22.

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Ganar las elecciones con esa cantidad de votos fue algo completamente sorpresivo y desde ese momento sentí una responsabilidad gigante, muchas personas confiaban en mí. Lo más triste de este camino era tener que renunciar a volver a tener una vida de pareja normal con Lali, después de todo lo que pasamos no era justo pero estaba seguro que ambos íbamos a encontrar la manera.

—Permiso —dijo Lali entrando a mi oficina— el chino me dijo que vas a darle tu primera nota como presidente a ¡Diego Dominguez! ¿Me quieres explicar porque? —preguntó

—Porque es un periodista que me pone en constante desafío y me interesa que mi primera nota como presidente sea con alguien con quién no me siento cómodo. La labor de la prensa es incomodar, Mariana. Supongo que eso lo tienes que saber —se giró y caminó hasta la puerta.

—Hola, voy a cerrar un segundo —le dijo a mi escolta. Inmediatamente solté una sonrisa en cuanto se acercó, me tomó de la corbata y me llevó hacía ella— no me jodas, no me tomes por estupida, dime la verdad ahora o la voy a conseguir de todas formas, te voy a dar otra oportunidad ¿Por qué le vas a dar tu primera nota a Diego?

—Ya te lo dije, porque me pone en desafío y quiero sentir esa incomodidad —respondí duro, tenía que luchar hasta el final— ¿No me vas a besar? —le pregunté rendido, después de que le dije que no era mas el Peter que tenía comiendo de su mano, ahora estaba de rodillas nuevamente

—No, porque me mientes —dijo con una sonrisa, chocó su nariz con la mía y me soltó— y no te lo voy a permitir —se acercó a la puerta y salió, suspiré completamente enamorado y pasaron dos minutos cuando entró con el chino a mi oficina, no podía ser— Estaba pensando que deberíamos dar la primera nota a Daily News, porque siempre tuvieron buena disposición con el equipo —el chino me abría los ojos y yo me tomé la cabeza, esto iba a salir mal

—No podemos, porque ya confirmé con el New York Times como lo pidió el presidente —dijo el chino

—¿Lo hicieron sin preguntarme? —dijo Lali de brazos cruzados— ¿Por qué le pidieron a Diego un favor? —miró al chino

—No le pedimos nada —dije luchando solo, el chino ya estaba rendido

—Encima me mientes, ¿te parece? —dijo Lali con actitud— ya no hace falta que lo escondan, sé toda la verdad

—¿Quién te dijo? —agregó el chino y le pegué a la mesa para que mirara, no podía ser tan débil

—Quiero que sepas que Peter me obligó y que yo no tengo nada que ver, siempre le dije que era mala idea que no te dijéramos nada y que nos involucremos con Diego sin tu opinión pero no él no dejaba de decir que no me meta —confesó la verdad casi sin respirar—  yo no tengo nada que ver, lo único que hice fue ayudarlos a la junta, nunca pensé que era buena idea pedirle un favor —Lali me miró— aunque no puedes negar que todo lo que escribió sobre ti es algo emotivo, se nota que siente cosas por tí

—Sal de mi oficina —ordené molesto

—¿No sabías verdad? —dijo el Chino y Lali negó mirándome— Permiso señor presidente, me retiro. Por favor no dude en buscarme si necesita ayuda

—Eres al último que voy a buscar si necesito ayuda, no te quiero ver. Chau —dije molesto y se fue corriendo, entonces Lali me miraba esperando explicaciones— Veamos, yo confío ciegamente en tu trabajo y por lo mismo te voy a dar el cargo más importante en la casa blanca, pero también necesito que las personas te conozcan, que sepan que eres lo más importante que tuvo la campaña pero luego no digan que estoy seleccionando a personas por cariño o algo así

—¿Me estas nombrando secretaria de estado porque crees en mi capacidad o porque me quieres cerca? —preguntó de brazos cruzados

—Por favor, ¿cómo me vas a preguntar algo así? Creo ciegamente en lo que eres capaz de hacer. Incluso pienso que tienes más capacidades que cualquiera de esos políticos chantas a los que tengo que darles un cargo —me puse de pie y me acerqué a ella

Cardigan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora