Cardigan

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Bitácora del pasado.

Esta era la semana más importante de mi carrera, si todo salía bien en las siguientes competencias me iba a convertir en una deportista olímpica, era el sueño más grande que tuve desde que me subí a los patines y estaba a un paso de conseguirlo. Por lo mismo, el último mes mi entrenadora dobló los entrenamientos, si no estaba en la pista, estaba con el equipo de kinesiología que se ocupaba de mantenerme saludable.

—No vino Peter a la práctica hoy —dijo mamá algo sorprendida

—Tiene muchas cosas para la universidad y su hermana está en la ciudad, pero me dijo que se tomará el fin de semana antes de la competencia para que hagamos algo —dije terminando mi cena— necesito poner mi cabeza en otro lugar, estoy pensando tanto en la competencia que me genera mucha ansiedad

—Hija, eres buena en lo que haces, solo tienes que confiar en tus habilidades —dijo papá relajado— todo va a estar bien, cualquier cosa que hagan este fin de semana no pongas en peligro tu físico, que sea algo relajado, cine, siesta, lectura, algo relajado mi amor, para que puedas descansar un poco tus músculos

—No vamos a subir el cerro —dije riendo y me limpié con la servilleta— voy a subir —tomé los platos— Buenas noches —entré a la cocina, dejé mis cosas ahí y fui directo a la cama.

—Hola mi amor —dije cuando me atendió— ¿Cómo estás? ¿Ya llegó Euge? —pregunté

—Si, hace como dos horas está en casa pero se fue a descansar, sabes que? la noto un poco bajón —agregó hablando bajo— ¿Te molesta si la incluyo en algún panorama del fin de semana?

—Para nada, podríamos hacer algo con ella el sábado ¿Que te gustaría? —pregunté

—Algo se me va a ocurrir, pero relax para que estés descansada —considerado como siempre— dios, estoy desesperado, te extraño demasiado, no quise ir esta semana a verte porque tu entrenadora me dijo que necesitas mucha concentración y que yo jodo mucho desde las tribunas —dijo riendo— Parece que le jode que tenga un gorro con tu cara o algo así

—Ignorala, es un poco densa —dije riendo— yo también te extraño mucho mi amor, después de esta competencia vamos a tener todo el tiempo del mundo, te prometo que iremos unos días a la playa y haremos todos los panoramas que quieras

—Se me ocurren muchas cosas pero no puedo decirte ahora —dijo riendo— Delfina está cerca —habló bajo

—Mandale saludos a Euge y Delfi —dije con una sonrisa— Te veo el sábado

—Nos vemos el sábado Tonya —bromeó— La rompes, eres la mejor, estoy siempre contigo aunque no me veas sentado en ese lugar, solo me falta sacar el pasaje para los juegos, estamos listos —siempre me daba mucho ánimo— te amo, te amo mucho y estoy muy orgulloso de ti. Descansa, nos vemos

—Lo sé mi amor, yo también te amo. Nos vemos luego, descansa —colgué y dejé mi celular en la mesa de luz

Estaba muy cansada pero me dormí con una sonrisa, escucharlo siempre me hacía sentir bien, amada y apoyada, nunca fue un obstáculo en mis sueños, todo lo contrario, siempre los apoyó, todo lo opuesto a mi primer novio tóxico que criticaba cada cosa que hice.

El sábado Peter y Eugenia vinieron por mí, nos fuimos al Central Park, anduvimos en bici y luego preparamos un picnic en el lugar.

—El Otoño es mi temporada favorita —dijo Euge con una sonrisa tirada en el piso— me encanta ese color característico de todo, además la ropa es la mas linda —Peter me miró con una sonrisa, yo puse la cabeza en sus piernas y él me acarició delicadamente como hacía siempre y me relajaba tanto— lo que más extraño de este lugar cuando me voy es que hay variedad de clima, Londres siempre está tan gris que a veces me deprime —luego soltó una risa— No como lo están pensando, si no que me cuesta trabajo salir de la cama