¿Vienes?

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Leonor

No hemos podido alejarnos de la televisión y de la radio. Estas semanas han estado llenas de incertidumbre. El alza de contagios e ingresos a los hospitales ha ido elevándose. Esta situación nos ha mantenido fuera de control.

Los Preston no han dado su brazo a torcer, continúan con una búsqueda exhaustiva de esa mujer. Según Nicolás, ese compuesto que lleva en la piel la hace irrastreable ante nuestros sentidos, pero no puedo creerle del todo, pues recuerdo ese olor a orina que esa noche en el laboratorio percibí.

Esa mujer es peligrosa y continúa haciendo y deshaciendo. Tenemos que dar con ella pronto antes que la situación se complique más de la cuenta.

Blair ha estado incordia e insoportable. Esa forma de ser suya es desesperante. Siempre se comporta tan despreocupada y le resta importancia a los asuntos que son verdaderamente relevantes.

—¿A dónde vas? — le pregunté, al notar que estaba recogiendo sus cosas en una mochila.

—Ha tenido suficiente de estas forzosas vacaciones, experimentos y preocupaciones. Si ustedes piensan seguir en las sombras, metidos aquí, con miedo y desviviéndose por encontrar a esa bruja que se escapó, adelante, pero no quieran obligar a los demás a que lleven esa misma miserable y aburrida vida. Lamentablemente, mis planes no son quedarme aquí encerrada de por vida. No dejaré de seguir viviendo plenamente por andar detrás de esa mujer o para calmar una situación que, para ser honesta, me da igual. Ese trabajo de controlar todo el caos que se ha creado por estos meses, le toca a ese viejo maldito y a ustedes, no a mí.

Los Preston y Benjamín se quedaron en silencio, después de todo, no es la primera vez que sale con lo mismo.

—¿Y qué harás? ¿Piensas salir a la calle con ese aspecto? ¿Qué dirás cuando te vean, que estás probando el disfraz que usarás en la noche de brujas? No puedes salir de aquí todavía — la enfrenté.

—Si tú quieres quedarte con ellos, adelante, no pienso detenerte, pero no me interesa seguir encerrada. Tengo mis asuntos que atender y he estado muy distanciada de todo por andar de niñera de ese viejo maldito.

—¿Y qué es lo que tienes que hacer ahí fuera? ¿Retomar tus sucios negocios?

—Sí. Necesito salir de esta cárcel. Tomar aire fresco, quitarme este olor a hospital de encima, fumarme un buen cigarro, acompañado de un buena copa de vino y un buen culo.

Su comentario me irritó al nivel que me dejé cegar por la molestia.

—Ya veo, entonces te está picado la cuchara y por eso estás de tan mal humor. Pues adelante, lárgate, aquí no haces falta.

—¿Hasta cuándo van a continuar con esto ustedes dos? Es el peor momento para discusiones— dijo Dereck.

—Blair tiene razón, papá. Con esta situación hemos desatendido nuestras obligaciones y responsabilidades, también a nuestras mujeres. Hemos estado encerrados mucho tiempo, ocultándonos de todos, mientras todos ahí fuera gozan de una vida normal. A pesar de todo lo que está sucediendo ahí fuera, la gente continúa saliendo a la calle, sin temor y sin restricciones. La abuela no va a aparecer tan fácilmente, ella sabe que estaremos detrás de ella y tratará de mantenerse escondida. Sabe que somos más que ella, no le conviene dejarse ver. Dentro de lo que cabe, debemos también pensar en nosotros y en la familia. Sé que no es fácil, pero hazlo por mamá y por ti. Después de la tormenta viene la calma. Sé que las cosas poco a poco van a mejorar. Ella cometerá un error y la encontraremos, pero por lo pronto, tratemos de desconectarnos un poco de todo esto. El abuelo está haciendo su parte, así que, tendremos que confiar en que esta vez hará un bien. A él tampoco le conviene que se descubra el origen de todo esto—miró a Blair—. Llévate a Leonor. Nos mantendremos en contacto. No se pierdan y tengan mucho cuidado ahí fuera.

—Quieres deshacerte de mí como si fuera un trapo viejo. No tengo que andar detrás de la falda de esta. Prefiero quedarme aquí para estar al tanto de todo.

—¿Segura? — Ian enarcó una ceja, y capté que debía haber una especie de indirecta—. Tú también necesitas ese tiempo de relajación. Tomar aire fresco, una buena copa de vino, un relajante baño y tener una agradable compañía.

—Bien —dijo Blair—. Suena convincente. Ahora bien, ¿qué me dices tú? ¿Te vienes conmigo? — entrecerró los ojos, como si estuviera tratando de convencerme. 

En las sombras III •Tetralogía Mortal• [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora