Pantasya

Capítulo 23.- La situacion de List

Estoy viejo, demasiado viejo, este año cumplo los 67 años y aun debo levantarte temprano para ver los asuntos de la ciudad que gobierno, lo hago hace más de cuarenta años así que sinceramente estoy harto, si no fuera por mi nieta hubiera abandonado todo y huido a alguna isla de mujeres piel canela y sabrosas bebidas.

Reviso el escritorio mientras veo mi reflejo en la copa sobre mi mesa, estoy delgado como un palito, mi gran mostacho y calva son mi símbolo personal. Mi oficina es solo una habitación más o menos amoblada, hace años que estamos en la pobreza. Al menos mi gente no muere de hambre, aunque estuvimos cerca.

Hace meses un grupo de bandidos se encargó de cerrar los caminos y los molinos, a su vez criaturas monstruosas aparecieron en los campos. List no es una provincia grande, es solo una simple ciudad estado rodeada de campos de trigo y molinos. Como somos pobres y nos autogobernemos no recibiremos ayuda a menos que paguemos, estábamos condenados o al menos eso creía.

Hace un par de semanas comenzaron a llegar aventureros a la zona, rápidamente acabaron con los bandidos y las bestias, luego se pusieron a patrullar las rutas. Al principio casi, bueno me orine encima, yo no tengo el dinero para pagarle a estos tipos, si llegaban a cobrar dinero a mi puerta estaría en problemas. Pensé que quizás era un artimaña del Conde Mortimer de Voldan, hace meses que quiere que le de la soberanía de la ciudad, ya sea vendiéndola o entregando a mi nieta, pero me he negado, puede que yo sea un payaso pero un payaso responsable que jamás dejar en manos de ese imbécil la ciudad, ese tipo no sabe diferenciar entre la cebada y el centeno.

Mientras pensaba que estaba muerto llego de visita una mujer de cabello negro y mirada seria, ella inspecciono casi todas las granjas y molinos de la ciudad para luego elegir algunas y comprarlas, lo raro fue que no cambio a nadie de su puesto, solo agrego más personal y recursos provocando así que esos lugares mejoraran mucho su eficiencia. No contento con ello hizo arreglos para agregar posadas y mejorar algunos de nuestros restaurantes, mientras lo hacía nos explicó que dentro de poco habría un túnel que comenzaría a pocos metros de la ciudad y terminaría en la ciudad académica, que este túnel recortaría el tiempo a solo un par de días en vez de semana de viaje y que su peaje tendría una tarifa especial para los habitantes de la ciudad, pero eso no fue todo, la misma señorita nos avisó que dentro de un par de semanas comenzaría un nuevo túnel que nos uniría con la ciudad estado de Neus, una ciudad marítima que conecta con variados laberintos y mazmorras, seriamos la ciudad paso entre ciudad academia y la costa de la aventura, pasamos de ser una simple ciudad en el horizonte a un lugar de importancia. No estoy preparado para esto, quiero huir.

Mientras pensaba que haría ahora apareció la muchacha de rostro serio en mi oficina nuevamente, cada vez que aparecía traía nuevos problemas y nuevas situaciones para las que no estaba preparado. Su rostro frio enaltecía su belleza y a pesar de su juventud sabía que ella estaba altamente capacitada

- Señor Adust List, tengo negocios con usted – dijo con una voz monótona y sin emociones

- ¿En qué puedo ayudarla señorita Eilen? –Dije realmente asustado

- Tengo entendido que su ciudad tiene una deuda con el Banco Imperial

- ¿Banco Imperial? Pues no que yo recuerde, le debemos una cantidad de dinero al Conde Mortimer de Voldan, pero esa deuda debería estar casi saldada.

- Pus lamento informarle que no – Su expresión seria me asusto- El conde ese no les presto el dinero, solo hizo de intermediario entre ustedes y el banco. Pero al parecer ustedes no sabían de esto – Dijo mientras dejaba una carpeta sobre la mesa

Tome la carpeta y la comencé a leer, los documentos, los estudios todo revelaban que me habían estafado, ese maldito Mortimer, si pudiese lo mataría.

- Con esto claro espero que acepte la propuesta de mi empleador

- No sé qué será lo que me ofrezca, pero estoy perdido, debo demasiado oro y no tengo de donde sacarlo, además su empleador ha invertido bastante en este pueblo ¿Puedo suponer que el pago a los aventureros?

- Así es, aunque entre usted y yo, lo hizo solo porque le encantan las harinas de este lugar – Su rostro serio no me permitía saber si era un chiste o no, así que lo tome como un hecho- así que lea esto por favor- Dijo poniendo otra carpeta sobre la mesa.

La comencé a leer, antes de darme cuenta estaba preguntando y recibiendo preguntas sobre el trato que me ofrecían, era increíble, si todo salía bien no solo salvaría la ciudad sino también podría irme a beber bebidas deliciosas a una isla de mujeres curvilíneas. Mire a Eilen, sonreí y le di la mano, con esto un nuevo futuro se avecina para la ciudad de List, no, para la ciudad de Pam.