Cardigan

16.

Bella le estaba preparando una sorpresa a Eugenia hace semanas para pedirle que sea su novia y yo estaba muerta de amor con lo preocupada que estaba con todos los preparativos, no quería imaginar cómo se pondría el día que se comprometa. Me mandó un mensaje para decir que todo salió bien, pude dormir tranquila y completamente feliz por ambas. La oficina estaba convertida en un caos, era un desfile de personas importantes del partido pidiéndole cosas a Peter, era una locura como todos querían conseguir un lugar en la campaña, mientras nosotros usamos la estrategia de dejarnos querer y escuchar a todos.

—Estoy bastante agobiado —dijo Peter rompiendo el silencio de la sala de reuniones, lo miré con atención y sacó el inhalador de su chaqueta— No tengo ganas de seguir escuchando a más personas —me miró— ¿Tengo que quedarme a la última reunión? —preguntó

—Chicos, me dejan un segundo con Peter por favor —dije cerrando el computador y todos los asesores salieron de la oficina— ¿qué te pasa? ¿Quieres hablar? —se puso de pie y miró por la ventana.

—No sé, estoy agobiado. Demasiada gente hablando estupideces, ahora tengo que ceder un poco más para que el partido se ponga en línea conmigo. Se me fueron las ganas de seguir escuchando a estos viejos pasados de moda —me miró— ¿No puedo irme a casa?

—No, Thomas es el presidente del partido, es la reunión más importante y probablemente quieran hablar sobre la fórmula que van a usar para la candidatura, te van a traer opciones, tienes que ser paciente, estas en un momento muy decisivo, no puedes mostrarte débil en este momento, todos estamos un poco cansados, pero tu eres nuestro líder, si estás mal, vamos a estar mal todos —usó el inhalador una vez más— ¿Estás bien?

—Si, estoy cansado nada más. Tienes razón. —se sentó nuevamente en la cabecera de la mesa.

Pedí que le preparen un café y luego continuamos con la reunión. A las cinco de la tarde llegó Thomas con todo su staff, llenó el lugar inmediatamente, así que por parte de Peter nos quedamos el Chino y yo.

—Felicitaciones por tu gran triunfo —le dijo Thomas, le tomaron una foto dándole la mano— hiciste un muy buen trabajo, eres la sorpresa más grande que ha tenido el partido en este último tiempo, no recuerdo que haya pasado algo así antes, parece que el país quiere cambios realmente

—Estoy seguro que sí —dijo Peter con una sonrisa— Te presento a Mariana la directora de la campaña y mi asesora principal, Ricardo mi asesor también —nos saludó también, en ese momento nos dio una carpeta.

—Sabes que ahora nuestro trabajo como partido es apoyar tus decisiones por completo y también guiar tu camino para que se cumplan todos los requisitos que nuestros votantes necesitan. Por lo mismo, tenemos una lista de posibles formula para ti —Peter leyó la lista y yo inmediatamente miré al chino.

—Williams y Simons? —dijo sorprendido.

—Simons, la segunda mayoría del partido, te vendría bien para llegar a las personas mas conservadoras, necesitas un candidato que apueste a ese público debido a que tu representas todo lo opuesto, lo ideal es que tomemos una decisión en conjunto, no queremos imponer nada, muy por el contrario, nos interesa mucho lo que piensas —dijo Thomas con tranquilidad, Peter leyó la lista y luego me miró

—Kamala —agregó, miré la lista nuevamente y no la encontré en lo que le dieron— Es una mujer afroamericana, senadora, fiscal, lleva años en esto y sería la primera mujer como vicepresidenta. Me reuní con ella hace unas semanas cuando estuve en Washington y creo que es lo que necesito —Thomas se quedó en silencio y miró la lista— respeto mucho a todas estas personas, pero no me siento del mismo team de ninguno.

—¿Se lo planteaste a ella? —dijo Thomas

—Le dije que tenía intención de verla si todo salía bien —dijo Peter con una sonrisa.