⊹ᰔ Happier Than Ever ✧˖° Jaywon ₊˚⊹

Capítulo 2

A Jungwon le sudaban las manos. Estaba bastante emocionado. ¡Tendría un nuevo amigo! Sunoo y Ni-Ki se la pasaron hablando mil cosas en lo que esperaban a su objetivo. Él solo podía tener en la cabeza los ojos de su hyung.

Pasaron los minutos y no había rastro de Jay. Jungwon comenzó a desanimarse poco a poco. Sus amigos lo notaron.

–Tal vez se quedó estudiando – le dijo Sunoo-. No creo que no haya venido para no encontrarse contigo.

– No es la gran cosa, hyung – dijo Ni-Ki palmeando su espalda-. No necesitas a alguien así en tu vida, además, apenas le hablaste. No puedes asegurar que es una buena persona solo por un favor que te hizo.

– ¡Exacto! – apoyó Sunoo-. Yo sé que estabas muy ilusionado por ese tipo, pero ya te das cuenta, es solo un hijo de...

– ¡Ahí viene! – avisó Ni-Ki.

– ¡Su bendita madre! – sonrió Sunoo-. Jungwon, párate derecho, saca el pecho, abulta los labios, pies juntos.

Jungwon hizo todo en orden temiendo parecer ridículo frente a su hyung. Pero mientras más se acercaba este con sus amigos, más se desinflaba su pecho, respirando más agitadamente.

Estaba a unos metros. Jay reía con sus amigos, no se había dado cuenta que Jungwon estaba frente a él.

Cuando se percató de su presencia le sonrió y lo saludó con la mano. Jungwon lo saludó de vuelta, pero cuando iba a decir algo, Jay pasó de largo y entró a la cafetería con sus amigos.

– Justo como me lo imaginé – suspiró Ni-Ki viendo como su mayor se alejaba.

– No estés triste Jungwon – Sunoo lo abrazó de lado-. El universo no quería que se juntaran por alguna razón, las cosas pasan por algo.

– Siquiera te saludó – trató de animar Ni-Ki-. No te ignoró, tal vez un día puedan llegar a hablarse normal.

Jungwon seguía con las palabras en la boca, pero no podía pronunciarlas. Sentía sus ojos pesados y su respiración seguía agitada, pero ahora negativamente.

– Vamos Jungwon, no necesitas a alguien así como amigo, menos como conocido. Solo porque estaba con sus amigos y se creen muy geniales como para estar contigo, yo digo que los mandes a todos a la...

– Hola – dijo una voz detrás suya. Era Jay.

– ¡Hola! – se sobresaltó Sunoo.

– Hyung – los ojos de Jungwon volvieron a brillar.

– No creerás que me olvidé de lo que te prometí – sonrió-. ¿Comen con nosotros?

– No, gracias. Tenemos cosas que hacer en el... – Sunoo se trabó.

– En el aula, muchas cosas – empujó Ni-Ki a Sunoo, sacándolo de ahí.

– ¡Cuídate Jungwon! – gritó Sunoo siendo básicamente arrastrado por Ni-Ki.

– ¿Tus amigos? – preguntó Jay colocándose frente a Jungwon.

– S-sí – tartamudeó.

– Son tiernos... – dijo Jay mirando sobre él-. Igual que tú.

– Hyung ya le dije que no soy tierno – sonrió Jungwon.

– Cuando me dices eso eres el doble de tierno – Jay puso una mano sobre su hombro-. ¿Quieres que vayamos a comer ya?

Jungwon sonrió y asintió. Se adentraron a la cafetería llena de estudiantes comiendo. En una mesa pudo reconocer a los amigos con los que Jay llegó.

– ¿Sus amigos no se molestaron porque no almorzará con ellos?

– ¿Mis amigos? Que va – dijo Jay recargándose en la pared mientras hacían fila para ser atendidos-. Me dijeron que estaba bien si estaba invitando a un niño tan lindo como tú.

Jungwon no sabía nada acerca del coqueteo. Se consideraba un inexperto a niveles exagerados, y justo en esos momentos creía que su hyung solo estaba siendo amable al darle tantos cumplidos, nunca le pasó por la mente que las intenciones de Jay eran estar tratando de llamar su atención. Pero muy en el fondo sentía algo diferente.

Él solo sonreía y asentía.

Cuando tuvieron su comida en sus manos se dirigieron a una mesa vacía. Jungwon juraba que Jay lo llevaría con sus amigos y se la pasaría bastante incómodo, pero cuando vio que su hyung lo llevó a la única mesa vacía respiró aliviado.

– Creí que no me hablaría más – confesó Jungwon después de unos segundos sentados en silencio.

– Creíste que te ignoraría – repitió Jay-. No Jungwon, yo no soy así.

– Es que, he escuchado bastantes cosas de usted hoy y...

– ¿Las creíste? – enarcó una ceja-. No deberías dejarte llevar por los rumores, niño.

– Lo siento...

– No, está bien. Solo que me gustaría que te hagas una imagen de mí por como soy contigo.

– Sí – bajó la cabeza, avergonzado.

– Jungwon, está bien – Jay le tomó el mentón y le levantó la cabeza para mirarlo-. Olvida todo eso, solo concéntrate en mí y en ti ahora mismo – sonrió.

– Claro, hyung – se sintió un poco menos intimidado.

– Cuéntame más de ti – Jay puso los codos en la mesa y apoyó su mentón sobre sus manos.

– ¿Sobre mí?

– Por eso quise almorzar contigo, para poder conocerte mejor – sonrió Jay-. Quién sabe, tal vez podríamos ser buenos amigos.

Jungwon sonrió ante la propuesta y comenzó a contarle de su vida, de su familia y sus amigos. Jay lo escuchaba atentamente, casualmente llevándose trozos de comida a la boca.

Los minutos se pasaron como segundos, Jungwon estaba encantado de poder soltarse con una persona que no fuese Sunoo o Ni-Ki, se sentía en su elemento, bastante confiado, pero al mismo tiempo manteniendo cierta distancia con sus palabras. No quería contarle todo en su primer encuentro y que después no supiese que contarle.

La campana sonó anunciando el fin de la hora de almuerzo, tenían que volver a sus clases.

– Perdón, solo hablé yo y no le di espacio para que usted me contaras sobre su vida – se disculpó Jungwon. Se sentía realmente un acaparador.

– Eso solo significa que tendremos que almorzar juntos mañana para que te cuente sobre mí, ¿no crees? – se levantó tomando su bandeja.

– Supongo que suena bien – Jungwon lo imitó.

– Te llevo a tu salón, niño – le sonrió palmeándole la espalda.

Así fue como Jungwon y Jay se conocieron, como empezó su relación que después de unos meses escalaría a más que amigos.

Fue como Jay se pintó como un buen chico que era atento a Jungwon y lo que le decía.

Fue así como empezó la mentira.