28.- Ahora son tres

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Amaso, amaso y amaso, desde hace un par de días este ha sido mi trabajo, admito que me hace feliz pero tener tantos problemas en la puerta no me ayuda a disfrutar como quisiera la panadería. Hace unos días mi casa y la de varios vecinos fueron quemadas, mis hijas fueron atacadas y alguien amenazo a varios posaderos para que nos dieran alojamiento. Al final Sacha movió sus influencias y nos consiguió una casa de seguridad de su familia, la casa está justo en el límite de la ciudad y los barrios pobres, la casa es pequeña y con suerte tiene suficiente habitaciones para nosotros y los aventureros bajo nuestro cuidado, el grupo que patrocino Noha y el que Patrocino Nohe, si, esas dos están cada vez más lejos de la vida del pan, debería aceptar eso.

Lo único bueno de esta casa es que esta cerca de un viejo templo sin dios, se llaman así porque adoran al dios ambulante, es el dios de la misericordia y según su trasfondo rara vez se queda en un lugar por eso se dice que jamás está en sus templos. Estos templos no son nada suntuosos, son bastante pobres a decir verdad ya que todo lo de valor se vende y se convierte en comida u artículos para los pobres, ellos son la definición de dar hasta más no poder. Aun así nadie abusa de ellos ¿La razón? El hermano del dios ambulante es el dios iracundo portador de desgracias, hay varios casos documentados de personas que abusaron de los monjes o del templo y terminaron sufriendo grandes desgracias, a tal punto que ni siquiera un ejército invasor se atrevería a saquear o atacar un templo del dios ambulante.

Y ahora estoy ahí, en el templo, es uno de los pocos lugares seguros autorizados por Sacha, aparentemente ni siquiera la escoria de la escoria se atrevería a atacar a alguien en el templo así que es uno de los pocos lugares con horno donde puedo ir mientras reconstruyen mi casa. Vengo desde hace dos semanas, mi rutina es simple: Horneo pan, hablo con Sacha y Eilen sobre nuestros planes, horneo pan, canto un poco y me voy a dormir. Lo de cantar fue culpa de Nohe, me dijo que estaba buscando a alguien hace tiempo y que quizás mi canto la atrajera, no sé qué se traerá entre manos pero he decidido hacerle caso, el problema era que cantar sin acompañamiento no me gusto, así que mande a hacer una guitarra, extrañamente este instrumento existía en este mundo pero con otras dimensiones y materiales, cuando le pedí a un artesano que la hiciera según mis preferencias me miro extrañado y en solo un par de días llego con una, él también estaba asombrado de lo bien que sonaba.

Este día estaba repartiendo el pan junto a las niñas cuando una Arácnea, una mujer cuya parte inferior es como una araña, admito que la primera vez que vi una me asuste, pero ya me acostumbre a ellas. Extrañamente todas las arácnea que he visto son bastante guapas de la cintura hacia arriba, de la cintura hacia abajo es ver una araña sin cabeza, algunas tienen patas firmes y finas, otras gruesas y peludas, todas son mujeres y suelen buscar machos de otras razas para procrear, por cierto, los hijos de las Arácnea siempre serán Arácneas. Estuve viéndolas hasta que Sacha me dijo que eso era descortés y deje de hacerlo.

Volviendo al tema la Arácnea que se me acerco se llama Silari, junto con su hija siempre venían a buscar un poco de pan y a verme cantar, hoy traía algo entre sus manos y me miro tímidamente ¿Enamorada de mí? No lo creo, ella era una mujer casada y su marido era un hombre toro de casi dos metros que se veía intimidante pero era buena persona, habíamos compartido historias hace unos días. En fin, Silaris se me acerco y tímidamente me dio un paquete mientras decía que era en agradecimiento por el pan, eran dos pañuelos cuyos bordes tenían lindos panes bordados, era de una calidad increíble, además Silaris me dijo que fue tratado para que fuese fácil de lavar y no se quemara con facilidad, se lo agradecí de corazón, las Arácnea eran tejedoras e hilanderas experta, desde su nacimiento hasta su muerte el impulso de hilar y tejer estaba en ellas, lamentablemente por su apariencia les era difícil conseguir trabajo lejos de sus ciudades de orígenes. Mientras pensaba en eso, se me ocurrió una idea, mire a Eilen y Sacha quienes siempre me venían a ver actuar y les pregunte

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