Capítulo 10

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El enamoramiento de una semana de Sunoo no sucedió como debía.

Ya llevaba tres semanas llamando diario, a las seis de la tarde en punto, a Sunghoon.

Este siempre le respondía al primer tono, y hablaban por aproximadamente treinta minutos, Sunghoon siempre era el que tenía un motivo por el cual terminar la llamada.

Ni-Ki se sentía más solo que de costumbre. Jungwon se la pasaba hablando de Jay y Sunoo de Sunghoon. Si bien Jungwon había empezado a salir más con Jay, Sunghoon nunca le había pedido salir a Sunoo, y Sunoo tenía miedo de pedirlo él mismo. Decidió pedir un consejo. Aunque no fue con la mejor persona para pedirlo.

– ¿Tú qué opinas? – le preguntó a Ni-Ki-. ¿Debería ser más directo y pedirle salir con él?

– No me interesa, hyung – Ni-Ki siguió con la mirada al teléfono.

– ¡Ni-Ki! – Sunoo le arrebató el teléfono-. Se supone que eres mi amigo, ayúdame con esto.

– Soy tu amigo – Ni-Ki finalmente lo miró-. Solo que creo que estás siendo muy irritante con ese tema. Si realmente le gustaras ya te habría pedido una cita.

– ¿Crees que no le gusto realmente? – Sunoo bajó su tono.

– No es lo que quise decir – Ni-Ki suspiró-. Creo que es un poco tímido, tal vez tú deberías dar el primer paso – las palabras salieron forzadas.

– ¡Eso es lo que quería escuchar! – Sunoo abrazó a su amigo-. Le llamaré ahora mismo.

– Se está haciendo tarde, creo que me iré a casa – Ni-Ki se levantó del suelo y salió de la habitación de Sunoo, el cual no le respondió. Suspiró y cerró la puerta detrás de él. Caminando a su casa sintió de nuevo ese sentimiento que no lo dejaba desde que Sunoo anunció que Sunghoon era su nuevo amor platónico. Ese era el efecto que Sunoo tenía en él. Siempre que estaba cabizbajo y triste, él se ponía en el mismo modo. Cuando estaba sonriente y alegre lo ponía feliz. Ahora Sunoo estaba sonriente y alegre, ¿por qué no podía ponerse feliz?

🌤️🌤️🌤️

Jungwon tenía mucho miedo de hablar. Por semanas había retrasado el hablar con Jay de cómo se sentía ya que parecía que las cosas iban mejorando. Jay no se enojaba tanto con él como antes y salían más seguido en un plan más o menos normal. Eso sí, seguía sin presentarle a sus padres o en mostrar interés por conocer a los suyos.

– Hyung, ¿podemos hablar? – se armó de valor. Jay se detuvo en el semáforo rojo y puso ambas manos en el volante.

– Claro lindo, ¿qué sucede? – volteó a verlo.

– Quisiera que conociera a mis padres – soltó finalmente.

– ¿A tus padres? – Jay sonrió de lado-. ¿Para qué?

– Es que ya van muchas semanas que salimos, pero realmente no tenemos nada formal.

– ¿No tenemos nada formal? – Jay borró su sonrisa.

– Bueno, sí lo tenemos. Pero sabe a lo que me refiero...

– No, Jungwon. No sé a qué te refieres. Ilumíname.

– Yo también quiero conocer a sus padres, que nos vean como una pareja formal en la escuela, que me tome de la mano en la calle – explicó Jungwon, cuidando cada palabra que salía de su boca.

– Déjame entenderlo – el semáforo se puso en verde, pero Jay no avanzó-. ¿Crees que esto del romance adolescente es como en las películas?

– No, yo...

– Tengo muchas cosas que hacer Jungwon, no tengo tiempo para cursilerías como...

– Son mis padres – Jungwon interrumpió –, desde que me dio las flores quieren conocerlo y siempre les he dado excusas para no hacerlo...

– Y haces bien – Jay sonrió, quitando el freno y poniendo a andar el auto por la calle.

– Ya no quiero aplazarlo más – Jungwon insistió-. Sé que lo ve como algo ridículo, pero significaría mucho para mí y nuestra relación que fuera a cenar a mi casa con mis padres.

– Si acepto dejarás de molestar – balbuceó Jay-. Bien, dime qué día y ahí estaré.

– ¡Gracias! – Jungwon sonrió emocionado.

– Tengo mis condiciones – Jay lo miró fríamente, borrando su sonrisa.

– Claro, dígame.

– Nada de fotos, no temas de religión ni política, y sobre todo ningún beso.

– Claro hyung, hablaré con mis padres para que nada de eso suceda.

– Eres un buen niño, Jungwon – sonrió Jay mirándolo ahora con ternura.

– Usted es mucho mejor hyung – Jungwon le sonrió de vuelta.

– No empieces con obviedades – Jay estacionó afuera de la casa de Jungwon-. Ahora dime, ¿cuándo quieres que venga?

– ¿Puede mañana?

– Mañana tengo plan con mis amigos, ¿no te lo había dicho ya?

– Ah, sí, ya me había comentado algo sobre eso. ¿El sábado?

– El sábado queda entonces, ¿debo traer algo?

– ¡No, no! – Jungwon le tomó una mano-. Aquí le daremos todo, hyung.

– Me haces sentir como un rey, niño lindo – Jay le acarició la mano, para después acariciarle la mejilla-. Ven, dame un beso.

Jungwon se inclinó para darle un beso en la mejilla, pero Jay lo tomó del rostro y lo besó en los labios. Si bien no era su primer beso con Jay, este se sentía diferente. Era un ambiente más ligero, veía a futuro que Jay conocería a sus padres y él a los de Jay, que sus familias se llevaría muy bien y podrían tener una relación de película que todos los demás envidiaran.

Aunque no sabría si esto podría suceder, Jay se iría pronto a la universidad y tendrían que cambiar lo que sea que tuvieran a una relación a distancia. Tenía ciertas dudas acerca de Jay. Lo que más le preocupaba es si este le sería completamente fiel estando tan lejos. Si bien había escuchado ciertos rumores acerca de cuantos chicos y chicas habían pasado por los labios del mayor en las fiestas él creía que solo eran eso, rumores estúpidos que la gente se inventaba para que dejase a Jay.

No era un rumor que muchas chicas de su clase coqueteaban con él, inclusive él lo había presenciado en los tiempos libres. ¿Y qué hacía Jay? Reírse y conversar con ellas por algunos minutos. Es por eso que quería formalizar la relación que tenía, que todos supieran que Jay tenía pareja y dejaran de molestarlo de esa manera. Porque a los ojos de Jungwon, Jay no tenía nada de culpa. Eran los demás los que se le insinuaban a su novio.

¿A su novio?

¿Siquiera podía llamarlo su novio?

Decidió dejar esos pensamientos cuando entró a su casa. Su madre lo recibió con un saludo. Él estaba listo para contarle las buenas nuevas.

– Mamá, prepara lo más delicioso que tengas en tu recetario – dijo con una sonrisa-. Este sábado tenemos un invitado especial a cenar.

– ¿Jay por fin se digna de venir a presentarse? – levantó una ceja.

– ¡Sí! – Jungwon se sentía en un sueño de pronunciarlo-. Me acaba de aceptar la invitación.

– Se tardó bastante, hijo – suspiró-. Debió haber venido desde que ustedes empezaron a salir, no se me hace de buena educación que haya esperado tanto.

– Mamá – Jungwon resopló-. No quiero que digas nada de eso en la cena.

– No, no lo haré – sonrió su madre-. Prepararé comida deliciosa solo si me ayudas.

– ¡Claro! – abrazó a su madre, estaba muy emocionado.

– Hablaré con tu padre para que salga temprano de la oficina y pueda conocer a tu galán, está muy impaciente por conocerlo.

Jungwon sonrió. Todo saldría perfecto ese sábado.

⊹ᰔ  Happier Than Ever ✧˖° Jaywon ₊˚⊹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora