Cardigan

A - 4.

Tuve que hacer todo el papeleo para congelar mis estudios universitarios porque los horarios definitivamente no me estaban dando, Pauli me ayudó a organizar todas las cosas de mi habitación, obviamente me daba pena dejar estar lugar, porque fue la primera vez que sentí un poco de independencia.

—Gracias por todo Pauli —le di un abrazo fuerte— Acá siempre vas a tener una amiga para todo lo que necesites, espero volver pronto pero si no sucede tienes que romperla

—Te amo amiga, te voy a extrañar mucho. La mejor roomie de todas —me dijo llorando— por favor no te borres, tenemos que vernos cuando tengas un espacio en tu agenda

—Obvio que si, te voy a invitar a mi nuevo hogar —dije con una sonrisa— no llores o me haces llorar a mi.

—princesa Lanzani —Emily entró a la habitación porque estaba abierta la puerta, todo el mundo vino a despedirme— buena suerte en todo —me abrazó— Te vamos a extrañar mucho acá, disfruta tu nuevo desafío y si te aburres de los varones llámame

—Deja el celular con sonido —sonreí y me abrazó nuevamente

—Hija, todo está en el auto. Vamos? —preguntó papá, miré mi habitacion por última vez y tomé mi mochila— gracias a todos, los quiero mucho, no voy a morir así que no me lloren, las quiero ver a todas en primera fila. Gracias por todo —me despedí del resto que estaba llorando por mi partida y salí con papá

Llevé mis cajas al departamento que conseguimos con Rufina, estaba muy emocionada de poder vivir con mi mejor amiga, era todo lo que soñamos de chiquitas, obviamente los hermanos Lanzani no nos dejaron elegir los que eran muy chiquitos porque les parecía peligroso. Tuvimos un día muy largo de orden pero finalmente lo logramos.

—No puedo creer que por fin estamos viviendo juntas, quiero abrazar a la Allegra y Rufina quinceañera —me tomó la mano, estábamos tiradas en el piso tomando una cerveza— la vamos a romper, mamá me dijo que este mes ella hará el supermercado, le dije que no hace falta pero supongo que no nos van a dejar en paz

—que divertido —celebré— obviamente me da un poco de nostalgia dejar la universidad pero me emociona mucho mas vivir contigo

—¿Como van los ensayos? —preguntó

—intensos —respondí— estamos llegando al armado completo, ya hicimos el primer acto completo y las correcciones, nos queda el segundo un poco menos de la mitad y ya después de eso pasamos a una nueva fase, ensayo mas general luces, los músicos completos, la ropa, todo lo extra —suspiré— Lo bueno es que son profesionales de primer nivel, ósea yo digo algo que no me gusta y lo trabajamos inmediatamente

—que locura, vas a estar en broadway, tu cara estará en la cuadra mas divertida del país —celebró— estoy orgullosa de ti ángel

—Te amo Rufi, no llores —soltó una carcajada

Preparamos nuestra primera cena, por suerte ella cocinaba bien porque yo era un desastre, por la tarde Jordi vino a cenar con nosotras y preparó paella, la pasamos muy bien, como en los viejos tiempos. La semana de ensayo estuvo muy intensa y el fin de semana acompañé a mamá a uno de sus eventos en Pensilvania, tuve la opción de conocer a niños de una fundación.

—¿Por qué te tienes que ir mañana tan temprano? —preguntó papá

—Porque Jordi se va a España por dos semanas y quiero despedirlo, no voy a poder viajar con él, es el cumpleaños de su mamá. Tengo ensayos y estamos en una parte súper importante, no me puedo ausentar, me matarían —dije mirando mis cartas— no me desconcentres

—No lo hago —agregó él con una sonrisa y bajó sus cartas— gané, loser. —agregó con una sonrisa— ¿Lo vas a despedir porque se va dos semanas? —preguntó sin entender.