Ya que tenemos todo listo emprendemos el viaje, vamos en dirección al área turística de la que hablaba Johan como grupo. Tenía el presentimiento de que algo bueno saldría esta vez. Mi madre pregunta si puede observar el mapa un momento y nos comenta que es un área turística sobre dinosaurios, no podíamos ver el nombre porque el mapa estaba cortado por la parte de arriba así que agrega que tienen museos de prehistoria. Me había enfrascado en una plática con mi madre sobre cómo conoce este lugar. Hablamos bastante tiempo, incluso durante los pequeños descansos. Me contó que cuando era adolescente emprendió un viaje por todo el país con su grupo de graduandos y mi papá por tres meses y que por casualidad dieron con ese lugar ya que se habían perdido y me imaginé a una versión joven que no temía a quedarse sin duchas durante un tiempo máximo de una semana.
Calle iba a mi lado pero no decía mayor cosa, a veces tomaba mi mano y a veces se iba al frente para hablar con Johan y Julián, los cuales iban misteriosamente silenciosos.
Habíamos llegado a una reserva natural que estaba antes del área turística, eran casi las seis de la tarde así que Johan nos pidió que descansáramos en ese lugar. Yo me disculpé con él por la lentitud y acordamos en que mi madre tomaría turnos en el caballo para que avanzáramos más rápido al siguiente día. Había una pequeña cabaña de tres paredes en la que montamos una improvisada tienda de campaña con las cortinas, telas y chamarras que Johan había logrado empacar en una bolsa y encendimos una fogata.
Mi madre y yo hablamos entorno a la fogata mientras comemos, incluso Johan estaba interesado en la conversación porque de vez en cuando se reía de algo que mi madre decía. Me contaba sobre las fiestas a las que iba en todas partes del país y que una vez estuvieron encarcelados en un pequeño pueblo por haber causado estragos en un pequeño bar. Yo me había reído fuerte al escuchar sobre cómo golpeó a un sujeto de lleno en el rostro por haberle dado una nalgada.
—Lo más gracioso fue cuando estábamos encarcelados. —Ella lanza una risa como si estuviese viviendo el momento, aplaude suavemente y se cubre la boca para intentar dejar de reír. —¿Ya has estado en una cárcel? —Me pregunta antes de continuar. Arrugo la frente con media sonrisa de lado. —Pero no me refiero a una de máxima seguridad, a una cárcel donde-
—Creo que nunca estuve en una cárcel de pueblo. —La corto animadamente antes de que siga intentando explicarme. Ella pone los ojos en blanco.
—Bueno, estábamos en la carceleta y frente a nosotras estaba un hombre escribiendo en una máquina de escribir sobre nuestro caso para poder hacerlo oficial, entonces la electricidad se corta y no tiene de otra, enciende una vela y continúa escribiendo. —Entonces inconscientemente se lleva la mano a la boca para calmar otra risotada.
—¿Qué le hizo al pobre hombre que solo estaba haciendo su trabajo? —Pregunta Calle meneando la lata de frijoles que estaba comiendo.
—Soplábamos la vela. —Dijo mientras contenía la risa. Me reí imaginando la escena de unas chicas molestando al oficial que intentaba encarcelarlas. Johan y Julián tenían una sonrisa reprimida en el rostro y Calle se rió levemente. —Cada vez que intentaba seguir escribiendo nosotras soplábamos la vela hasta que su superior recibió la noticia de que habían pagado la fianza. —
—¿Y quién había pagado la fianza? —Le pregunto con curiosidad. Ella mira hacia el fuego con nostalgia.
—Tu padre. —Dice. —Fue bastante estúpido, se gastó todo el dinero que llevamos para el viaje y tuvimos que llamar a nuestros padres. —Calle hace un sonido cursi que hace sonreír a mi mamá.
Julián y Johan se despidieron y fueron a dormir.
—¿Papá no estaba en la cárcel entonces? —Ella mueve la cabeza de un lado a otro.
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Don't Lie [Caché]
Hayran Kurgu"'¿No quieres sobrevivir?" "Haré de todo para que nuestras vidas sean más que sólo sobrevivir."