Capítulo 38 • Maneras

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—Llamó mi mamá,  ella comenzó rehabilitación, se disculpo

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—Llamó mi mamá,  ella comenzó rehabilitación, se disculpo... —dije y Valerie dio un suspiro el cual se escuchó por la habitación. 

—¿Cómo estas? —pregunto Harry.

—Estoy mejor, ella me habló sobre lo que había sucedido hace tiempo —respondí sonriendo, me sentía en paz, al menos una parte de mi, la otra todavía le faltaba arreglar las cosas con mi padre. 

—Me alegro que todo este mejorando, Mat —dijo Tahiel, mirando desde un lado de la mesa. 

—Sí, yo estoy igual que Tai —hablo esta vez Ryan sonriendo.

Solo falta hablar con papá —pensé, solo era eso lo que faltaba, luego estaría en paz conmigo.

—Solo falta hablar con papá —pensé, solo era eso lo que faltaba, luego estaría en paz conmigo

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Había hablado con Keby durante dos horas en aquel banco, él me conto como conocía a mamá. Pues era amigo de Jackson Coya, mi abuelo, de hecho me comentó que ambos iban a pescar al lago y se quedaban horas hablando. Me contó acerca de mi abuela, Laura Silas, como fue el momento en el que se enamoró del abuelo y muchas más cosas. Incluso me contó que el apodo "Keby" se lo había dado Samay. 

Cuando mamá llamó a la hora de costumbre yo aún estaba con Keby en aquel banco, su videollamada me sobresaltó, pero cuando respondí le conté que me había encontrado con él y pudieron verse, también le presentó a Samara y le conto sobre su hijo en camino.

El tiempo pasaba muy rápido, hacían ya alrededor de cuatro meses que me encontraba en Estados Unidos. 

Mi vida no había cambiado mucho, había nacido mi hermano menor, Alexei; su nombre significaba "el que defiende", creo que papá lo había visto en un jugador de futbol. No habíamos estado cuando nació, ya que, no pudimos viajar debido al dinero. Olaf había quedado con mis padres, por lo tanto muchas veces me sentía sola.

—¡Rebbeca! —grito la tía Iara alargando la "a" al final de mi nombre.

—¿Si? —pregunté asomando mi cabeza por la puerta mirando como ella cocinaba.

—Llamo Brandon,  habrá cena familiar el mes que viene, conoceremos a Alexei y sus cachetes hermosos —la tía estaba fascinada con Alexei, era muy tierno había de admitir. En un mes volvería a mi ciudad, vería a Olaf.

Iba a ver a Mateo. 

Mi corazón se acelero de solo pensarlo, estaba ansiosa, pero aún no estaba lista, quería saber cómo estaba, si seguía esperándome o preguntando por mi. Cuando Samy llamaba me contaba lo que sabía, pero ella al atravesar aquel acontecimiento le genero un trauma y ya no podía salir sin la compañía de papá de casa. Aún continuaba teniendo exámenes de sangre y algunas otras cosas, pensar en aquello me generaba escalofríos.   

—¿Estará él? —Iara sabía a quién me refería.

—Obvio, ya es de la familia, no puedes vivir escapando de él Becks, ya ha pasado alrededor de cuatro meses que vives aquí. —Iara pensaba que Mat no tenía la culpa, aunque igual no era eso lo que me preocupaba, ¿y si luego no quería volver? Tenía que lograr mi promesa. Había mejorado en muchos aspectos, pero me quedaban arreglar las cosas con mamá.

Mi problema con mamá no era muy fácil, ya que ella muchas veces no se daba cuenta del daño que ocasionaba, la había escuchado decirle a papá que nuestro parecido con sus hermanas a veces la hacía extrañarlas. Solo quería que ella me dijera algo, que sabía que eso iba a aliviar mis cargas. 

—Tía, ¿alguna vez la abuela Diana te culpo de algo sin darse cuenta? —ella dejó de hacer lo que estaba haciendo y me miro confundida, luego continuó con lo que hacía. 

—Yo creo que no, pero hubo veces en las que sentí que podría ser diferente, aunque no me arrepiento. Mamá es muy buena, tiene sus errores como toda madre, pero no es mala. —conocía muchos tipos de madres, recordé la vez que visité la madre de Mat y fue una gran sorpresa. Ella olía a alcohol y tenía el pelo tan oscuro como la noche, era de estatura promedio y en su casa había muchos cuadros de su familia, supongo que aún no aceptaba haber perdido todo. Me preguntaba que había sido de ella luego de tanto tiempo. 

—Todos son diferentes —dije y volví al cuarto. Los últimos días había pensado mucho sobre todo lo que a mi alrededor ocurría. Abrí la ventana y una brisa cálida entró por ella, mi pelo se movió junto con el y me tiré en la cama, mirando el techo. Mi celular comenzó a sonar y el nombre de Mateo apareció en la pantalla, lo aleje rápidamente y el celular casi se cae de mi cama, pero la llamada finalizó, lo desbloqueé esperando tener algún mensaje o algo que indicara la razón de aquella llamada, pero nada. Al paso de treinta minutos llegó un mensaje.

Mat: Perdona, pero no pude evitarlo. Iba a contártelo aunque sea por mensaje, pero luego me arrepentí y siento que es mejor que cuando nos veamos, así solo hay un montón de buenas noticias. 

No pude darte una respuesta a tu carta, pero espero que en todo este tiempo hayas estado bien, tu hermano es muy tierno y las cosas por aquí están yendo bien, espero que pronto podamos vernos, Di'Angelo, Samara me cuenta de ti, me he enterado de que haz conocido a un señor, en este momento no recuerdo el nombre, pero te ha contado sobre las dudas que tenías de Katherine. 

Olaf te extraña mucho, lo he llevado a pasear y por lo general también le damos agua a los otros perritos, yo también te extraño, pero no quiero que pienses que ya nos podemos encontrar, aún me falta algo y sé que a ti también, por eso estás atrasando tu regreso, yo sé que puedes lograrlo, eres una persona maravillosa. Gracias por esperar a que haya pasado mi cumpleaños para regresar, sé que se acerca tu cumpleaños y luego de este mensaje trataré de resistirme y solo los escribiré en algún lugar hasta que algún día sin darme cuenta te comente lo que escribí allí. Luego de este mensaje, no habrá respuestas, así que por favor, no me envíes nada. 

También me entere de la cena familiar, Brandon me obligo a ir, pero no te preocupes, aún podemos hablar en algunas ocasiones como estas. Son inevitables, siéndote sincero no quería ir para que puedas tener tu espacio, pero también mi lado egoísta quiere verte. Así que después de una batalla difícil y charlas con los chicos lo decidí, no puedo vivir ocultándome de ti, no puedo ignorar todo el tiempo lo que quiero. 

Nos vemos en un mes, Rebbeca Di'Angelo.

Con cariño, Mateo Hwang.

< < < ♡ Continuara... ♡ > > >

Déjate querer, Rebbeca.

Hoy 8 de Octubre es cumpleaños de Mateo, se merecía actualización.

Valle de la Felicidad. [EUMCEE 2]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora