Prólogo.

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Cuando Sarada cumplió quince años, Boruto se apostó en su casa para confesarle sus sentimientos a la chica. Fue su primera confesión, torpe, algo boba, todo lo que podría haber salió mal paso, sinceramente salió estrepitosamente mal. 

Ese día el hijo del séptimo se fue a casa con una enorme negativa en su enérgico optimismo. Con el NO estampado en su cara.

Sin desalentarse perseveró, hasta que lo consiguió.

Después de años de insistir, confesarse y hacer un ridículo esfuerzo para conseguir su aprobación, la chica que fue su amiga desde la más pequeña e inocente infancia accedió a ser su novia. 

La sonrisa causada por los recuerdos de su adolescencia se volvieron un amargo gesto. —Aún puedo recordar su patética cara cuando se largo al decirle que no—. No lloriqueó pero su tono de voz rasposo salió con el debido descargo de tristeza. Sus memorias estaban frescas, vividas, porque las atesoraba. 

Su interlocutor estaba haciendo un buen trabajo de oyente, le dio un nuevo pañuelo desechable. —De hecho le dijiste que era un ser despreciable por hacerte semejante confesión— le recordó. Lejos de tener su sonrisa permanente tenía una mueca en su rostro. 

A diferencia de ella, no extraño esos turbulentos días y todo hacía presagiar que esta vez tampoco esperaban días tranquilos en su rutina.

Ella uso el pañuelo —lo recuerdas bien— cubrió su boca para evitar que un quejido saliese desde su interior. Se sentía lamentable por mostrar esta vulnerabilidad. He aguantado bien hasta aquí

Has aguantado bien hasta ahora, pensó el albino. Debería existir un premio para aguantar de esa manera como lo hacía ella.

Ambos llegaron a la misma conclusión. Se levantó para ir a preparar té, esta iba a ser una larga noche. Su amiga decidió descargarse con él, seguramente por su discreción

Soportó la oleada de amargura hasta que no vio la espalda de su amigo. Dejó salir lentamente el contenido lleno de descontento, sus sollozos como una lluvia ligera. La vez que Boruto con toda certeza le dijo que él la ayudaría con su sueño, que él sería su apoyo y su sombra, para que pudiera volverse en Hokage. Eso sin duda había sido lo más lindo que hizo por ella, aunque solo fueran promesas. Que peso tenían esas palabras, fueron tan ligeras que se las llevo el viento. 

Como una boba se quedó sola y llena de promesas. Olvidada.

Su corazón se apretó y un nuevo y largo sollozo salió empapando sus mejillas. 

Mitsuki mirando fijamente la tetera, esperando que hirviera de una buena vez, podía escuchar con toda claridad el desconsolado y contenido llanto de su amiga. Ser un oyente era muy injusto, ser el confidente de ambos eran sumamente ingrato y perverso. Desde siempre supo que la relación de sus amigos terminaría en un fracaso, sin embargo aquí estaba, escuchando los descargos de la persona que termino más perjudicada en esta breve historia. 

Apretó la losa de la cocina agrietandola soltando su impotencia.

La tetera comenzó a hervir, la retiró del fuego y preparó el té. Dejo que Sarada soltará el último sollozo antes de hacer sonar sus pies para que ella tuviese el tiempo suficiente de recomponerse. Ella cubrió su rostro, estaba hecha un desastre, sus mejillas llenas de surcos de lagrimas secas, los labios resecos, agrietados y mordisqueados, sus ojos enrojecidos por culpa del llanto, sus manos temblorosas y su cabello negro despeinado. 

Una vista sublime ¿Era un error encontrarla bella en este momento? O es ¿Acaso un completo desgraciado? Por sentirse de esa manera por ella. 

Le sirvió un té con una sonrisa débil. 

Satisfacer su carente moralidad podía esperar, lo urgente en este momento era hacerla sentir bien. Frotó su espalda sentándose a su lado, mientras ella daba tímidos sorbos al té, calmándose. —Estoy aquí— susurró con su voz profunda. 



Ok. Esto se me ocurrió ya que casualmente tengo tiempo libre. Me pidieron que no olvidará a la ship, MitsuSara 4Ever! Escribí este pequeño fragmento con la canción: Big girls cry, de Sia. Si quieren poner una canción mientras leen. 

Estoy poniéndome al corriente con la serie tanto el manga como en el anime. Si estoy comiéndome a regañadientes el relleno del anime, con mucha fuerza de voluntad por lo demás. Necesito ver algo mientras tejo amigurumis, también me gustaría pedir que comenten activamente si están leyendo, me gustan sus comentarios y ayudan a motivarme a escribir más rápido, así que bienvenidos.

Mi segunda opción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora