20.

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Peter dio un discurso muy conmovedor en su cierre de campaña, toda la familia subió al escenario para acompañarlo en ese momento, yo estaba muy emocionada y orgullosa de todo lo que había conseguido, más allá del resultado que podía darse en un par de días. El mismo propuso ir a su departamento y pedir comida para poder festejar el cierre.

—Salud amiga —me dijo el chino y luego me abrazó— que placer trabajar contigo, te voy a extrañar mucho

—¿Qué dices? Aún no se termina —dije con una sonrisa

—Pase lo que pase en las elecciones no vamos a ser el mismo equipo —agregó con una sonrisa— voy a ponerme serio para decirte esto, no tienes idea lo mucho que aprendí de ti, es un maldito placer trabajar contigo, Lanzani tenía mucha razón, debes ser el mejor cerebro que conozco —solté una sonrisa y lo abracé nuevamente

—¿Por qué tanto abrazo sin mi? —preguntó Peter con una cerveza en la mano

—Nos estamos despidiendo —dijo el chino— pase lo que pase en las elecciones no vamos a ser el mismo equipo de siempre —Peter se quedó en silencio y me miró con una sonrisa.

—Para mi ha sido un placer trabajar con ustedes, gracias por confiar en mí, disfruté mucho de esta experiencia, muy exigente pero linda —agregué con una sonrisa e hicimos una abrazo de tres— al comienzo pensé que te iba a odiar mucho porque siempre estabas haciendo bromas en el trabajo

—Pero te dije que ese era mi papel en el equipo —dijo el chino sonriendo y me puso la mano en el hombro, yo me aferré a él, lo terminé por querer

—Me gusta que se lleven bien —dijo Peter— los dos son importantes para mí

—¿A cual quieres mas? —preguntó el chino levantando las cejas

—A los dos por igual —respondió riendo— como los padres que quieren a sus hijos por igual

—Disculpa mi vida pero hija tuya no soy —dije riendo

—Puede ser cualquier cosa tuya menos tu hija —dijo el chino sumandose a mi broma mientras Peter movía la cabeza— no seas caradura tampoco, te pido un límite

—Exacto —dije tentada.

Luego de la fiesta de trabajo, regresé a casa y descansé todo lo que pude. Eran las últimas horas de intenso trabajo. Así que organicé perfectamente lo que quedaba para estos días en la oficina.

Después de un rato revisando cosas en el computador me di cuenta que era la única que quedaba en la oficina, oficialmente se había terminado, todo el mundo fue a sus casas, mañana íbamos a saber si Peter se iba a convertir en el hombre más poderoso del mundo, cuando estaba regresando a mi casa recibí un llamado de Euge para decirme que estuvo con Peter y que le dijo que quería verme Así que le pedí al chofer que me llevara al penthouse de mi poderoso Ricky Ricón. Toqué dos veces y cuando estaba por ir al ascensor me abrió la puerta con un cigarro en la boca, aún estaba con el traje pero sin zapatos y la chaqueta

—Pensé que ibas a estar en pijama —dije con una sonrisa— Euge me dijo que querías verme —frunció el ceño y comenzó a reírse

—no recuerdo haberle dicho eso en algún momento pero quizás a ella le pareció que necesitaba verte —dijo riendo— ¿Vino? —negué— Estaba por tomarme una pastilla para dormir, tengo muchas cosas en la cabeza, ¿no estás ansiosa? —dejó el cigarro que aún no encendía en la mesa pequeña del living, en el parlante que tenía estaba sonando Arctic Monkeys— puse un poco de música para relajarme, me duele un poco la espalda

—Pensé que ibas a pasar la noche con tu familia —dije con una sonrisa— eso me dijo tu mamá ayer

—Si, pero me arrepentí, necesitaba estar tranquilo y mamá se pone ansiosa, yo me iba a poner mala onda, no quería eso para nadie en casa —dije con una sonrisa— pero iban a estar todos en casa, Euge se iba para allá con Bella

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