Don't Lie [Caché]

En Un Mundo Paralelo

No nos habíamos movido de lugar durante dos días más, aunque fuera peligroso. Johan salía a cuidar el área y Julián salía a cazar para alimentarnos. Mi madre salía ocasionalmente a caminar.

Yo cuidaba de Calle.

Resulta que mi miedo se había convertido en realidad y el sudor que tenía en realidad era fiebre, tosía mucho y notaba que le costaba respirar pero ella no lo admitía. Dormía mucho y hablaba ocasionalmente para darme órdenes sobre cómo cuidarla, a veces estaba lúcida, entonces platicábamos y a veces simplemente no estaba, le pregunté qué hacer y lo único que me decía era que necesitaba un trapo mojado para colocárselo en la frente y algunas partes del cuerpo, darle mucha agua y pasarle una cubeta para vomitar. Johan y Julián entraban al cuarto para saludarla y animarla mientras yo tomaba un descanso para comer y sentirme mal lejos de ella, pero no podía mostrarme triste frente a ella.

Ella lo necesitaba.

Yo quería ser su roca.

En este momento ella dormía en la habitación más grande, había un sillón individual que había acercado a su cama para estar cerca, parecía respirar profundamente pero me preocupaba que su ceño estaba fruncido, su palidez parecía empeorar cada vez más, a veces se rehusaba a comer con la argumentación de que lo vomitaría. Tenía el trapo en la frente, me acerqué para tocarlo y ver si ya se había entibiado pero ella tomó mi muñeca en el aire y abrió un ojo.

—Agua. —

Le acerqué el pachón a los labios y ella los abrió para dar unos buenos tragos de agua.

—Johan conseguirá medicina pronto, estoy segura. —Le intenté hablar con tranquilidad pero estaba segura que mi rostro mostraba todo menos eso desde que ya no podía con la fiebre.

Ella asintió y abrió más los ojos intentando acoplarse a la luz del día.

—Tenemos que hablar. —Habló con un poco más de lucidez. Yo negué con la cabeza regresando a mi lugar en el sillón. —María José... —Volvió a intentarlo. Puse mis codos sobre las rodillas y me incliné para cubrirme el rostro con las manos evitando verla, intento tragar saliva para deshacer los nudos de mi garganta. —Solo escúchame entonces. —Me echo hacia atrás en el sillón y me quedo viendo al techo acomodando mi cabeza en la orilla del sillón. Mi pierna está inquieta.

—Está bien. —

—Tengo algunos síntomas. —Hago una mueca inconsciente cuando escucho la última palabra y cierro los ojos. —Eso puede-Ella comienza a toser y rápidamente los abro acercándome para levantarme y darle un trapo seco que usaba para eso precisamente, ella lo toma y cuando termina de toser se acomoda en la cama para sentarse. Intento ayudarla pero me extiende la mano pidiéndome que la deje hacerlo sola. Me vuelvo a sentar. —Eso puede significar que... —

—No funciona la cura en ti. —La corto.

—No quiero decir eso. —Palmea la cama con su mano y suspiro. Me siento a su lado estirando las piernas sin verla, miro hacia el frente. Toma mi mano entre la suya y la aprieta con debilidad, yo la aprieto de vuelta. —Pero si en dado caso no llega a funcionar la... —

—No lo haré. —Digo inmediatamente. —No puedo. —La miro sintiendo mis ojos escocer. —No puede terminar así, ¿Nosotras? no. —Suelta mi mano y acaricia mi mejilla, inclino mi cabeza para sentir su toque con más fuerza.

—Poché, no te estoy pidiendo eso. —Me dice con tranquilidad. —Pero me gustaría que estés bien hoy... necesito a mi mejor amiga, a mi novia, la que me despierta de mis peores pesadillas para hacerme sentir segura, la que me hace sentir de todo, la que me da todo. —Me sonrió con los ojos llorosos. —Porque me has dado todo y no me has pedido nada a cambio, jamás y yo nunca había tenido un amor... —Se le empieza a quebrar la voz y levanto la cabeza, me alejo de su toque porque cada músculo de mi cuerpo, cada ligamento, todo se puso rígido y necesitaba dejar de llorar para no alertarla. Mis lágrimas caían dolorosamente en silencio. «Dios mío, por favor no, por favor no te despidas...»—Un amor como el tuyo, nuestro. —Comienza a toser y espero, se aclara la garganta. —Yo había imaginado cómo sería conocernos si nada de esto hubiera pasado, en un mundo paralelo donde estaríamos juntas. —Sonrío con ternura. —No, no... en todos los universos paralelos estamos juntas, pero he pensado en uno de ellos. —