"Has estado estresado últimamente, sí, yo también. Algo te dio el valor de tocar mi mano. Es bueno tener un amigo"
—Taylor Swift.
Camile.
Unos días después de la fiesta de Carla los resultados de las solicitudes de la universidad habían llegado y los nervios me estaban comiendo entera a mí y creo que a todos mis amigos.
Estela: Ahhhh me voooy a cagar para adentro sino me quedo.
Oliver: ¿Cómo te cagas para adentro?
Estela: Eso no importa, amiguito, solo importan los resultados.
Owen: Entonces en dónde nos vemos para ver nuestros resultados.
Yo: ¿No habíamos dicho que en mi departamento? Ya compré pizzas *stiker de un perrito haciendo puchero*
Oliver: Qué bonita te ves haciendo pucheros.
Yo: *stiker de un pingüino sonrojado*
Owen: Sus romanticismos fuera de este chat.
Estela: Sí, no aceptamos propaganda heterosexual *emoji de un dedo señalándonos*
Yo: JAJAJAJAJAJA ok, entiendo.
Estela: No es cierto, a mí sí me gusta que sean románticos, a veces pienso que nunca voy a entender las canciones románticas de Taylor Swift, y cuando los veo a los dos... bueno, sigo pensando lo mismo, pero que por lo menos veo a mis amigos vivirlo *stiker de un perrito sonriendo*
Owen: Sí, claro, Estela, no te proyectes por favor.
Estela: ni ti priyictis pir fivir.
Owen: Qué madura.
Oliver: Entonces nos vemos en el departamento de mi hermosa novia para abrir nuestros sobres.
Yo: Esa soy yo, ¿los espero aquí a las 4 de la tarde?
Estela: Sipi, nos vemos allá (:
Oliver: De acuerdo, cita a las 4 con Camile.
Yo: Valep, los espero, si es que no muero de los nervios antes de que lleguen *stiker de un perro nervioso*
Oliver: Si te mueres te revivimos, tú tranquila.
[...]
Dieron las 4 de la tarde, mis papás estaban trabajando, pero Santiago me había estado insistido todo el puto día en que abriera los resultados, pero por más que me tentaba a hacerlo, quería que fuera un momento con mis amigos.
El timbre sonó y por más que corrí a abrir la puerta, mi hermano me ganó.
—Buenas tardes — escuché cómo saludó Santiago fingiendo la voz ronca.
Cuando logré asomarme entre Santiago pude ver que Estela y Owen estaban casi escondidos detrás de Oliver.
—Hola, Santiago — saludó Oliver aclarando la garganta.
— ¿Qué quieren?
—No seas grosero — le espeté y como pude lo empujé.
—No soy grosero, solo quiero saber.
—Pues a ti qué te importa.
—Ya — chasqueó con la lengua — si quieres sácame a la chingada de aquí.
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El chico de la bufanda gris
Fiksi RemajaCamile y Oliver, dos chicos que estudian en una escuela en Queens, un distrito de Nueva York, cada uno con diferentes sueños y diferentes formas de ver la vida, pero con algo en común... Una bufanda gris. ADVERTENCIA: ESTA HISTORIA ES SOLO UN BORRAD...