de ron.

— Vimos a lo lejos un barco, un galeón negro que izaba la bandera negra con el símbolo del círculo y la cruz de cuatro estrellas.

— ¿El circulo y la cruz de cuatro estrellas?— Me indagué porque nunca lo había escuchado.

— Es el símbolo del pirata menos conocido, pero igualmente el más temido incluso para la Senior Services, que muy pocos saben quién es. Solo escuchaba leyendas de ese barco, hasta que por fin lo vi con mis ojos.

— ¿Ese piratas atacó su barco?

— No, algo peor... el Kraken, o eso piensan los demás.

— Si, ya hemos escuchado eso de los demás hombres, todos dicen Kraken.

Algunos reían por escuchar algo tan descabellado. Yo como hombre de cultura, tenía que separar entre la fantasía y las criatura mitológicas que abundaban en las historias de los marineros, pero sin lugar a duda mi amigo Robert me había advertido que el mundo es demasiado grande como para no creer en otras criaturas fantásticas, como lo fue con el biólogo y paleontólogo Richard Owen que comparó la majestuosidad de varios fósiles de un lagarto enorme, al de un dragón y que después Gideon Mantell atribuyo con su famoso Igualodon, o Megalosaurus .

Al otro lado del lago.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora