Cardigan

29.

Estaba enfrentando mi primer problema político internacional, todo el mundo quería escuchar una postura nuestra, así que después de una extensa reunión con mi equipo decidí hacer público las primeras duras medidas que tomaríamos en contra de Rusia. Mi teléfono comenzó a sonar sin parar, todos me aconsejaban ser completamente duro con respecto al tema.

—¿Hace dos semanas comenzó todo? —preguntó Eugenia en la mesa, estábamos desayunando— ¿En serio no podemos hacer nada más?

—Si lo atacamos iniciamos una nueva guerra mundial —dije mirando mi tostada— solo atacaremos si alguno de nuestros aliados está en peligro, hemos dado el aviso de todas formas. Lo peor es que ni siquiera responde ante nuestras advertencias, no le importa nada literalmente

—Es un infeliz. Hice una videollamada con la primera dama de allá para mostrarle mi apoyo y me dijo que era bienvenida cuando quisiera viajar —agregó y me miró— ya sé que no te parece buena idea pero me gustaría ir, escuché que Kamala va a Polonia ¿Por qué no puedo ir? Hay lugares seguros donde no van a llegar porque están superprotegidos

—Euge, no sé si es buena idea. Es una zona de guerra —dije preocupado

—Por favor —me miró— no me digas que no de golpe, por lo menos dime que lo vas a pensar —agregó con una leve sonrisa

—¿Bella que opina? —pregunté

—No le dije —respondió— va a decir que es mala idea, yo quiero estar allá, ver con mis propios ojos que necesitan, donde podemos ayudarlos, no podemos quedarnos acá sentados esperando que el ruso se aburra —me miró molesta— tu me dijiste que podía darle un giro a este cargo, bueno yo no quiero ser esa primera dama que está sentada viendo el mundo pasar. Imagina la señal que le estariamos dando al mundo, la primera dama en primera persona

—Voy a pensarlo —dije con una leve sonrisa, aunque no tenía ninguna intención de pedirle que fuera, me daba pánico que pudiera pasarle algo— Ahora me tengo que ir a trabajar, que tengas un buen día en tus reuniones —le di un beso en la frente— no hagas locuras, dale? —me cerró un ojo y me fui con la seguridad a trabajar

Mientras caminaba por el pasillo comencé a sentir nuevamente la molestia en el pecho, estaba con demasiada presión encima, durmiendo muy poco y tomando demasiado café. Entré a la sala de reuniones y todos se sentaron, comenzaron con el resumen del día y luego tocamos el tema de Rusia.

—Mañana me voy a Polonia, tengo reuniones con algunas autoridades del lugar donde vamos a escuchar la ayuda que podemos realizar —dijo Kamala y miró a Lali

—Presidente —dijo el secretario de defensa— En la reunión que tuvimos con nuestro servicio de inteligencia ayer llegamos a la conclusión que la mejor imagen internacional que podamos dar es que nos acompañe la secretaria de estado —Lali me miró con una leve sonrisa, tenía que ser extremadamente profesional para no reaccionar ante lo que me estaban diciendo.

—Personalmente estoy de acuerdo —dijo Lali sin ni siquiera darme un previo aviso a esto— Necesitamos entregar la señal de que esta situación si nos importa, Kamala irá a Polonia por la ayuda y alguien te tiene que representar en Ucrania, yo puedo hacerlo perfectamente, mi equipo está trabajando para idear un plan, serán solo un par de días y podemos ver en el lugar

—¿Es seguro? —pregunté—

—Si, bueno es una zona de conflicto y estamos completamente conscientes de que puede pasar cualquier cosa, pero el sector donde pretendemos visitar, es un lugar donde se están llevando a cabo las reuniones internacionales. No atacará ahí, ya ha hecho demasiadas cosas mal como para seguir quemando a su país de esa manera —agregó Lali

—Es una oportunidad de decir ¡Nos importa, no tenemos miedo, vamos por ti! El presidente está enviando a sus personas de su máxima confianza —agregó David