Camile.
Un short de mezclilla con un decorado de flores blancas, una blusa rosa con un diseño de líneas verticales con una flor blanca del mismo tipo en el escote.
Me puse mis Converse negros y me amarré el cabello en una coleta, como siempre el mechón rebelde se salió de mi coleta, pero lo puse detrás de mi oreja.
Mi maquillaje consistía en un delineado y un poco de brillo labial, me puse un poco de brillitos en el párpado y ya estaba lista para acompañar a Lily a la fiesta de Nadia.
Lily me había mandado un mensaje de que ya estaba esperándome afuera de mi edificio.
Me despedí de mi mamá y bajé con Lily.
—Hola, Camile — saludó.
—Hola, Lily — saludé, sonriendo.
—Te ves muy bonita — elogió y sonreí.
—Gracias, me siento bonita — admití, la verdad es que adoraba como me veía — tú también te ves muy bonita.
Lily llevaba un vestido azul marino con brillitos y el cabello suelto con algunos brillos en él y unas zapatillas bajas color negro. Su maquillaje era muy disimulado, pero me gustaba.
— ¿Cómo nos vamos a ir? — pregunté
—Solo vamos a tomar el metro y después tomamos un taxi.
— ¿No es más fácil tomar el taxi?
— ¿Cómo?
—Sí, que en vez de meternos al metro tomemos el puro taxi.
—Puede ser — ladeó con la cabeza — entonces nos vamos en taxi.
—Bueno.
—El problema es parar un taxi.
[...]
Después del dilema de parar un taxi llegamos al edificio de Nadia, ella bajó y nos recibió sonriente.
—Hola, chicas — exclamó.
—Hola — respondimos al unísono.
—Vengan, vamos a mi departamento, todos están allá, solo faltaban ustedes.
—Fue culpa de Camile, ella quería ahorrarse ir en metro y prefirió tomar un taxi.
—Tú querías dar más vuelta Lily — me defendí mientras avanzábamos al ascensor.
—Es difícil parar un taxi — dijo Nadia.
— ¿Verdad que sí? Pero Camile cree que es fácil.
Le dediqué una mala mirada a Lily.
—Tú querías que viniera contigo ahora te aguantas.
—Y creme que te amo por acompañarme — exclamó Lily abrazándome de lado mientras subíamos al ascensor.
— ¿Verdad que es bipolar? — le pregunté a Nadia.
—Está claro que sí — contestó y soltó una leve risa.
— ¡Nadia! — gritó Lily
—No me reclames siempre dices que estás enojada y a los 5 minutos te estas riendo —Nadia se encogió de hombros — o ¿ya olvidaste la vez que te enojaste conmigo y a la media hora me mandaste un meme?
—No estaba taaan enojada — se defendió Lily.
—Bueno cuando Lily se enoja de verdad sí suele ser muy fría — interviene.
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El chico de la bufanda gris
Fiksi RemajaCamile y Oliver, dos chicos que estudian en una escuela en Queens, un distrito de Nueva York, cada uno con diferentes sueños y diferentes formas de ver la vida, pero con algo en común... Una bufanda gris. ADVERTENCIA: ESTA HISTORIA ES SOLO UN BORRAD...