Cardigan

13.

La velada de amigos con Peter fue extremadamente divertida porque terminamos con esa tensión rara de lo silencios y pudimos hablar un poco del pasado, lo hicimos con todo el respeto y cariño del mundo, estaba muy agradecida de eso, cuando me retiré del lugar me atrapó la persona menos indicada, pero yo no estaba arrancando como en los viejos tiempos, aunque se viera de esa manera. Al día siguiente Peter llegó con una vibra altísima a la reunión, escuchó a todo el mundo y dejó muy claras sus intenciones, tuvo algunas entrevistas en el hotel y por la noche en la cena también estuvo bastante sociable y asertivo.

Regresamos a Nueva York con la presión de que esta semana nos íbamos a reunir con uno de los presidentes más queridos de nuestro sector, era una etapa muy importante para su carrera presidencial y en la prensa ya habían rumores sobre una posible reunión.

—¿Yo ya no te debo nada? —preguntó Peter apoyado en mi escritorio, lo miré riendo, estaba coqueteando conmigo o yo lo estaba viendo inapropiadamente?

—No, ya está todo ok. Puedes ir a casa a descansar —sonreí y salí de mi oficina para ir a la impresora— Aprovecha de dormir, la semana que viene es el debate más importante, necesitas energías

—Haré todo lo posible —me dijo con una sonrisa, el ascensor se abrió y apareció Ursula— ¡Hey tu! —dijo el animado, ella se acercó y lo abrazó para luego besarlo a metros mio— Estaba bajando

—Sí sé, es que quería saludar a Lali —dijo y me abrazó fuerte— hola amiga, estas completamente absorbida por esta campaña ¿Cuando nos tomamos un café juntas? La próxima semana me voy a España y no te veré dentro de un mes —Peter me hizo una cara— después no digas que soy la ingrata del grupo —dijo riendo— Hola chinito —lo abrazó— ¿Cómo estás?

—¿Todo bien y tú? —dijo él con una sonrisa

—Bien, almorcé con Bells hoy —me miró— quería saber detalles de las locuras que hicieron en miami —agregó con una sonrisa— que linda pareja, ahora es tu familia —miró a Peter que asintió inmediatamente— me gustan, están a full.

—Están muy bien —dije mirando al chino que no disimulaba nada— hoy me escribió para decirme que Euge va a casa, son una pareja muy linda. Juntémonos a comer mañana, pero me acomoda esta hora, tipo cena —ella celebró inmediatamente y me abrazó fuerte.

—Bueno, vamos? —dijo Peter tomando su abrigo— Chau chicos, buenas noches a todos. Descansen. Chau amigo, no se vayan muy tarde —el chino le dio un abrazo y en cuanto quedó libre Úrsula se aferró a él y caminaron como un matrimonio feliz hacía el ascensor, cuando se cerró el Chino soltó un suspiró y lo miré riendo

—¿Por qué lo prohibido gusta tanto  Mariana? —preguntó riendo— es muy linda, me descompone la situación. Para que sepas, yo le hablé primero que Lanzani pero ella hizo su elección —agregó hablando bajo

—cuando quieras llorar una pena, mi oficina está disponible para ti —dije con una sonrisa

—Lo mismo para ti —levantó las cejas y se fue por el pasillo

Tomé mis cosas para regresar a casa, pero antes hice una parada para comprar cosas, Eugenia no tomaba café y en casa no había otra cosa, así que compré una selección de sus cosas favoritas y las puse en la despensa antes de que llegara la pareja feliz. Lo hicieron tan tarde que yo estaba casi dormida cuando las escuché reírse. A la mañana siguiente me duché temprano y fuí a preparar el desayuno, cuando entré a la cocina estaba Euge con una bata de seda VS de Bella.

—Buen día —me dijo despeinada y toda dormida— ¿Solo toman café en esta casa? —preguntó mirando con una sonrisa

—No —mentí y abrí uno de los muebles para sacar su te.