En el aislamiento no hay risas, no hay gente, no hay alegría tan poco música ni series o películas, mucho menos hay charlas.
Lo único que podemos obtener es silencio y llanto, te das cuenta de lo solo que uno puede llegar a estar en la vida o te podes dar cuenta de que tenés personas.
Que te aman a tu alrededor, comenzas a notar que necesitas el contacto físico y visual con otro ser, también notas el frío en tu espalda, además que tu casa parece grande.
Tan vacía que si gritas se escucha el eco de tus gritos sofocados, miras hacia afuera por un pequeño ventanal esperando ver algo, para no sentirte solo o pensar.
Que estás al borde de la locura, se empieza uno a reencuentrarse con uno mismo, con tus culpas, tus dolores, tus demonios y también tus tristezas.
Te preguntas, si Dios existe? Si está ahí? Y te pones hablar con Dios, teniendo la esperanza de escuchar su voz para no caer en un pozo oscuro donde no puede haber luz.
Ahí es donde solo queda esperar, uno espera una señal del cielo, de Dios incluso del universo, te aseguro que si haces silencio vas a escuchar sus voces.
Respondiendo tu tan anhelado llamado solo tenés que cerrar tus ojos entregarte a la energía quedarte callado y vas a escuchar su majestuoso llamado.
A eso se resume el confinamiento, a veces necesitamos aislarnos para poder encontrar nuestra alma, nuestro camino para poder experimentar una vez más.
Lo que llamamos libertad espiritual, aquella que es capaz de despertarnos por completo, por eso mismo no le temas al aislarte un tiempo eso nos hace absolutamente libres.
A VECES PARA SANAR UNO TIENE QUE PASAR POR EL TAN TEMIDO AISLAMIENTO...
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Writings of the heart
PoetryEl arte de poder expresar los pensamientos, los sentimientos y el dolor pueden conventirse en los más esfimero que una persona puede tener.