A. - 10.

3.6K 202 73
                                    

Nunca en toda mi vida había sentido un dolor como este, me la pasaba dopada la mayor parte del día y cuando no usaba el tiempo para leer novelas históricas que siempre quise terminar y no podía porque no tenía lugar en mi agenda. Mis primas me visitaban muy seguido, Rufina se quedó toda su semana libre conmigo mirando películas y tratandome como un cristal roto, ella era la mas emocional de la familia así que si quería llorar lo hacía siempre con Rufi, un lugar seguro.

Mamá tenía mucho trabajo, tanto que a veces venía a cuidarme cuando yo ya estaba durmiendo entonces me dejaba notitas para cuando despertaba al día siguiente. Papá estaba conmigo después del trabajo y mirábamos documentales, el primer mes nos vimos todos los de netflix. Habían días en los que no quería ver a nadie y ellos lo entendían perfecto, me cuidaban con mucha paciencia. Mi primera visita al doctor post-operación no fue muy esperanzadora, efectivamente iba a tener una recuperación de unos siete meses, así que inmediatamente me inscribí en diferentes cursos para hacer algo por mi vida o me iba a volver loca, incluso comencé uno de Portugués para sorprender a André en algún momento.

—prueba la siguiente partitura —me dijo mi profesora de piano— esta tiene una dificultad un poco más...

—permiso —entró mamá a la sala, miré el reloj y me sorprendí, era muy temprano— hola qué tal? —saludo a mi profesora y luego se acercó a mi— te falta mucho? —preguntó mientras me daba un beso en la frente

—No, no tengo como unos quince minutos —dije mirando el reloj— ¿Por? ¿Tienes cosas que hacer?

—Me tomé la tarde libre para cuidar de mi bebé —dijo con una sonrisa y miró a mi profesora— se avergüenza porque la llamo bebé pero ella siempre lo será —ella asintió con una sonrisa y luego me dio un beso— ok, voy a preparar unas cosas para que veamos una película, si no vienes en quince minutos te voy a venir a buscar, estas haciendo demasiadas cosas el doctor dijo que descanses

—Pero estoy sentada, no estoy forzando la pierna —dije riendo

—Tienes que ir a la cama señorita Lanzani —advirtió— Nos vemos, termina esto. Te amo, chau profesora, nos vemos luego

Salió del lugar y la profesora me miró con una sonrisa, era la niña mimada de la presidenta, obviamente que para cualquier persona sería gracioso presenciar un momento así, terminamos nuestra clase y tomé mis muletas para ir donde mamá que me estaba esperando en su habitación, el de seguridad me ayudó para llegar más rápido.

—¿De verdad te tomaste la tarde para cuidar de tu hija lisiada? —dije con una sonrisa mientras me acomodaba con algo de dolor en la cama— te aviso que me tomé una pastilla y es probable que no resista toda la película

—Es cierto, me tomé la tarde para hacer algo que amo y hace varias semanas no puedo, ser madre —me miró— me siento muy mal cuando sé que no estoy cuidando de mi bebé cuando lo necesita, además el insoportable de tu papá obviamente se puso a competir y dijo que el ha pasado más tiempo contigo y luego mencionó todas las películas que vieron —solté una carcajada— lo odio, así que hice una lista de películas que tenemos que mirar y tu no tienes que seguir viendo con el

—Entonces no quieres pasar tiempo conmigo, simplemente estás compitiendo con Lanzani —bromeé y me acomodé en sus brazos— ¿Siempre fuiste competitiva o te hiciste en el camino? —pregunté

—Era competitiva porque fui deportista pero siempre fui de manera sana, hasta que conocí en el fondo a los Lanzani y me di cuenta que competían por quién daba mas pasos durante el día según el Apple watch, ellos están enfermos y supongo que he pasado demasiados años con tu papá, tienes razón no puedo caer en su juego. No vamos a mirar una película, vamos a pasar tiempo juntas, como te has sentido? —preguntó

Cardigan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora