33.- El Hombre Blanco

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Últimamente mucha gente viene a mi taberna por la tarde, no es exactamente el mejor lugar de la ciudad pero tenemos una cerveza decente, siendo sincero no es más que una enorme habitación de madera y piedra atendida por un hombre robusto, calvo y con cara de pocos amigos que es más o menos útil en este trabajo.

- Apareció de nuevo, esta vez en el molino de los Clark- Dijo un hombre mientras entraba por la puerta, si no fuese porque tenía la piel más morena podrías decir que éramos hermanos, aunque en realidad somos primos.

- ¿Otra vez? Pero los Clark también habían vendido sus cosas y ahora eran solo trabajadores ¿no?

- Si, Duch, pero estoy acostumbrado a decirle el molino de los Clark. Wuajajajaja- Respondió mi Primo Erik riendo.

- ¿Y que hizo esta vez?- Pregunte interesado

- Cerveza

- ¿Cerveza?

- Algo así, están construyendo unas bateas y unas máquinas de calor que supuestamente servirá para hacer cerveza.- Dijo Erick sirviéndose el mismo una cerveza.

¿De quién hablábamos? Del "Hombre Blanco", hace unos meses vino la "muchacha de negro" quien se movió por toda la ciudad revisando edificios, plantaciones, graneros y molinos. Pero no solo los reviso, compro muchas propiedades y también negocio con varios molinos y graneros. La mayoría pensábamos que era una especie de pez gordo de la ciudad pero a fin de cuentas era solo el heraldo de una enorme ballena blanca.

El Hombre de Blanco, llamado así por su costumbre de usar siempre alguna prenda blanca, es un hombre enorme de aspecto redondo, es bastante amable y no parece ser muy listo, pero su apariencia es engañosa. Es increíblemente listo y sabe mucho de la industria de los cereales y harinas, en solo unos días demostró que no existe nadie que supere dichos conocimientos, aunque se emociona con cosas que son comunes en dicha industria, como el uso de criaturas recolectoras, plantas que usamos de abono y cosas así. Pareciera ser un experto pero es como un niño con las cosas más básicas ¿Quizás provenga de una ciudad lejana donde usen otros métodos? Quizás.

Pues durante varios días el Heraldo Negro, como llaman ahora a la muchacha de negro, llega a las instalaciones o granjas que previamente ha comprado, mueve todo el personal y luego se lo presenta al Hombre de blanco. El hombre blanco deambula por todo el lugar preguntado e indicando cosas, si el personal no es lo suficientemente rápido o responde de manera lenta el Heraldo Negro lo anota en su libreta para luego descontarle de sus sueldos. Al principio muchos lo consideraban una molestia, un niñito rico en búsqueda de la novedad, pero ¡ZAZ¡ En toda la boca. El Hombre Blanco comenzó a mejorar procesos y compartir técnicas extrañas pero útiles. Contrato a varios viejos trabajadores que por edad o accidentes ya no podían trabajar y los puso a supervisar y enseñar a los más nuevos. Luego se movió a la ciudad, renovó varios edificios y los trasformo en posadas de diferentes calidades. No contento con eso se quejó de los caminos y las plazas y en un solo par de días había mucha gente trabajando en la renovación de dichas áreas. Pensamos que el Lord se quejaría pero él trata al Hombre Blanco como su jefe. Al parecer el Heraldo Negro preparo todo para su llegada.

Mientras pesaba en eso entro un tipo extraño a la tienda, era demasiado flaco como para ser aventurero pero era demasiado simple como para ser un comerciante . Llego al mesón y me pidió una cerveza, su voz sonaba cansada. De cera se podía ver que sus rasgos eran realmente simples, si no fuese por sus enormes ojos y ojeras su rostro era lo que se llama un "rostro común".

- Gracias- me dijo- Todo el día me han tenido caminando por campos y campos de siembra de esa estúpida planta.

- ¿Trabajas para el Hombre Blanco?-Pregunto Erik

- ¿Para el señor Klaus? Sí, soy botánico. Me llamo Lorenz, me contrataron para acomodar de manera correcta el cultivo de una planta llamada por los comunes como Hijo Negro.

- ¿Hijo negro? Planta de Lupo la llamamos acá – Conteste curiosos

- Entonces están más cerca del señor Pam de lo que creen, él la llama lúpulo.

- La conozco, se puede comer pero no es diferente del pasto aunque con mejor olor ¿Para que la van a usar? – Esta vez fue Erik quien pregunto

- Cerveza- Respondió el Botánico- Según el señor Pam se puede usar para mejorar el sabor de la cerveza, he probado los resultados y si, la cerveza con Lupo es mucho mejor que la normal. – me miro durante unos minutos- Tu cerveza es decente, debes tener buen gusto. Deberías hablar con el señor Pam para que te suministre su nueva cerveza.

Erik se quedó hablando con el boticario, yo me dedique a lo mío mientras pensaba en lo que dijo el botánico. Ya me lo habían dicho antes y el Heraldo Negro ya había venido a ofrecerme su nueva cerveza, pero algo dentro de mí no me dejaba aceptar fácilmente. Mis proveedores eran cambiantes, durante muchos años jamás me comprometí con una marca. Mi cabeza daba vuelta en esos asuntos cuando sentí algo raro, todos en la taberna estaban en silencio. Mire hacia la puerta y la vi, el Heraldo Negro había llegado. Camino tranquila hasta la barra, de cerca se veía más pequeña y menos intimidante. Se acercó a la barra y puso dos barriles pequeños y una botella de vidrio, me miro directamente y solo con su mirada me dijo "bebe". Probé todo lo que trajo, maldición, me es imposible describir esa cerveza como algo menos que deliciosa, y el licor en la botella era fuerte pero de buen regusto.

- Son solo prototipos, el señor Pam quiere que todos los taberneros de la ciudad se unan a unas muestras de degustación y nos den sus opiniones. Esta invitado – Dijo el Heraldo dejando una ficha de madera y un sobre indicando hora y lugar.

Tan simple como llego, el Heraldo Negro se fue. Pude ver como el botánico suspiraba aliviado, al igual que algunos de los clientes, pero no puede compartir su alivio. Ellos estaban haciendo una cerveza deliciosa y un nuevo licor, debía conseguirlos.

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