"Eres la única que sacude mi mundo"
—Big Time Rush.
Camile.
No sabía cómo reaccionar.
Era claro que no conocía la historia y pensé que a nosotros nos pasó lo mismo.
Tal vez no era literal, pero había algunas similitudes en nuestra historia y la verdad es que me sentí mal por todo. Tal vez Oliver sintió ese miedo cuando le pedí la relación secreta, tal vez sintió que la historia se iba a repetir, por eso había tantas comparaciones con ella, por eso las cosas fueron más tensas de lo que pensé.
—No le vayas a decir a Oliver que te conté — me amenazó Owen.
—No te preocupes, no se lo diré — respondí y suspiré — no sabía que las cosas habían sido así.
—Bueno, supongo que hay cosas que Oliver no me contó y está en todo su derecho, a veces no decimos todo lo que nos duele. No tuvo una buena experiencia en el amor, creo que por eso me caes bien.
Lo miré, qué tenía que ver.
— ¿Yo?
—Sí, porque quiero a Oliver cómo a un hermano y verlo así es grato, lo vi sufrir por amor y verlo ahora, con alguien que sí lo quiere, eres diferente a ella, Camile.
No sabía qué decir, no me sentía muy diferente, tal vez los sentimientos eran distintos o algo parecido, pero al final, seguía siendo un poco parecida.
—Supongo que es... — no sabía cómo describir sus palabras, porque eran raras, pero al mismo tiempo eran lindas.
«Ralindas di»
—Perdón por decirlo así, pero es que en serio, aunque no lo creas, veo mucho mejor a Oliver, solo que no le digas que lo quiero.
Sonreí por eso.
—Tu secreto está a salvo conmigo — bromeé.
—Trata de descansar, Camile — le dio un último mordisco a su galleta y rodeó la barra de la cocina — nos espera un día largo mañana y es mejor estar al cien por ciento, no sabes cuando es la última vez que vas a dormir bien.
—Vaya, eres filosófico de noche.
—En realidad, me refiero a que ya vamos a entrar a la universidad, y por lo regular, no se duerme mucho — se encogió de hombros.
No respondí solo lo miré confundida y lo vi desaparecer entre los pasillos.
Le hice caso, solo me comí una galleta más y salí de la cocina, tenía sueño y necesitaba descansar.
Traté de no hacer ruido cuando entré a la habitación de Estela, no le daba mucha luz al cuarto, así que traté de no tirar nada o tropezar. Cuando me acosté creí que me iba a quedar dormida muy pronto, pero no fue así.
«No mames, no debí comer tantas galletas.
Creo que me empaché»
En realidad, no era eso. O bueno, en parte estaba llena, pero el saber qué pasó entre Oliver y Fanny no me había dejado tranquila en ningún sentido.
«No debí de preguntar»
No podía parar de pensar en que tal vez yo le había traído algunos recuerdos malos a Oliver, le dije que lo quería, pero lo oculté.
«A veces creo que eres una mala novia.
También yo»
Quería hacer algo lindo para darle a entender que, a pesar de eso, yo sí lo quería y lo quería bien.
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El chico de la bufanda gris
Teen FictionCamile y Oliver, dos chicos que estudian en una escuela en Queens, un distrito de Nueva York, cada uno con diferentes sueños y diferentes formas de ver la vida, pero con algo en común... Una bufanda gris. ADVERTENCIA: ESTA HISTORIA ES SOLO UN BORRAD...