Aniversario

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Para la parte de la canción me inspiré en una que se llama Done For Me de Charlie Puth

Ahora sí, sigan leyendo








Parte 2

De pronto como si una parte de mi cerebro hubiera se hubiera sobrecalentado y un incendio que devoraba mi interior por causa de este se instaló en mi interior. Apreté el vaso con fuerza intentando pensar en cualquier otra cosa con tal de ignorar el hecho de que la castaña se había levantado para bailar con Damián. Aquel maldito que le intentó hablar en la cafetería y Calle lo había rechazado por completo. 

¿Quién mierda se creía que era viniendo así a quitarme a Calle?

«Ella no es de tu propiedad.»

¿Por qué tenía que aparecer este tremendo imbécil?

Damián usaba una camisa blanca con casi todos los botones abiertos«lo que me parece una estupidez.» y pantalones negros con botas. Su cabello estaba peinado hacia atrás. Sentí la mirada de Carlos en mí como si estuviera comprobando algo en mi rostro, me giré a verlo y por su expresión entendí que mi mirada había cambiado demasiado.

«Tal vez y ya te hizo efecto el alcohol a base de frutas y la cerveza.»

—Se te marcan las venas del cuello. —Me dijo Carlos. El moreno le dio un sorbo a su trago.

—Se llama estar tensa, si no fumaras mierda todo el día lo entenderías. —Le contesté. Fui un poco agresiva, pero es que Carlos fue un granjero mucho tiempo y logró encontrar semillas de marihuana en alguna parte. Ahora cultivaba marihuana vaya a saber dónde, pero fumaba bastante desde hace un par de años.

—María José. —Murmuró Carlos intentando sacarme de mis pensamientos. —Cálmate. —

Yo quería responderle que se fuera a la mierda y muchas cosas más, pero todo se me atascaba en la punta de la lengua. El alcohol me estaba haciendo pensar demasiadas cosas. Me levanté y a paso ligero pasé entre la gente a un lado donde Calle estaba bailando con Damián. Él tenía su mano en la cintura de ella. Los miraba de soslayo.

Cuando pasé a su lado pude sentir el tiempo ir tan lento que hasta me dolía respirar. No podía dar crédito a que Calle dejaba que tocara su cintura. O tal vez estaba siendo paranoica. Odiaba sentir que estaba siento demasiado paranoica. Al llegar hasta la mesa del fondo, me serví un vaso y me senté en la mesa para ver cómo iban todos y fue hasta ese momento en el que pude notar que la gente estaba muy ebria. 

—¿Te gusta mucho? —Me sobresalté un segundo al escuchar a alguien a mi lado. Era Carlos. No me había dado cuenta de que me había seguido por estar metida en mis pensamientos. Paseé los ojos por todas las personas de allí sin realmente prestarles atención, solo buscaba cómo contestarle. Me rasqué la nuca y fruncí los labios. —¡Joder! Te gusta mucho, mucho. —Dijo terminando de corroborar la sospecha y se llevó la mano a la frente con sorpresa. —¿Y por qué te quedas de brazos cruzados? —Me preguntó como si yo no hubiese hecho un esfuerzo. Le esbocé una sonrisa y fruncí el ceño mirándolo con confusión.

Don't Lie [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora