Camile.
Física.
Sí, otra vez me tocaba la clase de Física.
Odiaba la clase, no entendía mucho de lo que decían por más que intentaba esforzarme. Nada se me pegaba.
«Ah, pero no fuera el vídeo de los perritos bailando con una canción de Kenia Os de fondo porque ahí sí, estaba todo el puto día en mi mente.»
Estaba sentada en la silla de siempre, miraba atenta a la maestra la cual estaba muy enfocada en dar su clase y explicar el tema que iba a ser necesario que entendiéramos pues nuestro proyecto final iba a ser parte de nuestra calificación.
—He decidido que sea en parejas — dijo la maestra.
Puf, mierda.
Bueno me tocaba esperar a que alguien se quedará sin equipo o hacerlo sola. Ya estaba acostumbrada, no tenía muchos amigos y no todas mis clases las compartía con Jack o con Lily, así que... no era para tanto, además siempreee odié los trabajos en equipo, la que terminaba haciendo todo era yo.
Entonces si me podía evitar eso, mejor para mí.
—Al final de la clase voy a dar indicaciones, ya tengo las parejas formadas.
En un momento llegué a pensar que tendría que hacer el trabajo sola. Como ya dije, qué bendición que eso pasara.
La maestra estaba dando la clase cuando llegó aquel chico, tocó la puerta.
—Buenas tardes, profesora ¿Puedo pasar? — preguntó el castaño de ojos color avellana.
—Oliver ¿Por qué llegó tan tarde? — respondió la maestra poniendo las manos en la cintura.
«El chico de la bufanda gris va en mi clase de física.
El pesado de mierda ese.
Admítelo te encanta.
Quééé noooo, es guapo sí, pero nooo.
Aja»
Lo había olvidado, el chico que me dio el balonazo en la nariz iba conmigo en física lo cual hacía que mi enojo fuera más grande, el muy imbécil tenía más posibilidades de disculparse y había mandado a Owen.
Regresando al tema y dejando de lado el enojo, sí, compartíamos una clase, solo lo había notado, pero jamás le había puesto atención. Ni siquiera recordaba su nombre con lo de la disculpa de Owen.
«No, no, no, yo sí recuerdo su nombre, que no me quisieras escuchar es otra cosa.
Más bien, no me interesa su estúpido nombre.
Un nombre muy interesante.
¿Qué tiene de interesante? ¡Es solo un nombre!
No lo sé, pero lo tengo anotado en mi lista por si se suscita algo»
Bueno por lo menos ya le había puesto más atención a su nombre y eso siempre se me hizo curioso, pues al compartir una clase con él por lo menos sabría su nombre, pero no.
No había notado que no estaba en clase ese día, volteé a ver en donde regularmente se sentaba y me di cuenta de que en su lugar estaba aquella chica de cabello rosado que había visto cuando estábamos Lily y yo espiando... que diga viendo a Owen en su entrenamiento.
—Tuve un inconveniente, pero tengo un justificante.
—Muéstremelo.
Oliver se pasó y le dio un papel a la maestra, ella lo analizó y asintió con la cabeza.
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El chico de la bufanda gris
Teen FictionCamile y Oliver, dos chicos que estudian en una escuela en Queens, un distrito de Nueva York, cada uno con diferentes sueños y diferentes formas de ver la vida, pero con algo en común... Una bufanda gris. ADVERTENCIA: ESTA HISTORIA ES SOLO UN BORRAD...