Cardigan

11.

Desperté con Ursula a mi lado, la miré algunos minutos en silencio hasta se despertó y soltó una sonrisa, tomé mi camisa que estaba en el piso y se la di para que fuéramos a desayunar.

—¿Tienes que ir a trabajar o nos podemos quedar unos treinta minutos más en la cama? —me preguntó con una tostada en la boca

—La verdad es que a mi me encantaría quedarme todo el día pero tengo que trabajar, si no llego a la oficina los chicos son capaces de venir a buscarme hasta acá, con Lali incluida ¿Te imaginas le digo que no voy? —dije riendo

—Bueno, Lali es mi amiga... si quieres la llamo y le digo que amaneciste un poco mal del estómago —respondió, se puso de pie para luego sentarse en mi piernas— la verdad es que voy a poner una queja en esa oficina porque te estoy viendo muy poco —me besó— Escuchame, la pasé muy buena noche escuchando tus historias, me encanta el lazo que tienen en tu familia, es muy lindo

—Somos muy unidos —dije con una sonrisa y la acaricié— que bueno que la pasaste bien, mi mamá me mandó un mensaje para saber como te habías sentido, hace bastante no llevaba nadie a casa porque a veces se ponen un poco intensos y no me gusta dar explicaciones, menos si no tengo nada formal, pero esto se dio, no te sientas obligada a nada, a mi me gusta lo que tenemos así, relajado —asintió con una sonrisa— además con el poco tiempo que tengo en este momento, sería un poco egoísta prometerte algo mas

—No, prefiero que seas sincero —respondió— aunque te mato si me entero que tienes poco tiempo para mi y te estas viendo con otra —me amenazó con una leve sonrisa, luego me besó una vez y se puso de pie— ok, no te quiero demorar más

—Te aviso que día tengo un poco más libre antes de irme a Florida, es una visita que haré con Eugenia así que hay muchas cosas que tengo que preparar —dije terminando mi desayuno en modo flash.

Me di una ducha y salí volando a la oficina, todos estaban de muy buen humor post-asado, tuve dos reuniones con mi equipo de desarollo y luego Lali me presentó a la mujer seleccionada para asistir a mi hermana, muy competente con ideas similares, tal y como le pedí.

—¿Te diste cuenta que todo el mundo está de buen humor hoy? —dije con una sonrisa cuando Caro salió de mi oficina— Deberíamos repetir este tipo de cosas, sirve para que la gente tome mas confianza en el equipo

—Exceso de confianza —dijo Lali escribiendo en su computador— además no creo que sea buena idea considerando que te pones un poco flojo de lengua —oficialmente, me estaba atacando pero ahora no entendía que se refería— Tu eres un candidato a la presidencia, no un líder de una agencia publicitaria que tiene que agradarle a todo el mundo, no puedes perder ese nivel de respeto, porque si te ven con algunas copas de más o dices algo fuera de lugar, ellos no lo van a olvidar

—Estoy de acuerdo, pero también está bueno mostrar el lado mas humano o no? ¿A qué te refieres con que se me suelta la lengua? —pregunté sin entender—

—No me digas apodos —dijo un poco triste— me dijiste la la land —me miró— y...  da igual

—A mi no me da igual —respondí

—Te tiene que dar igual es lo más sano —sonrió

—¿Te estás escuchando? —preguntó

—Te estoy protegiendo —respondió rápidamente— ese es mi trabajo en este lugar, protegerte de todo lo que pueda sacarte de carrera, no lo hagas mas difícil —me sacó la mirada— Están llamando equipos de políticos de Florida que necesitan...

—¡Lali! —la interrumpí— No necesito que me protejas de este tipo de cosas, soy un tipo grande —sonreí— ¿De que estas hablando? ¿Te ofendí en algún momento o hice algo que te molesto? Me puedes explicar de una vez lo que te pasa, no puedo seguir jugando a la adivinanzas contigo