Cardigan

34.

Estaba nevando como si se fuese acabar el mundo, en la televisión informaban que lo mejor era no salir de casa por seguridad, papá no dejaba de poner palos en la chimenea y todos estábamos en completo silencio en el living, Euge estaba sentada en el sillón con una taza mirando por la ventana mientras se le caían lágrimas, ninguno de nosotros se animaba a preguntarle si necesitaba algo.

—Mi amor, ¿me escuchas? —Lali se sentó a su lado y le ordenó el pelo, pero Euge no le respondió— ¿Quieres que nos vamos a acostar un ratito a la cama? o prefieres estar —le limpió las lágrimas— libera todo lo que tengas que liberar, dale? —miré a Delfi que estaba sentada en el piso con la atención puesta en Euge, también estaba llorando, mamá se fue a la cocina y mi papá me miró moviendo la cabeza, ninguno sabía que hacer, solo Lali se animaba a dar un paso más allá.

—Euge —me puse de pie— ¿quieres algo?

—Estoy muy cansada —dijo llorando completamente rota— de verdad que ya no tengo más fuerzas para nada —entonces mamá apareció con un vaso de agua, estaba poniendo tranquilizantes en el agua para que Euge pudiera dormir— no sé si puedo seguir de esta manera, tengo voces en mi cabeza que me están volviendo loca —Lali le limpió las lágrimas— me siento tan vacia, tan inutil, ¿que hice mal? teníamos una vida super linda, le di todo de mí, me entregué por completo

—Tu no hiciste nada, ella es una miserable —dije enojado

—Ella se perdió a la mejor persona del planeta Euge —dijo Delfi llorando— por favor no digas que estás cansada porque me rompe por completo, tu eres la hermana fuerte que admiro todos los días, no te puedes rendir con este dolor, ella no vale la pena y... tu bebé está en un sitio mejor que este maldito mundo, vas a tener muchas oportunidades para... —ya no sabia que decir entonces me miró— Por favor dile algo

—Ya me olvidé de como es despertarse sin esta sensación de angustia —dijo Euge mientras Lali la acariciaba— no puedo creer que un día éramos una familia feliz y al día siguiente perdimos todo ¿Como hizo para avanzar tan rápido? me lo pregunto cada segundo, significa que ni siquiera era tan importante para ella, mientras que para mí es todo

—Era —dije y Lali me miró— tiene que seguir adelante, así como hizo ella

—Pero no es tan fácil mi amor —me dijo Lali— además perdieron un hijo es un lazo que las acompañará siempre —también era la única que se animaba a decirlo en voz alta— Escúchame —le tomó la cara— tienes que permitirte estar deprimida y triste, no significa que eres más débil porque cuando se vaya todo eso —me miró— que va a pasar en algún momento, vas a ser completamente libre. Nada de lo que te podamos decir ahora va a servir demasiado pero tienes que saber que tu no hiciste nada mal, no eres el problema —Euge soltó una sonrisa mientras se le caían lágrimas, todos los que estábamos ahí llorábamos por verla tan mal.

—Gracias —le dio un abrazo a Lali y lloró desconsoladamente— Voy a descansar, no me da más el cuerpo, me duele todo —se puso de pie y Lali subió con ella, todos nos quedamos en silencio

—No puedo creer lo mucho que la odio —dijo Delfi— nunca había sentido ganas de matar a alguien, como le pudo hacer esto, es un montón. 

—Yo la veo muy mal —agregó papá con los ojos llenos de lágrimas— para mí tenemos que llamar a un especialista Clau —dijo mirando a mamá— la única persona que siempre logra sacarle palabras es Lali, no podemos confiarnos en que siempre esté para ella, para mí lo tenemos que ver con un especialista. Ha sido demasiado en muy poco tiempo.

—Si, la doctora que la vio me dijo que puede ser depresión post perdida pero es verdad ha pasado por demasiado en muy poco tiempo —dijo mamá— se me hace raro verla tan mal. —entonces me miró y le di un abrazo, luego subí para verificar que estuviese bien, estaba acostada en los brazos de Lali y me miró con una sonrisa cuando entré