Cardigan

28.

En cuanto abrí los ojos lo primero que pensé es que hoy era su cumpleaños y que probablemente Euge ya le había cantado cumpleaños con su pastel favorito. Después de su pelea con Diego bajó varios cambios lo vi mucho más relajado, aunque casi no me dirigía la palabra si no era algo estrictamente de trabajo, luego de mi patética escena para que no estuviera con Gigi y donde Úrsula se enteró de toda la verdad, por suerte se lo tomó muy bien pero yo me seguía sintiendo horrible con todo lo de esa noche, me comporté como una ridícula.

Llegué temprano a la casa blanca para ver si me lo podía topar "casualmente" para saludarlo, caminé por el pasillo tantas veces que los guardias ya comenzaron a mirarme mal, de pronto los vi caminando hacía nosotros y escuché su voz.

—Muchas gracias, muchas gracias —escuchaba su voz de niño rico.

—Presidente —lo interrumpí mientras caminaba a su oficina y se detuvo— Feliz cumpleaños —le tomé la mano— todos los mejores deseos, que sea muy pero muy feliz

—Muchas gracias La —le di un abrazo fuerte— muchas gracias de verdad

—Te amo —se me escapó directamente, pero se lo dije en el oído. Nadie pudo escuchar mi graciosa confesión, entonces me miró con una leve sonrisa

—Gracias la land —respondió y luego me abrazó nuevamente— yo también —me dijo en el oído— que tengas un buen día —agregó con una sonrisa, me miró tan emocionado que me causó mucha sorpresa verlo así.

—¿Suspiro de amor? —preguntó el Chino hablando muy bajo

—Tarado —dije mirando hacía todos lados

—Me matan ustedes dos, de verdad te lo digo. Si puede usar una vincha, andaria por la calle con una que dijera "Laliter, ahora y siempre" "Laliter, no trates de entenderlo" "Laliter, no lo...

—Suficiente, ya entendí —dije con una sonrisa— ¿Que harán hoy?

—Ni idea, Eugenia es la encargada —agregó con una sonrisa— permiso —entonces mientras regresaba a mi oficina, llamé a Eugenia

Después de sacarle interesante información a Eugenia sin mayor esfuerzo me fui a una reunión con Kamala para hablar sobre el posible conflicto diplomático en Rusia, nuestros servicios de inteligencia estaban alertando una posible invasión. La reunión se extendió por varias horas, había que escuchar a muchas personas para tener un panorama completo de la situación y no sorprendernos si pasaba algo. Finalmente me liberé y fui a la biblioteca que mencionó Euge, nunca había entrado a este lugar, efectivamente parecía de película, habían libros que tenían un montón de años y con escritos de ex presidentes que pasaron por acá.

—¿Lali? —dijo Peter entrando, obviamente se sorprendió bastante cuando me encontró en uno de los pasillos— ¿Qué haces acá? —agregó con una leve sonrisa

—Escuché sobre esta biblioteca y... quería saber si podía encontrar algún libro sobre política exterior, para saber cómo se veía antes el mundo, me causo curiosidad, son miradas diferentes, en internet puedes conseguir algo de expertos pero nada en primer persona —dije mirando, podía ser actriz perfectamente

—Pero este es el pasillo de historia de la nación —dijo caminando— el de... acá —apuntó— acá hay cosas sobre el exterior ¿No vino nadie de seguridad? —negué— Me gusta venir acá antes de terminar el día —entró a uno de los pasillos— estoy leyendo escritos de los presidentes que pasaron por acá, era todo muy diferente.

—No sabía que estabas viniendo, no quiero molestarte —dije sonriendo—Voy a buscar lo que necesito y me voy

—Bueno, pero para que no tengas problemas no sé si está abierta para todo público —agregó sonriendo— creo que hay otra, en el siguiente pasillo donde hay material que puede leer todo el mundo, esta me parece que es solo para presidentes, por eso te pregunté si vino alguien de seguridad —mientras me decía esta importante regla pensé en lo estúpida que fui, nunca le saqué información a Eugenia, ella me hizo venir sin saber que me estaba metiendo en un problema diplomático— creo que Kamala también puede venir, igual no entiendo esas reglas. Nueva regla, todos pueden venir —me miró— ¿Puedo hacer eso?