Camile.
Tenía un conflicto conmigo misma, porque no sabía cómo le iba a decir a Lily que había tenido una cita o, mejor dicho, había salido amistosamente con el chico que le gustaba.
«Vaya sí que suena feo»
Y es que eso era lo complicado, porque Lily era mi mejor amiga, mi única amiga en Queens de hecho y no quería que ella supiera lo de Oliver, simplemente no quería que me dejara de hablar y no sabía qué hacer.
Una parte de mi quería decidir por Jack, porque el simple hecho de pensar que Lily se podía sentir mal por eso me preocupaba.
—Entonces ¿Qué dices? — La voz de Lily me sacó de mis pensamientos.
Parpadeé, volviendo a la realidad.
Estábamos en la cafetería de la escuela tomando una malteada de chocolate.
—Disculpa ¿Qué dijiste? No te escuché.
—Andas muy distraída hoy Camile ¿Estás bien? — preguntó, preocupada.
—Sí, solo estoy pensando en muchas cosas.
—Camile, sabes que, si necesitas hablar algo o desahogarte aquí estoy, para eso estamos las amigas.
«Genial, ahora siento más culpa»
—Gracias, Lily — dije.
—No me agradezcas, Camile.
—Bueno — suspiré — ¿Qué me decías?
—Que el equipo de hockey quiere ir al minigolf y pues mi pregunta es ¿Invitaré a Oliver?
«Oh no»
— ¿Por qué invitarlo?
— ¿Por qué no? Mira Oliver me gusta y creo que le gusto, pero tengo que estar segura ¿Lo invito?
No me quedaba de otra, no le podía decir, "es que a mí también me gusta Oliver y siento cosas por él que jamás he sentido por nadie".
Creí que tenía que apoyar a Lily con Oliver, si él se enamoraba de ella, todos felices ¿No?
«Claro que no»
—Sí, me parece buena idea — respondí intentando sonreír.
—Gracias, Camile, lo voy a buscar y lo voy a invitar — tomó sus cosas y se levantó.
— ¿A dónde vas?
—A buscar a Oliver.
Ella se fue así, sin decir nada más, y me preocupé porque Oliver también me atraía y esa salida al museo de historia natural había despertado más sentimientos en mí de los que ya tenía.
Me quedé ahí, sola en la cafetería de la escuela, saqué mi celular y unos audífonos para poner música de Imagine Dragons, en ese entonces los empezaba a investigar y a saber de su música.
Sonaba "Radioactive" cuando de la nada sentí como alguien se sentó a mi lado, por un momento supuse que era Oliver, así que levanté la mirada, pero me llevé una sorpresa al ver a Jack sentado a mi lado.
—Hola, Jack — dije cuando me quité el audífono.
—Hola — susurró viendo sus manos encima de la mesa.
Nos quedamos en silencio unos cuantos segundos, buscaba la mirada de Jack, pero no la encontraba, algo en mí sabía que quería decir algo, pero que le tuviera paciencia pues le podía costar tiempo.
Él tomó un suspiro antes de hablar.
—Sé que fue cobarde de mi parte no dirigirte la palabra e ignorarte — dijo — y... Quería pedirte perdón.
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El chico de la bufanda gris
Teen FictionCamile y Oliver, dos chicos que estudian en una escuela en Queens, un distrito de Nueva York, cada uno con diferentes sueños y diferentes formas de ver la vida, pero con algo en común... Una bufanda gris. ADVERTENCIA: ESTA HISTORIA ES SOLO UN BORRAD...