Cardigan

43.

En el fondo de mi corazón yo sabía que el partido el iba a pedir a Peter le reelección, ellos sabían que era la única carta fuerte que tenían en este momento, no había nadie que pudiera competir con Trump, como su novia creí que mi deber era ponerme en su línea y no ser un problema en este momento, ya hice suficiente durante los últimos meses, siempre me sentí un poco responsable de todo lo que pasó, como su asesora jamás debí aceptar el trabajo de secretaría de estado.

Mi nuevo trabajo era hacer que Peter entrara en razón para incluir al Chino nuevamente, así yo podía dar mis opiniones mediante él, pero hasta el momento parecía imposible. Después de un mes las chicas volvieron de su luna de miel y obligué a Bella que me contara todas las aventuras con detalles

—Bueno, lo que yo no puedo creer es lo mucho que te creció la panza en este mes —dijo Bella mirándome con una sonrisa— ¿Se mueve, no?

—Si, ya se mueve. Es nocturna, Stef me dijo que ahora que va a crecer me va a aplastar los órganos, la otra vez se movió un montón y me costaba respirar bien, tiene personalidad —me toqué la panza y ella me tocó también— Ahora, ahora —le puse la mano donde se estaba moviendo

—Noooooo —dijo emocionada— ¡mi amor! —gritó y Euge apareció con un vaso de agua— Mira, pon la mano acá —Euge lo hizo— Hablale —entonces Euge se puso de rodillas

—Hola mi amor, estás ahí? ¿Ya me puede escuchar, no? —dijo y comenzó a moverse nuevamente ¡Se movió! Aaayyy que impresión —dijo emocionada— Lali, te duele?

—No, me da costillas —dije con una sonrisa— aunque a veces se mueve con más emoción, no se bien de que tamaño es, la próxima vez que vea a Stef le voy a preguntar. Estuve la semana pasada con ella en Nueva York, fuimos a una expo italiana a comer pastas

—Aayyy se hicieron amigas —dijo Bella con una sonrisa—

—Me cae muy bien, deberías conocerla, porque es muy buena onda y estoy segura que te caería muy bien—Eugenia me pegó un codazo en cuanto se sentó a mi lado— ya me conoce completa y a Delfi también

—¿Delfi? —dijo Euge

—Si, se está atendiendo con ella —dije con una sonrisa

—Cartón completo —dijo Bella— Ok, voy a darle una oportunidad la próxima vez, lo haré por mi sobrina —agregó mas relajada— extraño a Khai, siempre que tengo tiempo para visitarla en Nueva York, le toca con el tonto —solté una carcajada y en ese momento apareció mi hombre con cara de cansancio extrema

—Tuve un día eterno pero cerré un trato muy bueno para la economía de nuestro país —soltó una sonrisa y me besó— ¿que hacen? ¿Se está moviendo?

Ahora tenía las manos de todos en mi panza, pero como eran tan intensos siempre estaba acostumbrada, cenamos juntos mientras Eugenia nos contaba sus historia en Grecia y luego nos fuimos a dormir, Peter estaba muy cansado se durmió automáticamente, mientras tanto yo comencé a preparar informes para la campaña de reelección, era algo que me salía inevitablemente. Tuve algunas reuniones con parte del equipo de Peter para escuchar lo que tenían pensado sobre la campaña de reelección, como eran personas de confianza sabia que no iban a decir nada o eso esperaba.

Tal y como me dijo mi doctora en cuanto cumplí el séptimo mes comencé a agotarme más rápido, la panza ya era mucho más grande y tenía que buscar la comodidad para dormir, Peter desarrolló una paciencia nivel monje tibetano porque me volví un poco insoportable, pero era porque no podía dormir bien, me costaba mucho trabajo tener una posición cómoda. Cuando cumplí el octavo, ya me puse un poco ansiosa estábamos en la recta final, entonces decidí que mi hija iba a nacer en Nueva York, así que me instalé en el lujoso departamento de mi novio presidente que venía tres veces a la semana a pasar la noche conmigo.