Pantasya

56.- Mis niñas

*** Punto de vista de Pam Klaus, padre de tres**

Las miro, me sonríen, estoy tan feliz y lleno de emociones que no puedo detenerme. Saben, hoy es un día especial.

La música se detiene solo unos segundos y luego comienza a sonar de nuevo, esto es parte de mi presentación, los organizadores lo saben, pero las niñas no así que miran extrañadas

Hace un año exacto encontré a dos gatitos en mi sótano, uno maullaba apenas y el otro apenas respiraba. Obviamente los adopte y ha sido la mejor experiencia de mi vida. Nunca cuide de otro ser vivo, ni siquiera una mascota o un frijolito que crecía en un algodón. Por lo tanto, tener dos hijas de la nada me pesco de sorpresa y sin nada de preparación.

Al principio Niha me miraba con recelo, como si esperase que en cualquier momento la botase a la calle y las dejara su suerte, supe que esa preocupación se le había ido un día que mientras le contaba historias simplemente se acostó a mi lado y puso mi mano sobre su cabeza para la acariciara, Nohe era por lo general quien monopolizaba mis caricias, pero cuando Niha lo pidió se me apretó el corazón y casi llore, solo me detuvo el miedo a arruinar el momento.

Nohe por otro lado, escondía la comida, la ropa y hasta las cosas que le regalaba, podía ser mas confiada que su hermana, pero eso no evitaba que se prepara para huir en caso d que todo saliera mal. Un día fuimos al mercado, me acompaño ya que debía comprarle una espada de juguete, ese día había una reunión o algo no recuerdo bien, pero todo el mundo la conoció y a todos se la presente como mi hija, muchos la saludaron y felicitaron por tener un papa como yo, aunque yo no tengo nada de especial, ese día Nohe compartió conmigo toda la comida que tenia guardad y escondida, desde ese día nunca más volvió a esconder cosas en su habitación.

Se sentía raro cuando me decían papa o padre, pero un extraño calor recorría mi cuerpo al igual que una felicidad que iluminaba mi día a día. Esas niñas pasaron a ser algo tan importante para mi que deje de solo pensar en hornear.

¿Cómo podía darles una vida mejor? Fue ahí cuando comencé a hacer uso de mi conocimiento y contactos, cree el grupo comercial Klaus como un seguro para mis niñas, también les busque escuelas y las hice conocer gente, por si algún día yo faltase en sus vidas no tuvieran que enterrarme en soledad. Me esforcé todo lo que pude y pase de ser un simple panadero a ser un gran comerciante ¿Qué si estoy consiente de mis empresas e influencias? Pues sí, seria estúpido si no lo hiciera, pero no son mis empresas ni mis influencias, son de las niñas, todo esto no lo hago por mí, lo hago por ellas. Ellas merecen ser felices.

Ese día cuando llego nene fue extraño, siempre sentí que faltaba algo en la dinámica de las niñas, cuando Nene llego lo entendí, ella faltaba. Fue natural, como saber el punto perfecto para sacar el pan, Nene se acoplo perfectamente a la familia porque sin saberlo le habíamos guardado su lugar.

A Nene no le costo adoptarnos, aunque tuvo mucho cuidado con su actuar, como si temiese que en cualquier momento la expulsáramos de la familia, al menos hasta que conoció a su maestra. Después de su primer berrinche su actuar se volvió mas cómodo, ya no parecía andar con cuidado y dejo que su ser verdadero se uniera a la familia. Aun recuerdo cuando muy seria me pidió que contratase al novio de su maestra, porque así él tendría un trabajo y con ello confianza de perseguir su amor. Ahora que lo pienso, Nene rara vez pide algo para ella, siempre pide algo para ayudar a los demás como paso con Ora y sus compañeros, entre lagrimas prometió contarme todo lo que estaba pasando a cambio de que ayudara a lo orcos del norte. Admito que fui furioso a la academia y quería quebrar económicamente a todos los que e hicieron daño a mi niña para luego torturarlos hasta que me pidieran morir, negándoles incluso eso. Fue un milagro que Sacha me controlara y solo me conformara con quejarme en la academia.

Hablando de furia, recuerdo ese día, cuando ese estúpido pensó que era buena idea atacarlas, lo sé, ese día fui más bestia que hombre. Pero estoy dispuesto a destruir imperios y devorar reyes si estos se atreven a dañar a mis niñas.

Mis niñas, aun se siente raro. Mis niñas, aquellas que dan calor a mi corazón. Mis niñas, una de las pocas cosas que importan mas que el pan para mi.