—¡Le he dicho que suelte mi teléfono! — le repito.
Él no parece entenderme, porque no veo ninguna reacción en él que no sea agitar el teléfono como si fuera un subnormal. ¿Podría ser que no entiende el español? Es por eso que para hacer la prueba, le dije lo mismo en inglés, pero tampoco reaccionó a lo que le pedí.
Llegó un momento donde él mismo dejó el teléfono en la encimera, pero sin colgar la llamada. Alguien que tuviera intenciones de hacer daño, ya se hubiera defendido al sentirse descubierto. A pesar de su aspecto rudo y grande, se comporta como un niño pequeño.
Retrocedió despacio y no aparté la mirada ni un solo instante de él. Abrió la nevera y, como si esta fuera su casa, tomó en sus manos un galón de agua y uno de leche que habían. Los olfateó por unos cortos segundos y le quitó la tapa para ingerir ambas cosas a la vez, pero se arrepintió en el acto, pues sacudió su cabeza como si no le hubiera gustado del todo.
Poco a poco tuve la suficiente valentía para ir acercándome a la encimera. Quería cortar la llamada con mi madre, pues solo escuchaba su respiración agitada bien cerca al micrófono. Debe estar tratando de escuchar la conversación. Si le cuento lo que está sucediendo, se volverá loca. Colgar la llamada no suena muy inteligente de mi parte, lo sé, pero prefiero tomar cartas en el asunto por mi cuenta, que provocarle un infarto al decirle que un desconocido invadió nuestra casa.
Escuché los pasos de Jeniffer y la vi caminar con los ojos cerrados y rascándose. Es el peor momento en que se vino a aparecer por aquí. Ella también quedó helada cuando vio al hombre, pero a diferencia de mí, esa sinvergüenza lo miró con una expresión bastante inapropiada.
Me hizo un gesto con las manos de qué estaba ocurriendo, pero no pude responderle, cuando volví a mirarlo. Él se había dado cuenta de la presencia de ambas, pero eso no fue suficiente para espantarlo ni nada, se veía más intrigado con las cosas que habían en la nevera que con nosotras.
Agitó la lata de coca cola tan fuerte que cuando la abrió se la echó encima. La pequeña explosión lo asustó y examinó la lata a su alrededor. No sé si trataba de leer lo que decía, pero sin duda alguna, era evidente que no sabía qué demonios estaba haciendo.
—¿Quién eres? — mi amiga sin duda alguna fue más valiente que yo, porque se atrevió a acercarse al sujeto.
Quise advertirle muchas veces, pero me ignoró. No sé en qué cabeza cabe acercarse a un desconocido que se atrevió a irrumpir en nuestro hogar desnudo y tratarlo como si fuera un gatito perdido.
Aproveché la oportunidad para atrapar mi teléfono y buscar la forma de calmar a mi madre a mi manera. Le dije que luego la llamaría.
—No puedes agitar la lata así o volverá a explotar por la soda. Mira — ella tomó otra lata de la nevera y la abrió con delicadeza, él la miraba como si eso fuera de gran importancia para él—. Ahora tómala — le extendió la lata y él la tomó tímidamente.
Él estaba procesando el sabor y, parece ser que le gustó, porque dejó escapar un sonido bastante peculiar.
—¿Nos puedes contar qué haces aquí?
No sé por qué cuando le hicieron esa pregunta fijó su mirada en mí.
—¿Lo conoces? — me preguntó ella.
—No, jamás en mi vida lo había visto.
—¿Entonces?
—Creo que no entiende nuestro idioma, o simplemente nos está ignorando. Deberíamos llamar a la policía.
—No, espera.
Caminó al armario del lado de la puerta y trajo consigo una sábana blanca, la cual usó como una batola para cubrirlo.
—No considero necesario hacer tal cosa. Si quisiera hacernos algo, ya lo hubiera hecho. Estuvo expuesto de esa manera a las bajas temperaturas y puede enfermarse — lo miró—. Puedes quedarte por esta noche con nosotras.
—¿Eso suena seguro para ti? Es un desconocido, Jeniffer.
—Un desconocido que necesita ayuda. ¿No te das cuenta de que está sediento y hambriento? Ha debido estar pasándola mal ahí fuera. No podemos dejarlo así.
Ella hablando y él detrás comiéndose una banana con todo y cáscara, tan cómodamente como si fuera un manjar y se sintiera en su propia casa.
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En las sombras III •Tetralogía Mortal• [✓]
RandomUn virus mortal amenaza a la humanidad, levantando una oleada de infectados, cuyo origen para los expertos sigue siendo desconocido. El caos se ha desatado luego de que dos experimentos altamente peligrosos han escapado de un laboratorio secreto si...