Capítulo 22 • Viajes y... ¿qué?

59 11 33
                                    

Era una noche oscura, de esas de las cuales no quieres salir de casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era una noche oscura, de esas de las cuales no quieres salir de casa. El viento soplaba fuertemente y la lluvia caía de manera torrencial. Me gustaba la lluvia, pero también le tenía miedo, sabía las miles de cosas que podía causar.

Me acomodé cómodamente en mi cama y me cubrí con las frazadas

—Hace frío... —susurré y el vapor salió de mi boca mezclándose con el aire gélido—. ¿Cómo estarán todos? —tenía un presentimiento extraño en mi pecho, por lo tanto comencé a hablarle a él, que todos estuvieran bien y en paz. Que tengan tranquilidad y no sientan miedo, pues él los cuidaba. Al terminar me quedé profundamente dormida.

||• • • • • ♪ • • • • •||

—¿Hola? —todo era oscuro, solo había un espejo frente a mi. Cuando me acerque me ví a mi de pequeña, está observaba tenebrosa mi figura, su ropa era blanca y poco a poco comenzó a mancharse de rojo. En su mirada se lograba entender que estaba asustada y algo más apareció a su lado, una sombra, completamente negra y la arrastró, la quise tomar de las manos, que permaneciera conmigo, pero no pude, pues era un espejo.

—Tu pasado te consume, Rebbeca. Debes perdonar... No cargues siempre con ser fuerte. Nadie puede con todo si no estoy a su lado —y la sombra negra que anteriormente se encontraba del otro lado del espejo apareció a mi lado, su sonrisa era macabra, sentí el miedo en mi ser. Antes de que pudiera reaccionar me envolvió en un humo oscuro y cuando abrí los ojos sentí que caía, estaba cayendo en un vacío completo. Quise gritar, pero mi voz no salía.

Al final me rendí y deje caer. Agua, ese fue mi destino. Abrí mis ojos y muchas más sombras negras aparecieron, algo tenía en claro. Yo era el objetivo de todas ellas.

Rápidamente se fueron acercando, pero algo los detuvo. Me encontraba en una especie de burbuja, la cual no los dejaba pasar.

—¿En dónde me encuentro para ti, Becky? ¿Por qué no me llamas si sabes que ninguna quedaría cuando estoy a tu lado?

—Solo pueden estar aquí si tú las permites, señor. Sálvame —y desperté. Mi respiración era irregular, algo de aquel sueño me había quedado claro. Mi pasado atormentaba mi futuro y eso podría llegar a ahogarme, por eso mismo debía perdonar. Debía perdonar a mamá.

 Debía perdonar a mamá

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Rebbe... Becks... ¡Becky! —le grité y ella por fin me miró—. Estás en otro mundo, ¿qué te sucede? —negó y la miré mal

—No es nada, Mat. El embarazo de mamá me tiene un poco preocupada...

—¿Segura qué es solo eso? —sabía que me mentía, además era demasiado expresiva

—Tengo mil cosas que pensar en este momento, Mat. —habló y concentró su vista en la libreta que reposaba sobre la mesa, anotando las cosas que la señora Hernández colocaba en la pizarra

—Compárteme alguna, te escucho —imite su acción y copié sin entender lo que la profesora hablaba.

—Me iré de viaje... A Estados Unidos, tía Iara quiere que la acompañe por un tiempo, pero he estado tanto tiempo fuera de casa... Quiero ir, es Estados Unidos, no siempre se dan estás oportunidades, pero nuevamente me alejo de todos...

—¿Tú qué quieres Rebbe? —sus ojos demostraron demasiados sentimientos a la vez.

—Quiero ir...

—Entonces iré contigo —sus ojos se iluminaron y tartamudeo

—¿Tu familia?

—No pierdo a nadie, Rebbe. Mi familia son Harry y Valerie, pero se que lo van a entender...

—¿Sabes hablar inglés? —negué

—Pero puedo aprender... —ella negó rápidamente y su vista se poso en la profesora que explicaba animadamente sobre un tema que no había escuchado en lo que iba la clase

—No puedes irte así como si nada... No puedes dejarlos atrás —fruncí el ceño sintiendo que no me hablaba a mi

—Rebbe, no los estoy dejando como si nada, solo quiero acompañarte. No todos los días se puede tener a Mateo Hwang intentando explorar el mundo. —ella río y sentí como las mariposas en mi estomago exploraban nuevamente el lugar como si no lo conocieran

—¿Y si...? —dejo la pregunta en el aire y la observe con curiosidad esperando que acabe, pero solo sacudió su cabeza; como si con ese movimiento los pensamientos salieran volando y no quisieran volver—. Olvídalo 

—¿Segura? —ella asintió

—No te preocupes —sonrió como siempre, como si realmente no pasará nada

—Okey... —y así finalizo esa conversación, mientras la profesora comenzaba a copiar otro tipo de cosas en aquella gran pizarra

—Gracias Mat —hablo mientras jugaba con sus pies, la clase ya había terminado y habíamos quedado solos en aquel salón, pues ya todos iban a sus casas

—Es lo que hacen los amigos —dije y ella sonrío—, o eso creo, nunca tuve amigos —ambos comenzamos a reír ante la situación. Me encantaba pasar tiempo con Rebbeca, a veces parecía ser mi lugar seguro 

—Eres divertido, Mat

—Tu igual, Becks

—Entonces...¡Tiembla Estados Unidos porque para asha va Mateo Hwang! —imite el acento de Lautaro y su carcajada se podría haber escuchado por toda la ciudad. Okey, ya exageraba.

—Has pasado mucho tiempo con Lautaro —hablo ella entre risas

—Bueno, pues... Vivo con él. —respondí con obviedad y Becky me golpeo levemente—. ¿Estás lista realmente? —su mirada reflejaba demasiadas emociones y no lograba distinguir ninguna

—Sí —seguridad, eso transmitían sus palabras—, ¿tú lo estás? 

—Pues mientras vayamos juntos, esta bien —la abracé y ella se sorprendió

—Haz cambiado, Mat... Es bueno conocer esta versión de ti —me sonrojé y ella río

—Te ves tierno

—¡Ya, Rebbe! —cubrí mi cara y me sostuvo de las manos para evitar que lo hiciera, sentí una especie de electricidad en todo mi cuerpo, pero lo ignoré por completo

—¿Qué vas a llevar? ¿Cómo le dirás a los tíos? —esas y muchas preguntas más me llegaron de su parte. 

—De a poco, Rebbe. Además aún no has hablado con tus padres, no sabemos si te dejan y tampoco es como es que nos iremos ahora mismo, dijiste que Iara te lo comento, por lo tanto tenemos algunos meses para planear y pensar todo. También puedo aprender un poco de inglés básico. Todavía no entiendo como aprendí español y no inglés, es mucho más difícil el español

—Sí, es bastante difícil, pero siendo sincera el inglés no fue fácil para mí. Así que estás en una situación complicada coreano —se burlo y así se marcho del lugar donde nos encontrábamos 

—¡Oye, espera! ¡También voy para tu casa! 

Valle de la Felicidad. [EUMCEE 2]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora