En las sombras III •Tetralogía Mortal• [✓]

A ti

Regresamos a la clínica, trayendo con nosotros tanto a ese sujeto, como a Benjamín y a Jenny. Recibimos asistencia médica. Entre nosotros, el más que la necesitaba con urgencia era ese hombre, al menos para detener el sangrado de sus heridas. Dereck podrá sanar, al igual que yo, solo será cuestión de tiempo. Luna era la más activa que se veía. Pudimos relajarnos al ver a nuestra hermosa niña sana y salva gracias a Ian.

—Esa mujer sabe que estamos aquí y no dudo que vuelva a atacarnos enviando ese ejército de infectados, pero no podemos seguir huyendo— dijo Ian.

—Concuerdo contigo, pero voy a sacar a mi hija de aquí. No pienso ponerla más en peligro — dije.

—Blair y Leonor están de camino— avisó Ian—. Les llamé para que les diera apoyo, pero veo que no lo necesitaron… — miró a Luna, y luego a Dereck—. Me comentaron que el abuelo ha estado ansioso y curioso. ¿Sabes? Me temo que en esta ocasión deberíamos acudir al abuelo, papá. Él conoce nuestros puntos débiles, por lo que puede conocer los de ella, además, nos puede servir de ayuda para darnos distintos métodos para defendernos de esa bruja. Él también la tiene como objetivo, podemos usar eso a nuestro favor.

—Hay que aceptarlo, ese señor no será nuestra salvación. A él no le interesa ayudarnos, tampoco encontrar la cura para este mal, solo quiere usarnos como objetos de prueba. ¿Realmente creen que él se pondrá de nuestro lado en esto? ¿Cuándo lo ha hecho genuinamente? — afirmó Zaira, y debo darle la razón.

—Ni lo intentes… — escuchamos a Luna y todos fijamos la mirada en ella, pues ni siquiera estaba hablando con nosotros, más bien con ese sujeto.

Despertó antes de lo estimado. Tomamos medidas algo extremas con tal de mantenerlo neutralizado. No podemos permitir que se escape.

—Tú nos dirás todo lo que sabes — lo enfrentó Luna—. Comenzando con el escondite de esa mujer y sus planes.

Él permaneció en silencio, estudiando los alrededores y a todos los aquí presentes.

—Ya conozco tu debilidad, y no dudaré en usarla a mi favor— le advirtió Luna.

Así no lograremos sacarle nada.

—Escucha, no pienso juzgarte por lo que nos hiciste, porque sé que, al igual que nosotros, solo has sido usado por esa bruja. Si quieres tomar represalias contra ella, este es el momento, nosotros también queremos hacerlo, por eso debemos unirnos en esto. Debemos detenerla cuanto antes — le propuso Ian.

Él seguía en silencio, repasando las palabras de Ian, pues se notaba incrédulo.

—Bien, comenzamos con el pie izquierdo de parte y parte. Entonces, tratemos de comenzar por el principio. Ya debes conocer todo de nosotros, por lo que no encuentro necesario a estas alturas una presentación, pero nosotros no conocemos nada de ti. ¿Al menos podrías decirnos tu nombre? — le cuestionó Dereck.

—Vladimir — su respuesta careció de emociones.

Creo que ninguno de nosotros esperaba que él respondiera.

—No me interesa hacer amistad con ustedes, mucho menos unirme a su bando, porque aquí no existe ninguno capaz de sobrevivir a lo que viene.

—Y según tú, ¿qué viene? — insistió Ian.

—El fin de todos ustedes— miró a Luna y le sonrió—. Y a ti, pequeña, te dejaré para el final.