Camile.
Me había despertado temprano para que me diera tiempo de bañarme y pararme para ir a la escuela y limpiar el desastre del día anterior.
Hice mi rutina diaria, antes de ir a la escuela mi mamá también salió con dirección a su trabajo y salí con ella, ese día sí alcancé al autobús a la contra esquina de mi edificio para que mi mamá no se diera cuenta de que me estaba yendo a la escuela y no a la casa de Lily como le dije un día antes.
El día iba relativamente bien dentro de lo cabe, me puse mis audífonos en el transporte e iba escuchando Imagine Dragons, ellos se habían convertido en mi banda favorita y con la que estaba completamente obsesionada, en un buen sentido claro, y amaba todas sus canciones con toda mi alma.
Cuando llegué a la escuela mostré mi pase que me había dado la directora y me dejaron entrar. Fui al taller de artes aún con los audífonos puestos mientras le mandaba un mensaje a Lily para ver cómo iba lo de su hermana.
Yo: ¡Buenos días, estrellita! ¿Cómo estás? ¿Cómo va todo?
Lily: Hola, todo va bien gracias por preguntar, Camile.
Yo: Me alegro de que todo vaya saliendo bien, tal vez sea un proceso difícil, pero todo va a estar bien y aquí estoy cuando lo necesites <3
Lily: Ayy muchas gracias amix, te amo mucho, por eso eres mi mejor amiga, porque siempre estás para mí, en serio lo aprecio y te amo a montones u.u
Yo: No tienes por qué agradecer amix, para eso estamos, y trata de descansar también tú, te amo más muchachita linda ˄˄
Lily: Gracias Camile, nos vemos mañana.
Yo: Sipi, nos vemos y te marco luego ¿Va?
Lily: Va.
Solo reaccioné con un corazón a su mensaje y chequé los demás mensajes en mi barra de chats "Chats 20"
«Casi nada»
Apagué mi celular y lo guardé en mi bolsillo.
Seguí caminando hasta el taller de artes «Carajo, no recordaba que estuviera tan lejos»
De la nada sentí que alguien me tomó del hombro ocasionado que diera un respingo.
—Perdón — se disculpó Oliver y yo me quité los audífonos — no quería asustarte.
—No te preocupes — solo no te escuché, traía los audífonos puestos.
— ¿Vas para taller? — preguntó.
«No, solo vine temprano porque me gusta estar todo el puto día en la escuela»
Creo que mi expresión lo dijo todo, él sonrió apenado y me dio la impresión de que se golpeó internamente.
—Creo que es muy obvio ¿no? — rio nervioso.
Yo sonreí por su comentario pues se había visto muy tierno.
—Sí, un poco — asentí sonriendo.
Él agachó la mirada y sonrió.
—Estoy bromeando — continué — no te preocupes a todos nos puede pasar.
Le puse la mano en el hombro y él me miró con una sonrisa que ocasionó un leve cosquilleo en mi cuerpo.
—Si tú lo dices — el contacto visual era inevitable, así como el perderme en sus ojos color avellana — de todas maneras, perdón por la pregunta tan obvia, fue algo... estúpido.
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El chico de la bufanda gris
Teen FictionCamile y Oliver, dos chicos que estudian en una escuela en Queens, un distrito de Nueva York, cada uno con diferentes sueños y diferentes formas de ver la vida, pero con algo en común... Una bufanda gris. ADVERTENCIA: ESTA HISTORIA ES SOLO UN BORRAD...